martes, 22 de julio de 2014

¿Lolita o Haggard?

Nunca me ha gustado el lolitismo, ni siquiera cuando tenía edad para ser una lolita. Me parece una tontuna en general, además de que eso dura poco. ¿Cuándo se deja de ser lolita para entrar en una etapa en la que ya no sabe una lo que es? ¿Dónde queda después la adolescente o pseudoadolescente que encadilaba a los maduritos? Estos mirarán a otras nuevas lolitas y eso duele...

¿Dónde paras ahora, Alizée?

Ese período es muy efímero. El tiempo pasa y no perdona, queridas, pero la dignidad está ahí se una sabe cómo utilizarla. No hablo de dejarse porque cumplamos años, sino de seguir teniendo un espíritu joven y un aspecto estupendo, arrugas incluidas, pero con todo el bagaje que nos aporta la experiencia. Que más sabe el diablo por haggard que por diablo...
Una haggard es, ante todo, una mujer desinhibida, pero con clase, nada de ir exhibiéndose por ahí como si tuviera que vender algo. El lolitismo es una falsa desinhibición y una sobreexposición, no existe la experiencia por mucho que se diga, a mí no me engañan, y, por otra parte, se pone todo el producto en el escaparate sin dejar nada a la sorpresa. 

¡Muy bien dicho, Samantha!

 La haggard, en un alarde de majestuosidad, atrae con su sola presencia. Sería como ese objeto de lujo que no hace falta poner de oferta o de rebajas, que ni siquiera tiene que mostrarse al público porque es éste el que lo busca. La ley de la oferta y la demanda, ¿les suena?

Miley Cyrus: del lolitismo a lo vulgar hay una delgada línea roja. A ver lo que te dura, chata
Pero una haggard se hace, ojo. Porque se cumplan años no se convierte una automáticamente en esta especie. Pongamos un ejemplo: esa JLo y su último vídeo. Aplaudimos su gusto al escoger al guapísimo David Gandy como pareja, pero una ve su actitud con él y es de vergüenza ajena. Para mí que David se está descojonando de verdad en uno de los momentos, concretamente cuando ella se pone a dar vueltas como una quinceañera delante de él. Vamos a ver: me parece genial que te emparejes con un treintañero, que yo sería la primera en hacerlo, pero hija mía, ¿dónde está tu clase? Un vídeo para mayor gloria de tu trasero y tu tontuna. 


Por eso soy más fan del vídeo de Maroon 5. Ahí sí hay una haggard auténtica, quizás un poco pavilla al principio, pero con un aire de señora Robinson de las de toda la vida.


Pero si tengo que poner un duelo entre lolita y haggard, ahí está esta escena de Las seductoras. Sigourney Weaver es el ejemplo de lo que es pasar de la juventud a la madurez con una clase que ya quisieran muchas veinteañeras tener. Y, por supuesto, gana por goleada en el enfrentamiento. Volvemos a lo del principio: lo evidente frente a lo sugerente. 


En fin, creo que con esta pequeña disertación he dejado claro cuál es mi punto de vista en el debate. ¿Lolita o Haggard! ¡HAGGARD, SIEMPRE HAGGARD!




DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This Share This

1 comentario:

  1. Que ganas tenía de saber que era una Haggard, es cierto, no sabía a qué os referíais y me ha encantado esta entrada. Por fin lo sé y por supuesto que prefiero una Haggard a una Lolita, y no te cuento dónde se quedan las Lolitas de taitantos(que con todo el respeto me parecen JLos y demás)
    Besoides.

    ResponderEliminar