Mostrando entradas con la etiqueta Anatomía haggardiana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Anatomía haggardiana. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de marzo de 2015

Anatomía haggardiana: boa

Queridas haggards, bien sabéis que somos un referente en cuanto a la sutileza y a la clase. Que llevamos la lentejuela, el cardado y los diamantacos por bandera y que never never somos zafias y groseras a la hora de hablar. Pero también sabéis que llevamos un radar en la mirada para saber ipso facto si un maromo tiene en él una parte digna de mencionarse en nuestras clases de anatomía haggardiana. En diez segundos ya sabemos si tiene pechote, cogote comestible o porno-rodillas. Pero si hay una parte que una buena haggard admira en un maromo es, sin duda, la más importante y más esquiva a la vista: 
la boa.

¡Prioridad máxima!

Hemos de señalar que estamos en una sociedad en la que enseñar tetas produce sonrojo y enseñar xixi es un atentado a los ojitos (como si fuera una cosa que no tiene nadie). Pero enseñar badajo... Mother of mine, ¡eso es de locos y pervertidos! PUES NO. Vamos a reivindicar aquí ese apéndice maravilloso poco enseñado por nuestros maromos y que tantos momentos ajfdhgajkhfkajsdhfkjsdhf nos proporciona. Ese centro de gravedad permanente maromial hace ganar muchos puntos a cualquier machote y las haggards sabemos apreciarlo siempre de un modo muy sutil, como demuestra nuestro tablero de Pinterest. 


No vamos a entrar aquí en si una boa tiene que ser constrictor o culebrina, eso ya va al gusto (y los gustos son como los culos, que todos tenemos uno -en el caso de JLo, tres y todos juntos-), sino que vamos a realizar un profundo análisis sobre los modos que tienen de mostrarse.
 
Vamos, Kim, que me he puesto las gafas de boas de cerca

¡A tus órdenes, Cassie! Sean como sean, hay que reconocer que, por regla general, suelen mostrarse muy tímidas y no quieren que las veamos. Aunque no por eso dejamos de darnos cuenta de que existen, ¿verdad, Jon Hamm?

Cuidao, que te salta un ojo
Un señor penis, sí

El Hamm de Jon tiene cierto cariño a ir por el mundo a su aire y sin amarras y nosotras no podemos más que alabar su independencia (y preguntarnos si eso no será un poco incómodo, la verdad, porque además parece que nuestro señor Draper tiene una boa de buen calibre). 

Pe*e Draper, toda una vida a boa suelta

Pero, aunque ir commando por la vida es una incitación al folletisco y queda muy guarrer y erótico-festivo, no termina de convencernos. A nosotras nos gustan más como la Gandyboa, que se nos enseña según la siguiente escala de timidez, a gusto del consumidor.

Espera, Kim, que aumento el tamaño de la visualización...


-TURBOPACKET BOA (Ventilador Modo Abanicos de Locomía Máxima Potencia)
La Gandyboa es especial para nosotras porque siempre ha despertado lo más perraquil que estas haggards llevamos dentro (¡haters del Gandy, estamos hablando de su boa, no de su cara, que os veo venir!). David Gandy nunca ha tenido problemas para marcar los contornos de su herramienta percutora, ahí, con el slip clarito, que nuestra imaginación no tenga que hacer mucho ejercicio para conocer las curvas de esa autopista boíl hacia la felicidad.


Vamos a quitar los impedimentos textiles y no parar ahíkldajsñfksdfjmnfk

Ya sabemos que en el mundo modeli las boas se marcan por doquier, no iba a ser David Gandy el único. ¡Loados sean Calvin Klein y Antonio Sabato Jr.!

Que la sombra nos revele el calibre de esta boa...

Hasta el mismísimo y fallido Christian Grey, Jamie Dornan, ha intentado hacerle cincuenta sombras a nuestra boa favorita, con un resultado medianamente decente.

A ver, Kim, que voy a echarle un ojo al bocaseta, sin que sirva de precedente

Yo creo, Cassie, que en estas fotos, que la boca la tiene cerrada, frunce y tiene barbita, esa boa insinuada le da un plus de follabilidad.

Esta haggard sabe apreciar un buen punto cardinal


- TEASING BOA SEMIAIREADA (Ventilador Modo Molino Eólico Girando En Un Huracán)
A veces, nuestros maromos deciden que sus instrumentos percutores necesitan ser un poco aireados y mostrados, pero poco, no sea que alguien se pueda emocionar y sufran asaltos que lleven a momentos satisfactorios pero probablemente en lugares poco adecuados. Son la mezcla justa entre insinuar y mostrar, lo que hace que automáticamente se nos bajen los colmillos y se nos suban las enaguas a la cabeza.

Gandyboa, siempre pionera en hacernos un que-sí-que-no y dejarnos cachondas perdías
De repente nos ha entrado hambre (aunque nos entraba otra cosa...)

Las pobres boas a veces van muy maltratadas en esos pantalones vaqueros que constriñen la masculinidad, que diría nuestro adorado Drustan el El beso del highlander. Pero la boa de Christian Grey va fatal, la pobre, con esa costumbre tan fea que tiene su dueño de llevarla sin proteger en los vaqueros del fornicio mñe. Normal que asome en cuanto que le dejan.

Somebody help meeeeeeeeeeeee!! ¡Que las costuras me rozan!
Uf, qué calor me ha dado con lo mejor de la película...


- BOA AU NATUREL (Ventilador Modo Huracán Que Desplaza Casas de Kansas a Oz A Tope De Power)

¡¡Vamos, show us the tema!!

[¡A ello vamos!]
La boa en estado puro, sin conservantes ni colorantes. What you get is what you see, que diría Tina Turner (haggard de pro). Aquí ya no hay postureo ni costuras de calzoncillos ni fantasías que nos distraigan. Para llegar a conocer a una boa por sí misma hay que tener o mucha confianza con la boa o un maromo con mucha confianza en sí mismo que no tenga problemas en compartir sus virtudes con nosotras. Y de estos, queridas, tenemos unos cuantos ejemplos.


A nuestro David le encanta tomarnos el pelo (una pena que no nos haga otra cosa) que sí que no que me recojo el badajo con el refajo y te quedas con las ganas. Pero si hay que quedarse en bolas por amor al arte y al David de Miguel Ángel, pues se queda sin problemas.

Si quieres ver la Gandyboa en todo su esplendor, pincha aquí
¡¡Yisuscraist, aire!!

Ben Affleck en Perdida decidió que, si en la vida vas a la ducha con el badajo colgandero, en el cine también hay que ir así. Que oye, por nosotras que no se corte, ¡como si quiere ir así a comprar el pan! Lo que pasa es que le daba cosica enseñar todo el material y quiso que se viera un poco de refilón, que tampoco era de plan de tener su boa all over the world. Ay, Ben, you know nothing, chato... 

La esquiva boa de Ben la puedes ver aquí
¡Quién iba a saber que tenías así el Daredevil!

Pero si hay una boa cinéfila de nuestro taste (mmmmm...) es la de Michael Fassbender. En Shame le da tanto uso que acaba pulida y reluciente. Lo adorábamos mucho antes de hacer esta película pero cuando se mostró tan shameless y se paseó con los trofeos al aire nada más empezar la historia nos faltó tiempo para ponernos perracas perdidas.

Para ver la Fassyboa en libertad, pincha aquí
Fuck yeah!!!

Pero si hay un actor al que le tenemos la boa casi tan vista como la cara ése es nuestro escocés favorito.

¡Pero Kim! ¡Pensaba que yo era vuestro escocés favorito!
¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaadios vida!!

[Un segundo, por favor, que nos refresquemos los calores]


Es verdad, Sam, vamos a hablar de nuestro segundo escocés favorito, Ewan McGregor. El chico que jamás envejece y que está más bueno que el pan con chocolate no tiene ni pudores ni tonterías. Si le ofrecen un papel que le exige liberar a Nessie, lo libera. Y debemos decir que lo ha liberado bastantes veces...

¿Curiosidad por su scottish boa? Pincha aquí
Y aquí si no has tenido bastante
Que sí, que no sólo de boas vive una haggard pero que, si alabamos el cuerpo masculino como debe ser alabado, como la obra maestra que es (siempre dependiendo del maromo, para qué nos vamos a engañar), debíamos dedicarles una entrada en esta sección. Os tenemos en alta estima, boas nuestras, seáis tímidas, exhibicionistas, os presentéis con calzoncillos de cuello vuelto o escondidas bajo un kilt. Long live the boa!!

Kim, honey, ¿has dicho scottish boa? Porque hay una que quiero ver...

¡Tú y todas, Cassie! ¡Que no va a tener Claire la exclusiva para siempre! Ahora, nosotras también sabemos lo que guardas bajo ese kilt, Jamie Fraser...

LONG LIVE TO THIS SCOTTISH BOA!!
(¡¡Que no queda nada para el 4 de abril!!)


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This Share This

lunes, 9 de febrero de 2015

Anatomía haggardiana: cogote comestible

Lo prometido es deuda y regresamos con un post con maromos tras el armageddon visual de Retorno a EdénYa sabéis que las haggards somos muy de observar punto por punto la anatomía masculina para sacar nuestra vena fungirlera. Por eso, cuando leemos una novela o vemos una serie o película con maromo candidato a engrosar el repertorio de tíos ñakdjfklñadsjgalñksdjfñalsdhgñlas, no perdemos el tiempo y lo metemos ipso facto en nuestra lista de melofós y/o adorafollables en virtud de una o varias cosas de sus cuerpos que nos ponen a ladrar. Y es que es vislumbrar en pantalla un pechote o una porno-rodilla, o que nos describan al protagonista de la última novela romántica que llevamos entre manos como un tipo cuyos brazacos revientan las costuras de la levita, y tener que recurrir al desfibrilador ovárico para poder seguir con nuestra tarea.


Haggard viendo "Jane Eyre", por ejemplo

Hoy traemos una parte del cuerpo por el que sentimos debilidad: el cogote. Un buen cogote debe cumplir el requisito de ser comestible, esto es, que nos den ganas de hincar ahí el diente y, cual leona en plena cacería, no soltar la presa. ¿Y cómo es el cogote comestible? Los hay de dos tipos. 

El cogote peladico
Este tipo es el que deja ver una nuca bien recortada y un cuello mordisqueable a tope. El piquito que se hace justo en medioñashgñasdhgasñs es un plus añadido al atractivo que ya tiene de por sí una nuca peinada a la perfección. Aquí las orejas quedan a la vista y, si son monas, el bocao se extiende hasta ellas de manera irrefrenable.


Nos gustan los cogotes clásicos y más el de Jimmy
Lote completo: cogote, orejas, nariz, mano...
Nada como un militar para ver esta maravilla
Ese piquitoñashjgñadjksfaslsñajkdfsa
Batmanñadjfñalskjdfaslñfk!!!
 Hugh "Cogotefollable" Jackman
¡¡¡Cuellaco!!!
El Richal mostrando sus encantos para peligro de nuestros ovarios 
Don Draper "The Elegant Nape"
Pero, pero, PEEEEEROOOOOOOOOOÑADKSJFÑALDSFJASDÑ!!

El cogote despeinado
La maravilla de maravillas, el must de todo héroe de novela romántica, ese cogote que, aun perteneciendo a un duque o a un marqués, tiene unos pelillos rebeldes que se rizan justo ahí y son una tentación al bocao, al lengüetazo o a lo que se tercie. Relacionado con este tipo de cogote están los ya comentados pelos de recién follao, otro de nuestros imprescindibles. Ejemplos de este tipo los encontramos en varias de las novelas románticas que hemos leído las haggards, como ese Sebastian Ballister, alias Lord Belcebú, protagonista de Lord of Scoundrels; o Zachary Bronson, el tiazo de Where dreams begin. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejamos ejemplos de lo que viene siendo para nosotras esta parte fundamental de la anatomía maromial. ¿Preparadas?

¡Afilad vuestros colmillos!
Los rizos, ¡¡¡¡¡LOS RIZOS!!!!
Todas somos Andrómaca con este Héctor 
¡Eh, sí, sí, tú! ¡Te vamos a masajear el cogote con la lengua!
Bocao, lengüetazo y añsghjañlskdfjasñlgñlakdsfjs
King of Napes
Hugh nos gusta de todas las maneras
Scoundrel nape
Pelillos cogotiles + traje de chaqueta = petticoatless haggards

¿Cómo se os ha quedado el cuerpo?

¡QUEREMOS SER BOTELLAAAAA!
Haggard con la lengua entrenada en lamer cogotes


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
Share to Facebook Share to Twitter Email This Pin This Share This