Diccionario haggardiano: Pichote

Queridas haggards, si sois seguidoras de nuestro blog de reseñas literarias, habréis tropezado de vez en cuando con el término Pichote. ¿Qué es ser Pichote? ¿Cuál es el origen de esta palabra?

Esto podría ser un Pichote, pero no va por ahí la cosa, malpensadillas

Pues bien, Pichote es, de entrada, alguien tonto, pero tontolpijo. Se suele decir "Eres más tonto que Pichote, que metió la picha en un bote y dijo ¡Mira mamá, una anguila!" 

¿Es eso de ser tontucio o no? En nuestro mundo haggardiano-literario, una Pichote es la típica heroína que nos saca de quicio, que nos pone de los nervios por pava, insulsa, petarda o excesivamente guay. Ilustremos esto con ejemplos... (Aquí sé que nos van a llover los unfollows y las críticas, pero si no lo digo reviento). 

Avisadas estáis, haggards

Kim y yo empezamos a usar el término cuando leímos una novela mierder de highlanders cuya protagonista, que se llamaba como la autora (me meo), era la tía más insoportable que una se pueda echar a la cara: se pasaba todo el tiempo gritando (la palabra "gritó" era, de hecho, la que más salía en el libro, confirmado estadísticamente), sabía hacer las cosas más increíbles (hasta equilibrios sobre un caballo y cazar con carcaj, porque de flechas no se habla en ningún momento, WTF???) y allá donde se paraban ella y su hermana caían bien (menos a nosotras, que nos sentaban como una patada en la boca) gracias a su irresistible, indomable y rebelde personalidad y su "jo, cómo molo y me paso el rigor histórico por la arcada del triunfo". El caso es que, para tener más de veinte años y vivir en la época medieval, llegamos a la conclusión de que era más tonta que Pichote por todas las pichotadas que hacía a lo largo de la novela, aunque teniendo en cuenta el nivel de la historia en general, poco desentonaba con lo que estábamos leyendo y el grado de ojiplatismo iba in crescendo conforme avanzábamos en la infumable trama.

Así le cayera ese filo en el cogote

Otro caso pichoteril es el de Anastasia Steele con sus "uau", sus "por favor" y sus tontunas varias de "ahora dame un cachete, pero me mosqueo porque me has dejado el culo rojo y eso sí que no", además de su estado de celo permanente. Una Pichote de antología que nos enerva aún más que el original en el que se basa, la gran pava en huevos que es Bella Swan, lianta de mucho cuidado, porque allá donde esté Bella se arma el lío y tiene que ir el vampirito Gusy Luz a salvarle el pellejo. 

Ah, que ya están la Ana y el Christian follando otra vez

A veces, el término "Pichote" puede ser sinónimo de "ahostiable". Esto ya es el caso extremo, el superlativo pichotil que nos hace gritarle al libro como si pudiera oírnos. La gran representante de este tipo de gilí es Kiera, la protagonista de Inconsciente, novela que ha sufrido Kim en sus carnes. Le tengo que hacer a mi partner in crime un monumento por ser el filtro que me dice que ni se me ocurra leer esto o aquello y que mejor emplee mi tiempo en cosas más interesantes. Ay, Kim, que gran labor social haces, te adoro... La tal Kiera (así tenía que llamarse, como la Knightley, arg) tiene a dos tiazos a cada lado y NO SE HACE UN SANDWICHITO CON ELLOS. Es para darle de hostias, sí, está clarísimo.

Ay, no me ponga pan, que ya no como porque estoy a dietHOSTIA AL CANTO, HOMBRE YA!

Resumiendo: lo que a estas tías les hace falta es un Jamie Fraser que se lo explique como sólo él sabe... ¡Que se lo digan al culo de Claire, que lo sufrió por Pichote! (Momento ése que es la enésima meada sobre Grey, por cierto).

Mejor, sí, porque con estas tías empezarías a soltar tacos sin parar

Así pues, con todo lo dicho podemos ya incluir la definición que de este sustantivo da la Sublime Academia de la Lenguaca (de Jamie Fraser):