Outlander 4x12. A fungirlish review [Spoilers]

¡Ya estamos aquí de nuevo, queridas! Y os saludamos por penúltima vez, ya que, si no lo sabéis, la semana que viene es nuestra última review, ya que... ¡se nos termina la temporada! Pero no vamos a empezar a comernos las lentejuelas ante la season finale, ya que tenemos un capítulo por delante para analizar y está lleno de maromos que nos ponen la peineta loca. ¡Vayamos a sus brazos!

                                                               

No os lo vais a creer si os decimos que el capítulo comienza... ¡con una lluvia de golpes a Roger!

Espera, que me tengo que recuperar de tan insospechada sorpresa

[Tal vez por eso empiezan en los indios catando whisky mientras que vemos el título del capítulo, como advertencia para que Roger se ponga beodo y no le duela mucho...]

En esta serie le han cogido el gustillo a eso de pegarle al que menos se entera de lo que pasa y Roger, como tiene tanto pelazo que parece acolchadito, es el mejor blanco de las hostias finas, así que le hacen el pasillo, al más puro estilo escolar de los años ochenta.

Me tenéis envidia porque tengo pelazo por todos lados y vosotros parecéis pulidos

El pasillo se paraliza cuando nuestro maromo está en el suelo para informarle de que sigue preso (otra sorpresa de dimensiones desproporcionadas *modo ironía on*) y le dicen que ejaokonosa, que será que dé gracias de que no le cortan la cosa. Total, que se lo llevan y nosotras empezamos los saltos espaciales para irnos con Melopollè, que está informando a los cómplices de Murtagh de lo bien que les salió la operación "Si detiene usted a un Cabronnet, le regalamos dos noches en prisión y un viaje a la horca". Obviamente, tienen que tramar algo para liberar al revolucionario highlander, ya que, lo que le hacen a un regulador, se lo hacen a los demás.

Yo participo si no me cortan más cosas, que entonces os tendréis que enfrentar a Marsali

Digna hija de su padre adoptivo

Silencio en la sala, que llega el hombre que merece una captura digna de un cuadro

Las haggards, tomándole la medida badajil para empezar a pintar

¡Nuestro Lord John! Como habréis adivinado, estamos en Riverdance Run, donde nuestro lordcito favorito le comunica a una Bree cada vez más cinturilmente enorme (quién necesita un calendario para señalar el paso del tiempo cuando tiene a una embarazada en pantalla) la noticia de que han apresado a Cabronnet y ella pone cara de que tres coj**es le importa.

Digna hija de tu madre, chica

Lo que pasa es que Brianna se ha quedado medio en shock con la noticia y Johncito le informa de que, si bien desconoce cómo lo han apresado, sí conoce los cargos que se le imputan al hijoeputa: robo, asesinato, tener mejor peluca que el protagonista... Todo lo que se te ocurra, salvo violación, querida, así se respeta a una mujer en estos tiempos. Y mejor que no se sepa, porque, encima, ibas a ser tú la que iba a quedar fatal, con tu reputación eternamente arruinada. Oh, qué bonita esta época, ¿verdad, Bree? John ha pensado que tal vez nuestra pelirroja querría saberlo y por eso ha preferido regalarnos su presencia en escena y comunicárselo él mismo, algo que Brianna le agradece entre los temblores de sus rizos ante la noticia. Y, cuando se dispone a marcharse aún medio atontolinada...

Y no me refiero a tu miembro

Pues si me dices que quieres verme la cola me asusto menos 

Tras reponerse rápidamente del susto (el tiempo de recuperación de los sustos fraserfemeninos es inversamente proporcional al tiempo que pases con las responsables de ellos), Lord John saca al sol su bella estampa y su follavoz para decirle a Bree que no puede ir a Wilmington, ya que ni su zepelinesco estado ni el susto de ver una ejecución les harán bien ni a ella ni al wee baby.

Quiero charlar con él y jugar al Monopoly

A mí los Fraser me deben ver cara de panoli

Las sorpresas no cesan con esta familia, ¿verdad? Pues resulta que Bree quiere charlar con Cabronnet porque Jamie le pone en la carta que le escribió (la cual es táctilmente adorada por Lord John) que, como lo mismo no se vuelven a ver, no se puede ir de este mundo sin probar pipas Facundo sin aconsejarle que no busque venganza, por el bien de su alma (y porque ya había apañado él sacarle los entresijos con cuchara al asqueroso miserable). Que ese descrédito para el ser humano ya lleva dentro las semillas de su propia destrucción y que, si no se lo carga él, ya lo hará otro porque amigos, amigos, no es que vaya haciendo. Y que le haga caso por una vez en su vida, que para ignorarle ha salido clavadita a su madre y eso solo trae líos.

El amado por nobles bellos y odiado por peluqueros

Lo mío es no despedirme de mis padres

Porque eres más tonta que mear p'arriba

El caso es que Bree se muestra compungida y dice que, aunque el perdón no puede cambiar lo que pasó, sí puede cambiar lo que va a pasar (mira, mira, no nos hables aquí de cambiar el futuro porque nos dan los siete males todos a la vez) y necesita hablar con Cabronnet para intentar librarse de él. A Lord John le pasa como a nosotras, que se le ve en la cara que estas cosas psicológicas de listos le superan pero, oye, si ella necesita hablar con el joputa, pues Lord John la ayudará, como mandan la adorabilidad que le corre por la boa las venas.

No he nacido y ya te quiero

Yo también te quiero un poquito

El fandom de Outlander va raudo y veloz a demostrarte cuánto te quiere

Pues qué maravilla, que me quieren todos menos el que me interesa

Nunca llueve a gusto de todos, Johncito. Y, hablando de agua que cae, vayamos al poblado Aspersor, donde tenemos a Roger en camisón y con un brazo en cabestrillo mientras que, a falta de cuerpazo haggardiano sobre el que poner sus manazas, resobetea lo que parece el rosario de cuerda bajo la seca mirada de una nativa, que le grita que se vaya a llevar madera a tomar por el Tewanseke. Roger va el pobre caminando que parece que le ha dado un chungo y en esto que le acecha otra nativa de cara amable y adorable wee baby en brazos que le pregunta si habla francés.

Je parlè le idiomè que explotè votre ovariès

A tomar por culè nuestro refajè

¡Pero pero PEROOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡Que Roger le da a las lenguas!

Traducción visual de lo que le decimos

Porque por aquí...

Traducción visual de lo que le decimos

La nativa amable (que se llama Johiehon pero vamos a llamar La Yoji -ya saben ustedes, por eso de ahorar caracteres-) le da unos hierbajos para que mastique y alivien su dolor. Como en este poblado no puedes ni mear en un árbol sin que te caiga la atenta mirada de alguien, ambos hablan mientras el Aspersores azul les observa con cara de revenío e interrumpe la conversación justo cuando Roger pide ayuda a la muchacha para escapar. La Yoji le dice al Aspersores que el fornido y bellamente comío de mierda maromo no parece peligroso, pero el chaval dice que bueno, bueno no puede ser cuando lo vendió su propia gente.

Las haggards cuando se acuerdan de la que ha liado la pavisosa

El caso es que el Aspersores larga a Roger de allí para quedarse con La Yoji y y le da una pata de conejo un regalito, que la mujer agradece mientras le comenta que la cabeza de los hombres es la que engendra la paz y la guerra. Bueno, ya sabéis lo profundos que son en esta cultura.

Pues seré muy profundo pero me ha tocado la bella cara y me he puesto bellamente palote

Claro, porque la boa no entiende de culturas. 

Hablando de boas cultas...

Lord John y Bree llegan a Wilmington a llevar a cabo su loca empresa, y a Brianna se le pone la cara de haber olido las deportivas de mi hermano. Y es que qué distinto ve todo ahora, inundada por los recuerdos y apabullada por su propia reacción ante ellos y la misión que se ha autoimpuesto.

Hasta desenfocado soy el centro de la secuencia, chata

Bree le dice ahora que echa de menos a su madre (pues nosotras, ni pizca, chica) y Lord John, inteligente y caballeresco donde los haya, le dice que hasta él la echa de menos.

¡Que me quedo muerta, Mari!

Sobre todo, cuando está enfermo.

Qué humor tienes, jodío

¡Y que es una mujer increíble! No sabes tú lo increíble que es hasta que te cuenta de dónde viene, chico... 

Y tú toma lo que quieras, chato

Es como la San Miguel, que donde va, triunfa

El que no tiene tanto éxito es nuestro Roger, que no da una en su periplo nativo. Además, el Aspersores azul le tiene una envidia que le llega hasta las puntas de las plumas, ya que La Yoji y nuestro maromo se sonríen, y ya va el joven de piel morena a calentarle la barba a hostias porque Roger ha osado señalar o hablar cuando habla otro o cualquiera otra de las reglas extrañas que tienen y, por lo visto, eso es peor que ir a cagarte en el tipi presidencial. ¡Pero cómo va a saber eso! Cuando el Aspersores le pega un empujón, llega el que parece King África y ordena que pongan a Roger en la choza.

¡Te lo vas a pasar pirata!

El Aspersores azul se lo lleva increpándole, que si a quién es leal, que si a quién ha jodido para que lo vendan, que si es que no tiene honra... ¡Honra y palotismo es lo que tuvo, chico! Roger le cuenta que fue leal a una mujer (a ver qué le va a decir, si sigue sin tener ni puta idea de qué es lo que ha pasado -¡¡¡Lizziepollas!!!-) y el Aspersores le dice que ni se le ocurra sonreír a La Yoji. Y dicho esto, patada en el culo y al chozo, donde va a tener por compañía al padre Alexandre Ferigault, un curita que no es palote, no hay nada más que mirarle la cara para ver que está bien amargado (aunque tiene suficiente humor como para decirle a Roger que eso que le dicen que ejaokonosa no es que le van a cortar la cosa, sino el mote que le han puesto, Cara de Perro). El cura le informa de dónde está y le pregunta que cómo ha llegado hasta allí.

¡Fui yo, fui yo! ¡Ay, por Dior, qué tonta soy!

Roger no sabe ni qué contestar, claro, así que prefiere que el cura que le cuente su historia, que estará llena de intentos de evangelizar y de convertir a los nativos en hombres santos, como él claramente es.

Anda, el jodío, que al final sí va a ser un curita de palote rápido...

En esta serie te castigan más si follas que si matas

Pues dejaremos la historia del palote del curita para otro momento, ya que ahora nos vamos con Fergus, que parece que está jugando con los Lego de Germaine mientras que, realmente, está planeando cómo rescatar a Murtagh de la prisión en la que está. Se hace nuestro Melopollè un poquito de caquita cuando lo descubre Marsali, pero la escocesa no es una damisela pavisosa (no queremos mirar a nadie, no te des por aludida, Lizziepollas) y entiende que hay que rescatar a Murtagh y que, por supuestísimo, ella va a ayudar. Melopollè se siente inseguro planeando ese jaleo sin Jamie al lado, pero Marsali le infunde la seguridad que necesita, diciéndole que, si Jamie y Claire se las han apañado siempre que se han visto en una así, ellos no van a ser menos. ¡Y si lo dice una escocesa, te digo yo que se hace realidad! Nuestro Melopollè mira embelesado a su tremenda mujer mientras, así como el que no quiere la cosa, le dice que tal vez deberían aceptar la oferta de Jamie e irse a vivir al Cerro Fraser. ¡Y tú con esa casa tan canija, Jamie, que te dijimos al inicio de temporada que te hicieras un casoplón tipo Tara!

Y habitaciones vas a necesitar, que a estos se les ven las ansias procreadoras

De vuelta al chozo, el curita le cuenta a Roger que, efectivamente, vino para evangelizar y un jefe (no sabemos si King África o cualquier otro con pelos de colores en la cabeza) se sintió conmovido y lo llevó a su tribu para que les diera la brasa. La cosa iba bien hasta que le dieron unas fiebres que casi lo llevan a la tumba, algo para lo que estaba preparado. Pero eso fue hasta que sintió las manos de una mujer encima y las fiebres se le bajaron a la cabeza percutora. Que sí, que él no quería, pero percutió con goce y efectividad, ya que tuvieron una niña, la cual fue bien aceptada en la tribu, al igual que la relación entre los padres. Nuestro bellamente desarreglado Roger no se entera ni del NoDo hasta que el cura le cuenta que los miembros de la tribu querían que bautizara a la niña para salvar su alma pero, claro, como era nacida del pecado, el curita se negó porque no puede condenar a la niña con la bendición de un padre pecador de la pradera.

Tengo serias dudas sobre si, con un duro entrenamiento, podrías ser más tonto de lo que eres ahora 

Y las sorpresas no cesan ya que a ver qué nativa tiene una niña rubita de ojos azules por allí...

Espera, que repaso a las Aspersoras...

¡Tachán!

¡La Yoji! El curita le cuenta dulcemente que está enamorado hasta el palote tuétano de ella pero esa íntima conversación se corta cuando entran unos nativos y le dicen que lo van a llevar en bolas ante el Señor (sospechamos que no para hacerle cosquillas), así que le pide a Roger que rece por él. Nuestro maromo se queda medio asustado y aprovecha el tiempo en mirar cómo escapar del chozo y, justo cuando se da cuenta de que pueden excavar para hacer un microtúnel y salir, es cuando llevan de vuelta al padre, al que le han aligerado un poco el peso de la cabeza.

Esta noche, ración de oreja a la plancha

El nuevo Padre Alexandre

Roger le cuida como buenamente puede y le reza, que uno no ha sido criado por un reverendo sin aprender cosas. Cuando el cura mejora, le cuenta que les ha ofendido de nuevo volviéndose a negar a bautizar a la niña, así que, para que las ideas le entren mejor en la cabeza, le han cortado la oreja y le han dado de plazo hasta el día siguiente para cambiar de idea. Y, si no lo hace, lo atarán y le pondrán un braserito majísimo bajo los pies para que se le churrusquen y su cuerpo no aguante tanto dolor y la palme. ¿Y cuándo vendría el alivio de la muerte? En unas horas, en varios días... Son las sorpresas que guarda la maravillosa tortura aspersoril. A Roger se le cabrea hasta la barba y le dice que se deje de tanta gilipollez, que haga como que bautiza a la niña y cante mientras a las Spice Girls si le apetece, que mientras que le eche agua en la cabeza al bebé los nativos se lo van a tragar.

Con un poquito más de cuidado, claro

Pero el cura no se mueve de su cabezonería y dice que es el castigo que Dios le manda por sus pecados y blablabla. Roger, aprovechando que le llama "idiota", se lo dice a sí mismo y le cuenta lo que pasó con Bree desde que la encontró y que, como comprenderéis, no vamos a volver a relatar cuando tenemos una maravillosa review en la que está todo explicado. Que sí, que sois todos unos idiotas por pensar con el nardo. 

Deprisita, que no vemos un pijo y nos está dando sueño

Sacaremos en claro de esta parte que Roger sospecha que el que le dio la tunda es su suegri y que, cuando pudo tocar los pedruscos y marcharse a casa, no lo hizo porque es un idiota enamorado. Pero una cosa ha aprendido y es que, a partir de ahora, lo primero, su palote moreno. Y le dice al cura que haga lo mismo, que huya con él por la debilidad que le ha encontrado en el chozo, que puede ir a por La Yoji si quiere e iniciar una nueva vida juntos. Total, que se ponen a cavar y venga cavar y toda la noche cavando, que con ese esfuerzo podrían haber hecho un agujero como que echar ahí los cimientos del Empire State, y resulta que han hecho un agujerillo que no entra ni un gato. Y total, va a servir para poco, ya que el padre Alexandre dice que se queda, porque debe hacer lo que le dicta su conciencia y chimpún.

Así va a hacer Roger el agujero

Tampoco es que pudiera hacer ya mucho, porque los Aspersores se acercan para llevárselo, así que medio tapan el agujero y se despiden. Ya solo, Roger vuelve a su empresa de cavar, aunque cavando con una mano no sé si se da cuenta de que es una empresa descabellada.

Para descabellado, lo que va a hacer esta

¡Si ya nos habíamos olvidado de ellos! Bree se obliga a relajarse para encarar lo que va a hacer y, cuando está lista, Lord John se presenta a los guardias con una voz que no sé para qué están Melopollè y los demás echando pólvora alrededor de la cárcel cuando únicamente con el vozarrón y la perfecta dicción de nuestro Grey favorito se pueden hacer explotar millones de ovarios, cataplines y edificios all over the world. Por supuesto, los guardias tampoco son inmunes a él (ni al aviso que ya tenían de dejarle pasar), así que la extraña pareja entra y Bree, ¡no os lo vais a creer!, decide hablar a solas con Cabronnet.

Sí, hija, ve sola, no te vaya a robar alguien el protagonismo

¡Fuera, pelirroja, que ya vamos nosotras a hacerle compañía!

También nos podéis acompañar a mí y a mi badassismo

A nuestras bragas no se lo digáis dos veces

Y es que, mientras que Bree se adentra en los oscuros corredores de la cárcel, Melopollè and The Regulators Brothers han llenado todo de pólvora y se disponen a iniciar el rescate de Murtagh, con el apoyo carretil de Marsali. ¿¿Qué pasa, que no había otro momento para hacer las dos cosas?? Bree va con la barbilla bien alta al encuentro de Cabronnet, el cual recuerda únicamente su bella estampa pero desconoce su nombre.

A tomar por Cullen mi apellido

¡Ojalá un homenaje a La princesa prometida!

Pero no. Bree, efectivamente, ha ido muy digna a decirle a Cabronnet que este le debe la vida a sus padres, algo que a Cabronnet se la pela, ya que, para que le importara algo, debería tener conciencia y este asqueroso de eso no gasta. Mientras el hijoeputa-malparido-gonorrea le restriega a Bree por la cara que sí recuerda cómo le pagó el anillo que esta quería, Melopollè and company llegan a las puertas de la cárcel pidiendo que les dejen pasar, algo que le niegan a nuestro adorable mozo por no estar autorizado.

Para autorizado, lo que tengo aquí colgado

Mientras, en la prisión, Cabronnet no entiende a qué narices ha ido Bree a verle.

Sí, chico, estamos igual

Bree, entonces, le enseña su incipiente barriguita,  le dice que sabe que lo van a colgar y que tal vez le pueda consolar saber que dejar alguien en este mundo. Pero ojo, que serán tus genes pero no será hijo tuyo, ni sabrá nada de ti, y será criado para ser una buena persona y un hombre que respete a las mujeres y se lave bien los dientes, no como tú, tío asqueroso. Cabronnet pone su bien ensayada cara de niño bueno (o lo mismo es que tiene corazoncito y todo...) y obliga a Bree a que acepte una piedra preciosa que llevaba escondida, para que le sirva para sustentar al pequeño.

Adivinad de dónde me lo saco

¡Pues no! ¡De la boca! Aunque, con lo guarro que está, seguro que huele igual de mal la saque de donde la saque... Bree, sin embargo, la acepta sin poner toda la cara de asco que estamos poniendo las haggards escribiendo esta review. Y, mientras, en los pasillos de la cárcel...

Igualito, oiga

Y a tomar viento los carceleros y el que se cruce por delante. ¡Y Lord John allí, esperando! Claro, que nuestro Grey no ha sido un brillante soldado por llevar los botones de la casaca pulidos...

A mi espalda se pone únicamente el que yo quiero

Los efectos de esa mirada en nuestro cuerpo

Cumbre de adorafollables, sandwichito de merienda

Lo que nos pasa cuando nos tenemos sobredosis de PARFAVAAAAARismo

¡Cuidado, Melopollè, no nos desgracies al maromè! Lord John no puede hacer mucho contra el pistolón de Fergus (grrrrr), que va a rescatar a Murtagh (que debe estar ya medio sordo, como yayo que es, ya que pone cara de no haber escuchado jaleo) justo cuando Bree pasa por delante de su celda y le explica que ha venido a visitar a Cabronnet, que está rascándose los cataplines sentado en el suelo ante la atónita mirada de Murtagh (yo ya no sé de qué te asustas a estas alturas de la serie, chico).

¡Psss, psss, Cabronnet! ¡Míranos a nosotras, que somos turgentes y bellas!

¡Las llaves de las celdas! ¿¿¿Pero wtf hacen ahí tiradas??? Mientras que Murtagh y Lord John se encuentran en el pasillo, discuten sobre el assssssco que se tienen, quién es mejor para llevar a Brianna a Riverdance Run (stay away, abuelo, que Grey es más alto, más guapo y menos proscrito que tú) y a nosotras se nos abren los botones de las polainas con la pornovoz de John, los reguladores urgen a la comitiva a salir cagando leches ante la inminente explosión de nuestros bajos la cárcel y Cabronnet demuestra su flexibilidad alcanzando las llaves con su pie.

Las habilidades de Cabronnet son infinitas

Total, que la cárcel explota y estos se libran de milagro de quemarse el pelo con las llamas.

El departamento de peluquería intentando no dejar pelazo sano

Como el carromato estaba preparado, Melopollè y Murtagh se esconden en el remolque y Marsali sale que ni en The Fast and The Furious. Y otro que sale, pero a velocidad cuchara, es Roger, que parece un gusanito asomando medio cuerpo por debajo del chozo (debe tener una retroexcavadora por brazo, porque ha hecho el hoyo rapidito) y que, aprovechando que los Aspersores están en sus preparativos de churruscamiento curil, puede huir de su cautiverio (huida audiovisual que vemos interrumpida por una secuencia en la que a Lord John y a Bree les cuentan que han rescatado al jefe de los reguladores y les preguntan si saben algo, lo que John niega).

Las cosas que hago por amor... a Jamie Fraser

¡Pero volvamos con Roger y su eterna carrera hacia la libertad! Ahí lo tenemos, huyendo como puede con la única compañía de su Scottish voz, intentando convencerse de que está haciendo lo mejor para él, y con la del padre Alexandre, que no debe estar en buena fase del churruscamiento, ya que está inundando el bosque con sus alaridos. Roger intenta que su profunda voz le convenza de su pensamiento asertivo pero, a quién vas a engañar, BigMac, tienes el corazón tan grande como la boa.

Y la lengua, tan sucia como el resto de mi cuerpo

¡#VentePaEspaña, Roger, que te dejamos bien limpito!

Y, con a cámara lenta y con una música triste triste de tirarte por el viaducto, Roger vuelve al poblado Aspersor, donde se encuentra al padre Alexandre como protagonista único de la barbacoa que se está haciendo a sus pies mientras que todos los nativos le ven torrarse, La Yoji y su bebé incluidas.

Un Change.org para que llegue Netflix a este poblado y se entretengan con otras cosas

¡Hasta el resto de Aspersores miran con pena! ¡Pues jodíos, bajaos del burro y no lo queméis! Este duelo de cabezonerías y de creencias que atentan contra uno mismo nos está poniendo de los nervios y de las pestañas, que no veáis cómo las tenemos de los lagrimones que nos caen, entre la música y las imágenes. ¡Que alguien haga algo ya!

Sí porque, si te molestan mis gritos, espera a que me queme el culo

Otra vez que me toca satisfacer los deseos de otros

Hombre, Roger, nosotras preferiríamos que nos satisficieras otra clase de deseos mucho más placenteros, pero ahora mismo alguien necesita acabar con el sufrimiento de ese cuerpo en pena y nada mejor que hacerlo del modo escocés: empapándolo en whisky.

Los escoceses nos empapamos antes por dentro pero tú ya no tienes tiempo

[*Nota. Nos comenta una estupenda lectora que el dichoso barril ha creado controversia y los guionistas han tenido que decir que está lleno de pólvora. ¡Pues eso se deja bien claro! Como comprenderéis, no vamos a modificar las coñas de la review a estas alturas, así que, en el universo haggardiano, Roger le tira un barril de whisky de nitroglicerina 😆]

¡Menudo pepinazo suelta el whisky ese! Lo mismo es el de Jamie, que, por donde pasa, arrasa (como su creador). El caso es que Roger ha sido práctico y no se lo ha pensado al lanzar uno de los barriles que había cerca. No es una muerte bonita pero sí hará que el padre Alexandre deje de sufrir mucho antes de lo esperado. No sabemos en qué lío se habrá metido Roger al entrometerse en esta ceremonia pero no nos da mucho tiempo a pensarlo, ya que, mientras que el Aspersores azul le intentaba frenar y lo tira al suelo, vemos que La Yoji ha besado a su hija, la ha dejado en el suelo y... 

Me voy a hacer un Daenerys

Mejor poner los bajos on fire de otro modo, por favor

Las bellezas y el fandom, ahora mismo

¡¡Pero que se han quemado juntos!! Y la pobre bebé se queda solita en este mundo...

Yo le daré el amor que su madre no me pudo dar a mí

Nos acaba de saltar el radar de papifollabilidad...

Se nos caen las lagrimillas ante el dantesco espectáculo pero sospechamos que poco dolor será este comparado con el que va a sufrir Roger en la season finale, ya que vuelve a estar cautivo y, sin aliados, la vida en el chozo y en el poblado no pinta nada bien para él...

¿Nunca te hemos dicho que tienes una cabellera preciosa, hombre blanco?

Te podemos hacer la tortura inversa...

¡No toquéis ese pelazo!

¡Rogeeeeeeeeeeeeeeeer! ¡¡Que te nos vas a quedar capilarmente aireado!! Nos subimos por las paredes imaginando el nada agradable futuro de Roger mientras que nos preguntamos dónde peinetas está su equipo de rescate, que ni que tuvieran que pasar por Escocia para ir a Nueva York. Todas estas dudas quedarán resueltas en el siguiente capítulo, ¡la season finale de la temporada y de nuestras reviews! ¡¡Os esperamos!!

CONCLUSIONES FINALES

-Pues... ¿No os ha quedado la sensación de que el capítulo ha sido un poco de transición? Demasiado lento para lo que esperábamos... Que sí, que todo tiene sentido y que eran cosas necesarias y tal y Pascual pero, sinceramente, esperábamos más movimiento a estas alturas de la serie. ¡Que solo nos queda un capítulo, muchachos! La semana que viene vamos a ir con la lengua fuera de una cosa a otra, ya veréis.

-De todos modos, no seremos nosotras las que nos quejemos de poder tener en un mismo capítulo un maravilloso recital de Richard Rankin y de David Berry. ¿Queda alguien que dude de ellos? ¡Parfavaaaaaaaaaaaaaaaaaar, que nos hemos muerto del gusto con ambos! Ya sabemos que nuestra objetividad es nula en lo que al "Richal" se refiere pero esa cara, esa expresión cuando ve al cura churruscarse... ¡Con el corazón en un puño estábamos! Hoy se ha comido el capítulo y nosotras bien que lo celebramos.

-Y, si Roger nos tenía un puño ocupado con el corazoncito, Lord John nos tenía el otro ocupado con nuestras bragas. ¡¡¡Pero cómo puede ser tan maravilloso David Berry!!! Cómo clava la parte adorable de su personaje, ¡nos derrite hasta las pestañas! Pero ojo cuando se pone autoritario, ¡qué voz, madre, QUÉ VOZ! No han sido fuegos artificiales lo que veíais por la ventana, queridas, eran nuestros ovarios explotando cada vez que este hombre abría la boca. Muy pocas veces hemos deseado tanto que Ron and company se pasaran los libros por el forro de los cataplines como cuando sale este hombre en pantalla. ¡Una serie para él YA!

-Nos ha emocionado muchísimo la secuencia final (y eso tiene un mérito enorme, ya que el cura nos la pelaba bastante). La muy emotiva música escogida ha convertido una secuencia bastante dura (pero que a nosotras nos aportaba más bien poco) en una que nos ha dejado al borde de las lágrimas. Esa música nunca falla a la hora de emocionar al personal y aquí hemos caído todas bajo su influjo.

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