Outlander 5x01. A fungirlish review [Spoilers]

¡Bienvenidas a un año más de reviews outlanderianas!

¡Que empiece la fiesta!

¿Qué tal estáis, queridas? ¿Jóvenes y lozanas y con ganas de marchas marranas? Esperamos encontraros a todas más estupendas que nunca y con ganas de echaros unas risas porque para eso venimos aquí, para olvidarnos de nuestra vida y pasar un buen rato. ¡Y para ver qué les ocurre a los Fraser! Nosotras, ya sabéis, acabamos un poco hasta la punta de la peineta de la serie por tanta review y tanto estrés, pero somos unas profesionales del fUngirleo y otro año más nos hemos puesto las enaguas dieciochescas para irnos allende los mares a pasar penalidades con Jamie Fraser y compañía. ¿Cuándo saldrán las reviews este año? ¡Pues quién sabe, queridas! Intentaremos que sean semanales, como siempre, pero tenemos una vida que no podemos descuidar y a lo mejor alguna semana nos bailan las fechas. Esperamos que sigáis pasando un ratito con nosotras, sea este cuando sea. De momento, ¡vamos a echarle un ojo al primer capítulo de esta nueva temporada!

                                                                    

[Antes de comenzar, nos vemos en la obligación de señalar, como ya hemos hecho otros años, que, si bien hemos leído los libros y pensamos que la serie y ellos se parecen como un huevo a una castaña, aquí venimos a hablar del material audiovisual de modo totalmente separado y a fangirlear sobre nuestros maromos y sus andares y sus mirares, no a defenestrar la serie. Eso ya lo hacemos, si es necesario, en nuestra intimidad, como la señora de uno de nuestros gifs favoritos 👇]

Tras un más que necesario resumen de la temporada anterior (por estos lares nos acordamos de nada y menos), los de Outlander han decidido empezar tó fuertes con...

¡LA PORNO-RODILLA...!

¡GRACIAS, YISUCRAIST DE LAS PATORRAS ESCOCESAS!

¡...DEL HIGHLANDER QUE NO NOS INTERESA!

Uy, bien pronto hemos sacado a la señora a paseo...

Como esta decepción porno-rodillesca sea indicio de los chascos que nos vamos a llevar esta temporada, agárrame fuerte, Henry Cavill, que me voy ya cayendo de culo. En fin, que sabiendo que Murtagh no se tiñe el pelo, esto es un flashback en toda regla del padrino y su pelirrojo ahijado.

Sin duda soy Jamie de pequeño, tengo el mismo pelo de fregona que tendré de mayor

El padrino le está diciendo al ahijado lo que todas sabemos, que estaba enamorado de su madre le prometió a su madre cuidar de él y que va a ser como el Rexona, que nunca te abandona. Y ya sabemos que así ha sido... hasta ahora. Pero no adelantemos acontecimientos, ya que, por lo visto, nos toca pasar por la señorita Pepis y acicalarnos. En ello está Roger, que tiene más peligro afeitándose que yo suelta en un desfile de ropa interior masculina de Calvin Klein. Nuestro Jamie, sabedor de que le van a quitar los pelos de la boa uno a uno como Roger se corte el cuello en su presencia, decide ponerse las gafas de ver yernos de cerca, ya que el pobre ve menos que Pepe Leches, y afeitar él mismo a Roger, con el consiguiente acojone del mozo.

Dior mío, si lograste que Jamie no me cortara la cola, haz que no me corte la garganta

Mientras estamos en la pelu, nos enteramos de que Bree y Roger ya tienen casita para echar polvetes sin que les escuche la senectud de la serie, de que Roger tiene las mismas habilidades para vivir en ese siglo que nosotras (ninguna) y de que Murtagh le ha hecho a Bree un anillo por encargo del recién afeitadete, uno de esos con filigranas suficientes como para dejarte una marca en el dedo que parezca que te lo hubieras pillado con una cremallera. Y, como ya llevábamos cinco minutos de capítulo sin noticias de Claire, su voz nos cuenta cuatro cosas a las que no hacemos caso mientras vemos el nuevo aspecto del Cerro Fraser.

Son vecinos de los ewoks

¡Joer, cómo ha evolucionado todo! Lo mejor es la casa de Jamie y Claire, que ha debido recibir la visita de los gemelos de las reformas, han tirado tabiques y han puesto un salón con cocina open concept para que los ambientes sean más fluidos. Total, que no reconoce el Cerro ni la madre que lo parió. Todo este plano y esta gente corriendo a sentarse nos sirve para que Claire nos cuente que tienen un montón de colonos por allí y que están perdiendo el culo por no perderse la incoming fiesta, que no es otra que la boda de Bree y Roger.

Estoy mona hasta con el servilletero que me han puesto

¡Lo que nos gusta aquí una boda! 

Nosotras ya estamos preparadas

Ya sabéis que somos unas perras insensibles en tres cuartas partes de los momentos que nos enseñan entre Claire y Bree, así que preferimos irnos con Jamie, que está preparando las cuatro cosas que toda novia debe llevar: algo azul, algo prestado, algo nuevo y algo viejo.

Si las perlas pudieran hablar, las guarrerías que podrían contar

Ois, las pornoperlas, cuántos recuerdos nos traen...

Y lo que se ve al fondo lo que nos trae son calores

Nosotras, cada vez que recordamos esa noche de bodas

No acalorarse de más, haggards, que nos queda mucho capítulo por delante y hay que llegar con la hidratación intacta. El caso es que ahí está el padre de la novia, más bonito que un San Luis recopilando cositas para su hija y arreándose un trago de whisky por camino, que un escocés no perdona el bebercio ni al pie de la tumba. Y el pobre lo necesita, porque está nervioso por casar a su hija y no cuidar más de ella (la insensibilidad haggardiana nos tendría pegando botes de la alegría por perderla de vista, pero Jamie es HAMOR) y está preocupado porque se casa con un gafapasta intelectualoide que lo máximo que sabe de la dura vida es ver al de Bricomanía haciendo un castillo con sus manos y tres ladrillos. ¡Un poco de fe en Roger, Jamie Fraser! ¡Que si es capaz de soportar a tu hija, es capaz de sobrevivir a esa época!

Os ignoro porque al final soy yo la que se lo chinga y vosotras no

Mientras Jamie y Bree se lamentan por la ausencia en la boda de Murtagh (expulsado de la juerga por habernos engañado haciendo que nos ilusionáramos pensando en la porno-rodilla fraseriana), nuestro pelirrojo favorito le pone a su hija las perlas del amor.

Si supieras por dónde le pasé a tu madre estas perlas en nuestra noche de bodas, no pondrías esa cara

Estate quieta mientras que te las paso por las tet...

Hoy no sobrevivimos

Jamie está emocionado por poder casar a su hija, aunque sigue con la penita de tener que entregársela a otro hombre que le va a hacer guarrerías por la noche y por el día.

My body is ready for the trocotró with my husband, papi

No hay duda de que llevas mis genes, yo también estaba ready for the trocotró el día de mi boda

¡No es que estemos todo el tiempo con la boda de Jaime y Claire en mente -capítulo 7 de la primera temporada, cuyas reviews podéis leer aquí y aquí 😆-, es que ellos mismos nos hacen unos paralelismos que nuestros bajos se ven obligados a recordar!

Jamie llevando a su hija al altar

Nuestras babas llevando a Jamie al altar

¡Y allá que vamos, al bodorrio!

Voy la primera, porque es mi serie

Mientras van camino del altar que parece decorado por un mantón de flecos de los que usaba Lola Flores y en el que ya espera un acojonado Roger, podemos ver entre los asistentes a Melopollè y familia, a la Joqui, a Lizziepollas, al Gobernador Tryon y a nuestro adorafollable Lord John, que sabemos que solo tiene ojos para el padre de la novia.

Mejor que miren a Jamie, asi no miran el look capilar que le han arreado a Roger esta temporada

Como experta en pelo te digo que ese estilismo te desgracia el melofollismo

La ceremonia es preciosa, llena de amor y los moñismos propios de estos momentos. Y Jamie, ignorando a esos herejes protestantes, mira alrededor y ve la cantidad de vidas y de amor que les rodea, todo gracias a que, en un determinado momento, le hizo a Claire la tres catorce y se casó con ella (y luego ella usó sus poderes de Neutrex para volver a él y luego vino la hija y luego vino el yerno...). Qué gran día fue aquel, cuando las haggards estábamos arrastrando el culo por el suelo mientras veíamos el capítulo y los protagonistas estaban emocionados...

Claire iba más pedo que Alfredo

¡Qué cogorza llevaba en la boda!

Y Jamie llevaba palote hasta el ci**te pelote

¡Cómo quería percutirte aunque estuvieras beoda!

Quién nos iba a decir que cinco temporadas de reviews más tarde...

...íbamos a ser unos viejales cuya cama aún está que arde

¡Pues menos drama y más cama!

A todo esto, vamos a aplaudir, ¡que estos dos ya se han casado y ni les hemos hecho caso!

¡Que vivan los recién casados!

Si echamos un kiki aquí mismo, esta gente ni se entera

Tras la ceremonia, viene la parte del condumio, abundante para dar de comer a tanto colono cuyo estómago es un saco sin fondo y a John Quincy Jones (ya sabemos que es Mayers pero le bautizamos sin darnos cuenta y ahora nos da pena quitarle su musical nombre), que se puede comer a todos los escoceses presentes. Al Gobernador Tryon, no, porque es verle y provocar acidez estomacal, que es justo lo que le pasa a Jamie cuando mantiene con él la típica conversación en la que te hablan de cultivar patatas pero realmente te quieren decir que cierto gobernador inglés sabe que le has escrito mierdas y que no le das lo que necesita. ¿Una hostia? Eso que no le falte, claro, pero él pensaba más bien en la cabeza de Murtagh. A buen entendedor... El que no entiende nada es el nuevo miembro del clan Fraser, que ve cómo su suegro le sonríe y brinda por él cuando sabe que le considera una garrapata presbiteriana cochina y marrana (confirmado por le petit Melopollè).

Yo creo que, como me vuelva a afeitar, me deja sin boa

Acércate y verás, yerno...

La que se acerca a ellos es Jocasta, que pide hablar con Roger. Nuestro maromo se extraña pero por supuesto accede, aunque secretamente le dice a Bree que tal vez cuando regresen (a su tiempo, será, porque no pensamos que quiera volver a la tribu de sus amigos los Aspersores), podrían repetir todo este pifostio para estar más preparado.

Eso quiero saber yo, cuando volvamos... ¿a dónde? ¿A la casilla de salida del Monopoly?

Pero no vamos a amargarnos la fiesta tan pronto, que el día es largo y la noche más, sobre todo si viene llena de bebercio y de gente bolinga diciendo guarreridas.

Adoro las rosas rojas y el verdor de un pino,
menudo gazpacho haríamos con tu nabo y mi xumino

Mientras Lizziepollas se lleva a Roger para echar unos bailes (seguro que con la intención de que notar cebolleta aunque se la arrimen sin querer), Brianna decide que sería fantástico partirse el ojete riéndose de su padre intentando ser un yeyé, así que alegremente va a buscarlo. ¿Y qué pasa en esta serie si estás alegre? Pues que te llevas el hostión de tu vida por escuchar lo que no debes.

El politono de Cabronnet

Pues sí, mala hierba nunca muere y esta es de las peores que se han cruzado por el camino de los Fraser. A Brianna le empieza a recorrer el entreteto un sudor frío que le quita la alegría de vivir y, para quitarnos a nosotras la nuestra, se pone a hablar con su madre sobre Mñe y lo contento que estaría de verla casada con un intelectualoide que si tiene callos en las manos es de coger la estilográfica y de hacerse pajotes. Mientras tanto, la Joqui es llevada por su fiel Ulysses a una choza para encontrarse con su amante bandido, bandido...

Corazón, corazón malherido

Pues va a ser que no, aunque ciertamente ambos gustaban de llevar las piernas al aire.

Pero él no llevaba el badajo alegre, como yo

Resulta que la Joqui ha ido al cobertizo a la hora de las gallinas como el resto de las parejas de bien de esta serie, ya que, mientras que los demás bailan y beben, a la familia Fraser y demás apellidos relacionados les han entrado unos picores supremos en los bajos y han decidido retirarse pronto pero no precisamente para hablar... 

Pues ahora mismo Jamie lo único que puede hacer es hablar y cambiar pañales

Jodíos modennos que encaloman a sus hijos a los abuelos

Bueno, ignoremos nuestra pequeña decepción guarreril porque... ¡por fin podemos ver a Jamie con su nieto!

¡Se nos mueren los ovarios de amor!

Jamie aprovecha para comentar con Claire su estupenda conversación con el gobernador, al que prefiere tener como amigo que como enemigo, que ya sabe cómo se las gastan los red coats cabreados. Pero vamos a ver qué tal están los recién casados, a los que esperamos encontrar en bolas y por el cuarto polvo.

Están los dos con el pornocamisón sepsi

Quitad eso, que hiere mi sensibilidad de maromo eternamente descamisado

Cierto, pero tú no tienes ese matojo que luce Roger

Ahí me escondo y no me encuentran

Tenemos a los novios más nerviosos que yo cada vez que sueño con que le toco el culo a Henry Cavill en The Witcher, así que Roger decide tranquilizar un rato a Bree tocándole...

Que no sea por falta de sugerencias

...la guitarrita

Era mucho pedir que te tocaras la flauta

Pero nuestro cabreo se pasa en cuanto Roger empieza a cantar de modo maravilloso la preciosa L.O.V.E. Y, como love is in the air, mientras que suena la bella tonada, en esta secuencia más de una va a acabar bien fo**ada.

La novia recién casada...

¡A estrenar el estado civil con ganas!

¡Vuestros deseos son órdenes!

La viajera del tiempo que se llevó la boa highlanderiana...

¡Percutid como si no hubiera un mañana!

Y también se llevó su pechote

Y su culazo y su apéndice palote

Con Jamie necesitamos aquí el motor de un Airbus

La viejuna cuyos bajos reverdecen...

¡Quita eso, por Dior, quítalo!

Espera, que no tenemos claro que ahí abajo se esté acertando, que necesitan lecciones de Tetris (o de teto)

¡¡Quítalo igualmente!!

Nosotros hoy libramos porque Melopollé ha catado y acertado

Una demógrafa alegrándose de que Melopollè arregle la piramidè de poblacionè

Pues nada, yo me dedicaré a ver Netflix

Ay, ¡lo que nos encantaría un noble palote para nuestro Lord John! Pero tendremos que conformarnos con que eche un polvo todo Penry menos él, sabiendo que ofrecerle nuestras turgentes carnes solo serviría para que cogiéramos frío. Los calores del refrote se pasan y dejan paso a los pensamientos del día a día, y Bree vuelve a fruncir el ceño ante las terribles noticias de Cabronnet. El glow postcoital también desaparece de los rostros viejunos ante la imposibilidad de estar juntos por la jodía rebeldía de Murtagh (y, ¡ojo cuidao!, por el posible matrimonio de la Joqui con otra Scottish boa, la de Duncan Innes, viejo conocido de Murtagh y Jamie).

Me desea más gente que a una ganga del Zara

Se nota en el ambiente que a Jocasta no le vuelve loca ese pretendiente, pero Murtagh se hace el digno (o el generoso) y decide no interponerse en el camino de esa posible nueva vida de nuestra Joqui. ¡Ay, qué penilla! No es que nos volviera locas ver a estos ejercitando los muelles del Pikolín, pero era algo bonito y nos hacía tenerle algo menos de manía a Murtagh (porque, let's face the truth, chatas, América le ha sentado como una patada en los cataplines y nos tiene tres cuartas partes de las veces mirándole revirao). En fin, que nos vamos a la consulta de Claire, a ver si verla sacando muelas nos quita las ganas de tener ganas.

Ganas me están dando a mí de que descubran mis Américas y mi Mato Grosso

Lizipollas no tiene Tinder pero está a ver si hace match con un jovenzuelo de pelo raruno y nombre desconocido.

Así puedes llamarme en la cama

Confórmate con que te llamemos Josiah hasta que se nos ocurra algún mote. Mientras tanto, Ulysses le enseña a la Joqui los huevos que se va a meter en la boca 🙄🤣 cuando llega Roger esperando que le caiga una bronca, ya que sospecha nuestro adorafollable que para jugar al mus no le ha llamado. Y, efectivamente, en eso no se equivoca, pero sí en lo demás, ya que Jocasta le informa de que, viendo lo petarda que es Bree, se ha pensado mejor lo de dejarle Riverdance Run a ella y se lo ha dejado al pequeño Jemmy, no sea que Bree herede y al final el hereje Mackenzie le haga divorcieramente la tres catorce a la pelirroja y se quede él con todo. 

Picueto me hallo, oye

Pues espera, Mari, que tal triquiñuela esconde otra mayor: que quieras ejercer de padre del pequeño por su futura fortuna, no sea que no quieras ser su figura paterna ante la posibilidad de que el pequeño tenga genes cabronnetiles.

Maquiavelo y yo, primos hermanos

A Roger se le carda solo el pelo de señora que le han puesto ante semejante insinuación, ¡no querer él al pequeño Jemmy! ¡Que no lo verá usted porque es ciega y no será Matusalén, pero ese niño es tan de Roger que va a tener la misma manta zamorana en el pechote que su padre! 

¡Seremos el Acolchaditos Team, vieja pelleja!

Es tal el cabreo que se pilla Roger que le dice a la Joqui que se meta el dinero por sus Lowlands, sin saber que ha hecho justo lo que ella esperaba de un verdadero escocés...

Así concibe la vida Jocasta

Y ahora viene un momento de ver a Claire en su faceta de doctora Quinn con el Josiah (que parece tan pazguato que le vamos a llamar Sosiah, porque más soso no se puede ser), que solo sirve para que veamos el chiringuito que se ha montado la Fraser y para que sepamos que Sosiah lleva en su cuerpo la marca del zorro de ladrón. Jamie sale por patas de allí pero le entran unas terribles ganas de meterse dentro a jugar al cinquillo con las bacterias cuando ve que fuera le está esperando Tryon para decirle que ya está hasta la peluca de la vida y que ha llegado el momento de echarles el lazo a los reguladores, atrapar a Murtagh y colgarle como a un jamón. Por supuesto, contará con la ayuda de soldaditos y del teniente Knox, que es ese red coat que lleva todo el capítulo pululando por ahí como si no le hubieran dado guion.

Puede que me esté aguantando el pis

Total, que tiene una semana para prepararse la muda limpia antes de meterse en un nuevo fregado, y en esos pensamientos dejamos a Jamie para irnos con un Roger enfurecido que va a reclamar a Jemmy.

Como me he educado en Oxford, me enfurezco pa dentro

Pero cabreado va, así que, muy acorde con eso de vivir en la época de Maricastaña, se corta el dedo y "bautiza" con su sangre a Jemmy, reconociéndolo como su hijo, sangre de su sangre, hueso de su hueso y siguiente generación de manta zamorana pechotil. 

Tengo un nombre que como para hacerme cuenta en Twitter

Y, mientras que una familia se une, otra está a punto de separarse, ya que Jamie va a contarle a Claire que, como ya ha empezado la serie, empezamos también con los sufrimientos y las movidas varias. Ya saben lo que el futuro les reserva por allí y Jamie necesita asegurarse la lealtad de sus hombres para que, cuando suenen tambores de guerra, le apoyen a él y no a la Corona. ¿Problema? Pues, entre mil más, Roger, que tiene toda la pinta de ser los que empuñan un fusil y se disparan en un ojo.

Y ahora os voy a lanzar una mirada bajabragas para prepararos para lo que viene

¿Que plantes tu semillita en nuestro huerto?

Casi, casi, porque patiabiertas os vais a queda ante...

El regreso de la porno-rodilla

¡Que nos pone perraquillas!

¿Qué? ¿Os tiemblan los piticlines con el regreso del escocés y su badajo?

¡Nos has explotado lo de abajo!

Yisuscraist de los Kilts Conservados con Polil, ¡Jamie Fraser con su kilt y nosotras con las bragas de cuello vuelto! Ay, ay, qué maravillosidad ver que le pueden cambiar el pelucón y poner gafitas pero sigue con ese toooooooooorso y esas finas caderas que hacen que le quede todo igual de bien que antes (ya, ya, es ciencia ficción, pero dejadnos disfrutar de nuestras tonterías). Y es que, si Tryon quiere un escocés, él le va a dar escocés y medio (con cuarto y mitad de cierta escocesa parte nos conformaríamos nosotras, ay omá, qué rico). Sabemos que Claire cataba rait nau también el Scottish lomo, pero Jamie no quiere perder el tiempo en mozas que ya tiene cameladas y sí quiere camelarse a todos los mozos que están fuera disfrutando en el campamento Krusty.

Le voy a prender fuego a esta cruz para iluminarme mejor las rodillas

El fuego ha salido de nuestros bajos

Y, de ese modo tan discreto, Jamie convoca a todos para decirles que, en las Highlands, cuando el jefe del clan iba a la guerra, le prendía fuego a una cruz y esa cruz ardiente era un mensaje que les decía a sus hombres que se agarraran los machos, besaran a sus mozas y se prepararan para la batalla. 

¿Cuánto hemos bebido, que ha llegado una guerra y ni nos hemos dado cuenta?

Jamie les grita que ya sabe que no son un clan pero todos son amigos y vecinos de los que se vigilan los pepinos, así que le ha dado por pensar (así, de la nada, de estas cosas que le da por pensar a uno) que, si llega el día de mañana y hay jarana guerrillera, espera de ellos su apoyo y que luchen con él.

Voy yo con lo que tengo aquí colgado

¡A nosotras eso no nos lo dices dos veces, Jamie Fraser! Por desgracia, ni nos lo dice a nosotras ni a Lord John, se lo dice a Roger, que está que no sale de su empanamiento. Por suerte, hay un escocés random al lado que sale raudo y veloz a prestar su juramento de lealtad a Jamie Fraser (y a arrodillarse para ver si el pelirrojo lleva el kilt como un verdadero escocés, que aquí nos conocemos todos ya). Cuando Roger es convocado, no le queda más remedio que hacer lo que su suegro le dice y aceptar, de paso, su sorprendente nombramiento como capitán Pescanova, que es el mejor modo que tiene Jamie de protegerle. En ese momento, Roger se da cuenta de que no está jugando a las casitas y decide agachar el lomo y hacer lo que debe.

Que se note que he estudiado

Al final va a ser más listo de lo que parece (y más raro)

Así, uno por uno, van todos a ver bien de cerca las míticas porno-rodillas y, de paso, jurar lealtad a Jamie, mientras que este les dice que igualmente, que ahí está para todo menos para prestarles dinero, y que no volverá a encender esa cruz salvo para ir a la guerra...

Mira, Mari, yo ya no puedo con la vida y eso que acabamos de empezar

Pero, ay, queridas, esto es Outlander, donde lo bueno y lo malo van de la mano y las nuevas alianzas se deben ver compensadas con la ruptura de la más longeva y sentimental de la serie. 

 

Pues parece una po**a como una olla

Hay peores cosas con las que entretenerse, Jamie. Murtagh y él están hablando sobre el devenir de esa tierra, sabedores ambos de que van a luchar por lo mismo pero de diferentes modos. Y es que Jamie tiene una familia a su lado y Murtagh no tiene ni hijos, ni amante ni perrito que le aguante y sí unas ganas locas de hacer lo que debe hacer. Jamie lo sabe y, como también sabe lo que va a pasar con su padrino si se queda por allí y que el juramento que le hizo cuando era un niño de pelo estropajoso es lo único que le retiene por esos lares, le libera de él para que pueda irse.

Con este pelo a lo Gandalf no es que sea un camaleón precisamente

No encontraréis en esta serie un amor no guarreril más grande que el nuestro

Me duele ver esto más que no poder comerme un bocata de morcilla

Y con esto y un bizcocho, Murtagh y Jamie se separan, quién sabe si para siempre.

No es pena, es la goma del calzoncillo, que me ha atrapado un pelillo

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyy, que estábamos un poco hasta el gorro del porculismo de Murtagh pero nos da muchísima pena que se separe de Jamie! ¡Y con un futuro tan oscuro! ¿Qué les deparará esta temporada? ¿Podrán volver a reunirse con la salud intacta? Son muchas preguntas y muchos los sufrimientos que nos esperan, pero solo podemos conocerlos de un modo: ¡viendo Outlander! Temporada movidita is coming, así que, queridas, agarraos el cardado y, si os apetece, ¡os esperamos por aquí en la siguiente review para seguir sufriendo y disfrutando!

Y para hablar un rato sobre esa coleta estropajosa

CONCLUSIONES FINALES
-¡Se prevé una temporada de lo más interesante! Estamos con la gomilla de las bragas encogida ante el más que probable enfrentamiento entre Murtaugh y Jamie, ¡eso solo puede acabar mal! Presentimos tiempos de lágrimas para Jamie Fraser y eso nos tiene ya con el corazón en un puño (aunque, claro, ¿cuándo se prevén tiempos buenos para nuestro highlander favorito...?)

-Nos las veíamos muy felices empezando con una boda (y su noche 😏), pero hemos disfrutado con esa torta en forma de noticias de Cabronnet que nos dan para que se nos pase la alegría. Esa será otra de las tramas que nos encogerá la ropa interior y tenemos ganas de saber qué se guardarán en la manga para hacernos pasar un mal rato #HemosVenidoASufrir.

-¡Hablemos de bodas! Qué detalle más bonito ver a Jamie y a Claire renovando sus votos matrimoniales ignorando a Bree y a Roger 🤣. Todas teníamos en la mente su boda (Y SU NOCHE CORRESPONDIENTE), pero ese pequeño flashback ha sido un momento tan bonito... que nos hemos tenido que poner el capítulo siete de la primera temporada para recordarlo apropiadamente (como si lo hubiéramos podido olvidar).

-Roger cantando, ¡ROGER CANTANDO! Pero, por favor, ¿¡¿por qué canta tan poco?!? Ay, qué gustazo para nuestros oídos ver a uno de nuestros mozos favoritos cantando esa preciosa canción. Ya sabéis que adoramos a Richard Rankin y, a pesar de que esa peluca le quita parte de adorafollabilidad, le hemos visto el pechote y cantando, así que alguna haggard por aquí hoy ha dormido feliz.

-¡Viva esa nueva cabecera! Ya sabemos que, como la de la primera temporada, nada, pero por aquí nos hemos quedado gratamente sorprendidas con la nueva versión llena de armonías vocales, que parece un coro de góspel. 
-Y hemos arrastrado bien el culo viendo a Jamie Fraser con el kilt y su correspondiente aparataje. ¡Viva la porno-rodilla!

-Damos las gracias al Dior de Outlander por haberle hecho un extreme makeover a la casa grande de los Fraser para que realmente sea una casa GRANDE y no una choza. Nosotras no estamos para pulular por una serie donde los casoplones no pueden albergar a cincuenta familias sin que se crucen por los pasillos, como comprenderéis, así que estamos encantadas con el paso de los Fraser por Tu casa a juicio.
-Y damos las gracias al guionista de este capítulo por haber metido a Lord John con calzador para darle un momento crucial y que, de paso, podamos gozar con su adorafollable presencia. 

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