jueves, 31 de diciembre de 2015

Más fungirleo para el nuevo año

Queridas haggards de nuestras entretelas: 

2015 se nos va, pero eso no nos entristece, sino que nos pone contentas al saber que aquí seguimos después de haber iniciado esta andadura fungirlera hace más de un año. Vuestra compañía ha sido tan placentera como beberse un copazo de champán bien frío después de un encuentro íntimo con alguno de nuestros maromos, ya sean pollos o gallos. Que el 2016 venga plagado de momentos ñadkjasñldfjasñldkfjsa, calorreo, pechotes, porno-rodillas y todo aquello que hace este mundo algo más agradable. ¡Feliz Año Nuevo y arriba el fungirleo! ¡Un besazo a todas!

¡FELIZ 2016, HAGGARDS!




DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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martes, 22 de diciembre de 2015

Pollos: Richard Rankin

Queridas haggards, hemos salido de nuestro retiro rancheril para asomar los cardados al calor de la última gran noticia que ha llegado a nuestros oídos: ¡¡¡¡HABEMUS ROGER MAC!!!!

¡Kim, saca las galas, que nos toca hacer un post!

Durante los últimos meses y en plena Droughlander hemos visto confirmados a actores y actrices para la nueva temporada, entre ellos al conde Saint-Germain (ay omá) y otros que nos la refanfinflan un poco. Lo que queríamos saber de una puñetera vez es quién encarnaría a Roger Mac. Meses de especulaciones sobre quién podría ser nos tenía de los nervios y comiendo caviar a cucharadas por pura ansiedad. 


Sí, Roger debía ser un tiazo al estilo de Henry Cavill, pero seamos sinceras: él no iba a aparecer en la serie debido a que ahora se mueve por otros mundos (esta haggard prefería incluso que no fuera él aunque hubiera estado disponible, no me peguéis) y no podía ser un actor que le hiciera sombra a Sam por tener más fama y melofollismo. Lo que muchas seguidoras de Outlander tenían claro es que tenía que ser un tipo guapo, gran problema. A la Gabaldon le podemos dar las gracias por Jamie Fraser, pero me parece que ya se pasa con tanto tío bueno imposible de encontrar en carne y hueso porque, como bien dice Scully...

Va a ser eso, Dana

Fue toda una suerte dar con Sam Heughan (aprovechamos este post para ciscarnos en las nominaciones a los Globos de Oro por obviar a nuestro adorafollable favorito precisamente por eso, por ser adorafollable. ODIO ETERNO a los que otorgan estos premios), al que dimos un voto de confianza tras conocer su elección para interpretar al hombre perfecto y acertamos. Si por algo se caracteriza el reparto de esta serie es por ser un acierto de principio a fin, así que teníamos los dedos de las manos y de los pies cruzados para que con Roger no metieran la pata hasta el sobaco. Las redes no paraban de soltar posibles candidatos y uno de los que más se oyó fue Kevin Ryan.


A las haggards no nos convencía ese físico de chulo. Además, sabíamos que una foto tan de pose debía de tener truco, de manera que googleamos el nombre y AAAARGGG!!!



Pronto otro nombre surgió y nos llenó de esperanza: Richard Rankin. Nos encantó desde el principio, porque las haggards amamos a Roger, nos parece otro adorafollable que no sabemos cómo aguanta a la insoportable de Brianna Fraser (qué guantá tiene, de verdad). La primera imagen que vimos no tenía ni trampa ni cartón y ya nos enamoró.


¡Se nos puso el cardado de punta! "¡Pero si es Wee Roger himself!", gritamos al unísono. He aquí la prueba gráfica, queridas, para que comparéis.


A pesar de que Richard Rankin tenía todas las papeletas, no había ningún rumor que confirmara o desmintiera su elección para encarnar a este personaje, uno de los más esperados de la segunda temporada. Las haggards hacíamos campaña por las redes para que fuera el elegido al mismo tiempo que le seguíamos la pista en The Crimson Field, donde pudimos apreciar su acento, su voz y su mirada dulce y bajabragas a la vez, requisito imprescindible para ser Roger. 


Y la semana pasada por fin se anunció que él será el yerno de Jamie Fraser, no cabíamos en nuestros ranchos del gozo. ¡Nunca subestimes el poder de persuasión de una haggard! Ron Moore sospechaba que le haríamos una visita no demasiado amistosa si la cagaba con el casting.

Tú tranquilo, Richard, que a Ron lo tengo amenazado si no te contrata
Glups...

En fin, queridas, que Richard era la mejor elección por muchas razones y aquí exponemos las nuestras

-Es escocés. ¿Hace falta decir más? Una lo oye hablar y se le caen las babas, las enaguas y los ovarios al suelo. El acento natural es un punto muy a favor.


Aye!

-Ha vestido kilt. Luce unas rodillas que casi rozan la categoría de porno. Qué coñio, también son porno-rodillas, que para eso es un habitante de las Highlands. Y se despatarra como el Fucking Master, IYKWIM.



-Canta. Roger tiene una preciosa voz para interpretar canciones y Richard también. Trocotró. Podéis comprobarlo aquí.

-Tiene sentido del humor. Esto es imprescindible si quieres sobrevivir entre el reparto de Outlander.



-Es mono sin hacer sombra a Sam. Como apuntábamos más arriba, Roger no puede superar a Jamie. Richard nos encanta y es compatible con nuestro pelirrojo favorito.



-Tiene la cara adorafollable que Roger debe tener. Ese punto tierno en la mirada de Richard es la guinda de este pastel (de carneñasdjkfalsñkdgjañslkd).



-Relacionado con la mirada, sus ojos son los de Wee Roger. Viendo las fotos de antes, no hay nada más que añadir.



-Con barba está para comérselo. Ya sabéis que aquí las barbas nos gustan. Mucho. Hasta el infinito.



-Y por último pero no menos importante, LUCE PECHOTE. JARL.



Hasta aquí nuestra bienvenida a Richard Rankin al mundo de Outlander. Que se prepare, que en nuestras reviews va a tener un lugar de honor. Y vosotras, queridas haggards, sacad los extintores de fuegos bajeriles, porque entre unos y otros vamos a arder todas por combustión ovárica. Stay tunned!


"Y esto para las que no les gusto, hala"


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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martes, 13 de octubre de 2015

Gallos con espolones: Harrison Ford

Cuando Cassie me enseñó la entrada sobre los comíos de mierda y sus poderes explotax*x*s, yo la leí como debe ser en esos momentos, con el abanico y un cubo de hielo al lado dispuesta a hacer el Ice Xixi Bucket blabla. Pero vosotras en vuestros comentarios me soltasteis sin saberlo un zas en toda mi (preciosa) boca al recordarnos que faltaba Harrison Ford lleno de mugre en como Indiana Jones. A Cassie le afectó porque, claro, ella aprecia la belleza suprema y olvidarse de nuestro Harrison duele. Pero a mí...

Sí, amigas, también yo tengo ese tipo de camisas, soy como vosotras

Y es que Harrison Ford ha sido mi actor favorito desde que tengo uso de razón, el dueño de mi más preciada estantería cinéfila, el protagonista del primer libro que me regalaron (sí, su biografía, así de friki soy). Así que, para compensar, le dedicamos un post a él solo. Porque, por favor, si hay un gallo al que le dejaríamos desde hace años (y muchos) que nos clavara el espolón, ése es Harrison Ford.


Si sobrevives a esta sonrisa, te clavo lo que sea

Que no se nos olvide que aquí somos muy fans de los pollos y necesitamos ver que, si Harrison es un gallo de calidad suprema, es porque fue un pollo gourmet, de pelazo, labios turgentes y mirada explotaenaguas.


Ay si te llegamos a pillar las haggards, ajkdlkjasgfjld

Pero aquí hemos venido a hablar del gallo, así que vamos a ello. A Harrison Ford lo descubrió hace ya muuuuuuchos años George Lucas, el señor que creó una minucia intergaláctica como La guerra de las galaxias (advertencia buenrollista de esta haggard: nadie pronuncia el nombre de Star Wars o Star Trek en vano en este blog. El que lo haga, recibirá la visita de Joputa Randall. De buen rollo, eh. Pero p'allá que va). Pues eso. Que Harry estaba buenorro e iba por ahí con sus ojazos azules y su sonrisa de sinvergüenza pero le querían para ser carpintero (kill me now!) hasta que tito George le ofrece un papel en American Graffiti. Con 30 años. Mozo viejo era un poco, hay que decirlo. Pero no pasa nada porque cuando hizo La guerra de las galaxias tenía 34 años y con esa edad nos robó las bragas el corazón. 

Y nos desintegró las enaguas

Con esta planta, manejaba el Halcón Milenario y los corazones de los espectadores con la misma soltura. ¿Quién se puede resistir a esa sonrisa de sinvergüenza? Nadie, ni unas reales ensaimadas estelares. Y, tras surcar el espacio, nuestro Harrison Ford mandó a tomar por Cullen la carpintería y se dedicó a hacer cine. Y menos mal porque entre Han Solo y Han Solo, decidió que con un diez de buenorrismo no se conformaba, que tenía que llegar al cien, así que se dejó barba de tres días (ay omá), se puso una cazadora de cuero (AY OMÁ) y aprendió a manejar el látigo como nadie (¡¡¡AY OMÁAAAAAAA GRRRRRRR AY OMÁAAAAA!!!) para crear al arqueólogo explotaovarios por excelencia: Indiana Jones.

Mirada bajabragas
Sonrisa y pechote explotaovarios
Comío de mierda, despechugado, brazacoñjfhdakakhdsfkhadf
Y esa nuez, ESA NUEEEEEEEEZZZZZZZZ (lametón)
Indiana Bond-bón 
Ojo con esa cara de sacar el látigo a paseo (¡que lo saque, que lo saque!)
Jamás unas gafas y una pajarita levantaron tantas pasiones
Pechote Jones for breakfast
El colmo del galloespolonismo: nuestro Harry con Sean Connery. ¡Sandwichito right now!
O me estoy desmayando o me está pasando otra cosa, IYKWIM

¿Queda alguien vivo después de ver estas fotos? Yo he tenido que ir a por la botella de oxígeno porque ya veía que no llegaba al final. Y es que nadie como Steven Spielberg ha sabido sacar provecho de esta sonrisa de sinvergüenza, de esa nariz torcida y de esos ojazos azules en los que perderte.


AhgsdjhgafjagfadTECOMÍAHASTALACORBATAjahdfkjshaflkjashdfl

Definitivamente, su época de esplendor buenorrista son los ochenta y principios de los noventa, en los que encadenaba éxitos y suspiros entre las fans, siendo un blade runner, un policía disfrazado de amish o un ejecutivo adorafollable agresivo.

Con esta boquita de piñón no se me resiste ni un replicante
¡¡BOOM!! Muertas todas
Así me querríais tener todas y lo sabéis
Cincuenta años y brazo con venorra. Voy a por las sales
Ven p'acá que te limpio, fijo y doy esplendor

La edad no perdona y el cine tampoco, así que fue haciendo papeles cada vez más espaciados (y algunos bastante mierders), pero con los que pudimos deleitarnos con el maravilloso envejecimiento de nuestro hombretón. ¡Porque esas arrugas han sabido colocarse para que nos siga volviendo locas!

Michelle, haces bien en mirarle así, pero ese pechote pide marcha
Sesenta y seis años tenía cuando se enfundó el fedora de nuevo para ese engendro
Aquí tengo sesenta y nueve y mira cómo frunzo. El ceño

Pero nuestro Harrison no envejece mal, eso es una cosa que no debéis olvidar jamás y, con setenta y tres años que tiene (OMG!!!!!!) aún nos hace tilín en los bajos y, sobre todo, en nuestras emociones frikis. Moriremos en masa cuando, estas navidades, volvamos a verle a los mandos del Halcón Milenario.

Ay, que me falta el aire y la cordura

Puede que los sueños eroticofestivos los reservemos para otros más jovenzuelos pero aún consigue aparecer en la Comic Con y que se nos caigan las bragas

Setenta y tres años y yo sí que soy el fucking master

No sabemos si ha hecho un pacto con el diablo o tanto viaje sideral le ha alterado el adn pero hasta los buenos vinos envejecen peor que él. Señor Ford, nos inclinaríamos ante usted si en algún momento lo hiciéramos ante alguien. Siga envejeciendo tan bien y a ver si nos da un buen viaje con su Halcón Milenario. May the force be with you, mi querido sinvergüenza.

Como desees, chata


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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