viernes, 27 de febrero de 2015

Gallos con espolones: Craig Parker

Queridas haggards, para hacer más llevadera la espera del post sobre la película del Grey, hoy os traemos un gallo al que los años no han hecho nada más que favorecerlo: Craig Parker. Y se merece un post por habernos conquistado a base de voz ronroneante, miradas de guarro, sonrisa canalla y proposiciones deshonestas, de ésas que nos ponen añsdjgfasñjgasñldkfjasñdgja. 


Hay pollos a los que se les augura ya un futuro prometedor, pero existen otros cuyo melofollismo no está tan claro hasta que, de repente, se plantan en la madurez y demuestran que el cuento del Patito Feo es una realidad. En este caso se añade a la ecuación que el gallo se ha puesto en forma, se ha dejado un poco de barbita y se nos ha revelado como el gran descubrimiento de la nueva temporada de ese bodrio que ya glosamos por aquí: Reign. Si de algo nos quejábamos en aquel momento era del bajo nivel maromial y de sus horribles protagonistas que no eran ni siquiera pollos adorafollables. Tuvo que llegar Craig y su personaje de Lord Narcisse para que tuviéramos una razón por la que seguir viendo este disparate.

Sonrisa lobuna bajabragas
Pero vayamos un poco atrás en el tiempo. Una de nuestras haggards de honor y experta seriéfila, Allison Gioberti Powell, ya le había echado el ojo en una serie titulada The Legend of the Seeker y en Spartacus, probando que es miembro de pro de nuestro selecto Club Haggardiano al haber vislumbrado el potencial de este señor en un futuro. Lo cierto es que Craig despista mucho, porque lo mismo encuentras una foto de jovenzuelo que te hace quedarte sin enaguas que das con otra de arrancarte los ojos.

Melopollo
Arrrrg!!!
Su problema, creemos, son los kilillos de más que le dan un aspecto de zampabollos importante. En una de esas épocas tuvo que pillarlo ese sinvergüenza llamado Peter Jackson, al que ya pusimos verde cuando hablamos de Graham McTavish. Seguro que vio a Craig y le hizo engordar más, le colocó una peluca horrible, unas lentillas azules y hala, a hacer de elfo. ¡Si el único que está bien con ese look es el tirillas de Orlando Bloom!

Middle Earth Horror Story
No sabemos si los guionistas de Reign leyeron nuestro post de los antipollos y, temerosos de perder una ristra de seguidoras si la cosa maromial seguía así de mal, decidieron inventarse a Lord Narcisse, cuya aparición en el primer capítulo de la nueva temporada fue muy aplaudida por las haggards. Es una verdad universalmente reconocida lo que a nosotras nos gusta un badass con toque guarrindongo y nuestras plegarias fueron oídas al otro lado del Atlántico: ¡UN HOMBRE AL FIN! (El rey Henry no cuenta, que no nos llegaba a poner perracas, y el llegado a última hora Ben Aldridge, aka rey Anton de Navarra, es pollo y no gallo).

Sustituir mentalmente "té" por "boa"
Lord Narcisse no es trigo limpio, no da paso en falso ni puntada sin hilo. Por la corte hay rondando un diario íntimo de una dama desconocida que asegura que este señor es la repanocha en verso en la cama, un follarín que no necesita de bridas, cuerdas y/o cinta adhesiva para que te revienten los ovarios. El tío podría tirarse a la que quisiera, pero ha puesto su ojo (y su boa) en Lady Lola, dama de compañía de Mary y madre de un bastardo de Francis el Blandis. Suponemos que tal sacrificio (el de acostarse con el hombre chupa chups blandurrio) merece una recompensa, aunque de momento ella se resiste a los encantos de este gallo de cuidado.

¡Clávanos tu flecha, Narcisse!
El Lord es un tío listo y quiere llevarse al huerto a Lola con sugestivas propuestas. No sabemos cuál será su trauma infantil, pero en vez de darle por los latigazos, lo suyo es el deseo de ver a la joven dama tomando un baño y ella acepta. Es un voyeur y es en esas escenas donde la mirada de guarro, pero de muy guarro, de cochinorro incluso, se hace mayúscula. Y las haggards estamos formando nuestro propio baño entre las piernas, no digo más.



¡Que está Narcisse mirando, todas al agua!
Lola es más lista que los ratones coloraos y le da gato por liebre: no es ella a la que está viendo en la bañera. Pero nuestro gallo es perseverante y no se rinde ante la jugada y el tonteo seguirá, incluyendo un besarraco al que la chica parece resistirse, aunque por momentos está tan feliz con la lenguaca invasorañkadsjfasñlgjasñdlgfa

Narcisse callando bocas
Ay, que no...
¡Pero QUE SÍ, COÑIO!
¡Y ahora se pone digna, pero el morreo se lo ha llevado!

Como podéis apreciar, a Narcisse le hace hasta gracia el guantazo, porque eso es la prueba de que a la otra le ha encantado la exploración dental y palatal. Con sus muchas malas artes, consigue al final que la Lola de Escocia se dé un bañito delante de él, aunque el follisqueo se resiste y nosotras estamos muy indignadas ya. Tanta tensión sexual no resuelta nos tiene con la vena del cuello a punto de reventar, porque es lo único interesante de este truño de serie.

La pava de Lola lo espera así...
...y nosotras lo esperaríamos así
Y en esas cuitas andamos, haggards queridas, en un sinvivir cada semana a la espera de que asome Narcisse con sus ojos de cochino y su voz melosa, y le diga a Lola que le va a meter de tó menos miedo, siendo fino. Mientras ella se resiste, él no pierde el viaje y algún tonteo que otro ha tenido por ahí, sin que la cosa haya llegado a mayores, por lo que deducimos que el momento añsdjfañslghañsldkfjas con Lola está próximo y va a ser antológico.
¿Os apetece un baño, haggards de mi corazón?
¡Vooooooy!


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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viernes, 13 de febrero de 2015

Tiempo mierder vs tiempo ñadkjfañsghñasdgjañasdjfk

Una de las cosas que aprendí en Filosofía de 3º de BUP (mundo viejuno) fue que el tiempo es subjetivo, que no era lo mismo una hora aguantando al profesor que una hora de jolgorio con los amigos. Y cuánta verdad encerraba aquella sentencia, porque una tortura parece un castigo olímpico ante lo corto de un disfrute. Ocurre también que algo que se espera con ganas tarda en llegar, mientras que un acontecimiento que te la reflaflinfla está de pronto ahí, en tus narices, tocándotelas para más inri.

Así de rápido va todo cuando una está pasándoselo pipa

Todo este rollo viene a cuento por dos cosas: 50 sombras de Grey y Outlander. Parece que fue ayer cuando se anunció a bombo y platillo que la película del tío de los ojos grises impenetrables, de las camisas blancas y los pantalones que le caen en las caderas no se estrenaría hasta víspera de San Valentín ¡y fue hace casi un año! ¿Ha pasado tanto tiempo ya? WTF???? Sin embargo, todavía faltan más de DOS MESES para que vuelva Jamie "Revientaovarios" Fraser y que siga dejándonos infartadas de las enaguas. Y eso que la última vez que lo vimos era septiembre. ¿Pero cómo es posible que aún no sea 4 de abril y hoy ya tengamos al que folla duro en los cines? ¡Indignación máxima!


Twitter, Facebook y todo internet andan revolucionados con el Carapán Bocaseta barbado (te has pasado con el vello facial Dornan) y la pastosilla de Dakota, cuando parece ser que vamos a ver mucho más follisqueo en un capítulo cualquiera de Juego de Tronos que aquí.

Dos bolas de helado de vainilla, por favor

Por razones que escapan a mi control, no podré ir al estreno y tendré que esperar hasta el  24 de febrero para hacer la crónica de la película como una haggard pro que soy. Eso sí, si fuera algo que estoy deseando ver, me estaría tirando hasta de los pelos del xixi por no ir esta misma tarde, pero en este caso...


Pasemos ahora a lo que nos interesa: la vuelta de Outlander. Starz ya nos está preparando para que empecemos con tiempo a tomar tortillas de Orfidal y a sacar los secadores de bajos, porque lo que está por venir nos tiene en un sinvivir constante. Como muestra, un botón:



¡Venga, todas a darnos aire!


Y estos meses que quedan van a transcurrir tan lentamente que, cuando diga el capítulo de estrenarse, nos va a pillar tal que así:



Lo peor es que, de nuevo, se pondrá de manifiesto esa subjetividad del tiempo, porque viendo las 50 sombras seguro el reloj no avanzará y se me hará eterna la tarde. Ahora bien, en el momento en el que esté con el capítulo de Outlander, no habré terminado de acomodarme en el sofá cuando ya estará acabando. ¡Y a esperar otra interminable semana!



Con Grey: ¡Que avances, coñio, que no aguanto más en el cine!

Con Jamie: ¿Ya ha terminado mi ración de porno-rodillas? ¡NOOO!

En fin, queridas haggards, que no cunda el pánico ante estas paradojas temporales. Meanwhile seguid mi consejo...


Con fiambre de Scottish boa si puede ser


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lunes, 9 de febrero de 2015

Anatomía haggardiana: cogote comestible

Lo prometido es deuda y regresamos con un post con maromos tras el armageddon visual de Retorno a EdénYa sabéis que las haggards somos muy de observar punto por punto la anatomía masculina para sacar nuestra vena fungirlera. Por eso, cuando leemos una novela o vemos una serie o película con maromo candidato a engrosar el repertorio de tíos ñakdjfklñadsjgalñksdjfñalsdhgñlas, no perdemos el tiempo y lo metemos ipso facto en nuestra lista de melofós y/o adorafollables en virtud de una o varias cosas de sus cuerpos que nos ponen a ladrar. Y es que es vislumbrar en pantalla un pechote o una porno-rodilla, o que nos describan al protagonista de la última novela romántica que llevamos entre manos como un tipo cuyos brazacos revientan las costuras de la levita, y tener que recurrir al desfibrilador ovárico para poder seguir con nuestra tarea.


Haggard viendo "Jane Eyre", por ejemplo

Hoy traemos una parte del cuerpo por el que sentimos debilidad: el cogote. Un buen cogote debe cumplir el requisito de ser comestible, esto es, que nos den ganas de hincar ahí el diente y, cual leona en plena cacería, no soltar la presa. ¿Y cómo es el cogote comestible? Los hay de dos tipos. 

El cogote peladico
Este tipo es el que deja ver una nuca bien recortada y un cuello mordisqueable a tope. El piquito que se hace justo en medioñashgñasdhgasñs es un plus añadido al atractivo que ya tiene de por sí una nuca peinada a la perfección. Aquí las orejas quedan a la vista y, si son monas, el bocao se extiende hasta ellas de manera irrefrenable.


Nos gustan los cogotes clásicos y más el de Jimmy
Lote completo: cogote, orejas, nariz, mano...
Nada como un militar para ver esta maravilla
Ese piquitoñashjgñadjksfaslsñajkdfsa
Batmanñadjfñalskjdfaslñfk!!!
 Hugh "Cogotefollable" Jackman
¡¡¡Cuellaco!!!
El Richal mostrando sus encantos para peligro de nuestros ovarios 
Don Draper "The Elegant Nape"
Pero, pero, PEEEEEROOOOOOOOOOÑADKSJFÑALDSFJASDÑ!!

El cogote despeinado
La maravilla de maravillas, el must de todo héroe de novela romántica, ese cogote que, aun perteneciendo a un duque o a un marqués, tiene unos pelillos rebeldes que se rizan justo ahí y son una tentación al bocao, al lengüetazo o a lo que se tercie. Relacionado con este tipo de cogote están los ya comentados pelos de recién follao, otro de nuestros imprescindibles. Ejemplos de este tipo los encontramos en varias de las novelas románticas que hemos leído las haggards, como ese Sebastian Ballister, alias Lord Belcebú, protagonista de Lord of Scoundrels; o Zachary Bronson, el tiazo de Where dreams begin. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejamos ejemplos de lo que viene siendo para nosotras esta parte fundamental de la anatomía maromial. ¿Preparadas?

¡Afilad vuestros colmillos!
Los rizos, ¡¡¡¡¡LOS RIZOS!!!!
Todas somos Andrómaca con este Héctor 
¡Eh, sí, sí, tú! ¡Te vamos a masajear el cogote con la lengua!
Bocao, lengüetazo y añsghjañlskdfjasñlgñlakdsfjs
King of Napes
Hugh nos gusta de todas las maneras
Scoundrel nape
Pelillos cogotiles + traje de chaqueta = petticoatless haggards

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?

¡QUEREMOS SER BOTELLAAAAA!
Haggard con la lengua entrenada en lamer cogotes


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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