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miércoles, 7 de enero de 2015

Diccionario haggardiano: Adorafollable

Ya sabéis, queridas haggards, que nosotras somos mucho de indignarnos. A pesar de ser fieles defensoras de la lengua de Jamie Fraser española, tenemos una cruzada particular contra la RAE por su pobre diccionario, en el que encontramos tremendos fallos como la ausencia de "pechote". No nos ha quedado más remedio que intervenir, creando un diccionario como es debido lleno de términos must que recogen todas las necesidades del lenguaje haggardiano que los viejunos de la RAE se empeñan en ignorar (¡pero sabéis que este diccionario va a dominar el mundo, muajajajajaja!).
Si hay una palabra unida a una haggard es la que vamos a definir hoy. Es una de nuestras palabras estrella, la que toda haggard como debe ser maneja habitualmente en su vocabulario, aquélla que queremos que se extienda y sea conocida por todos los confines del Universo. Viene a rellenar(nos) el enorme hueco que todas vemos en el lenguaje. Repetid con nosotras: Sam Heu 
A-DO-RA-FO-LLA-BLE

Según la Sublime Academia Haggardiana de la Lenguaca (de Jamie Fraser), la definición de “adorafollable” es la siguiente 


Porque, para qué vamos a andarnos con rodeos, leemos “adorafollable” y nos viene una sucesión de imágenes a la cabeza como éstas:

Adios bragas y cordura
Sonrisa tierna y mirada percutora
Le voy a agradecer yo a lengüetazos
No LeCabe tanta adorafollabilidad bajo el kilt

[No pasa nada porque a nosotras sí que NosCabe toda, grrrrrrrrrrrrr]
Pero ojo cuidao que Sam Heughan sin kilt caracterizar también parece tener un componente de adorafollabilidad bastante marcado. Nosotras estamos más que dispuestas a comprobarlo, así que ya sabes, #SamQueTeVengasPaEspañaCoñio

Te pone esa sonrisa y le arrancas los botones a mordiscos
¡Y encima te guiña el ojo! ¡Pero ven aquí, escocés, que te como hasta el clan!

Tenemos que hacer especial énfasis en eso de que, para ser adorafollable, tienen que estar compensadas la adorabilidad y la follabilidad. Podemos encontrar un maromo adorable que lo que nos despierte sean ganas de decirle "te quiero mucho pero como amigo", frasaza bajaempalmes donde las haya.

Qué majo eras, Ross, y qué poco nos ponías

Pero también nos podemos encontrar a maromos que nos dan ganas de quitarles la ropa a bocaos antes de decirles nuestro nombre, tales son sus niveles de follabilidad, aunque luego no seamos capaces de mirarles con cara agilipollada mientras nos salen corazoncitos de los ojos. 

Melofollismo supremo pero de adorabilidad esquiva

[También vamos a ser sinceras, si los niveles de follabilidad son tan altos, seguro que intentamos encontrarles la adorabilidad por algún sitio]
"Adorafollable" es primo hermano del término "adorazorrable", otro must para una haggard aunque con connotaciones más cabronas, como corresponde a su inventora, la gran adorazorrable Sadie Saxton (lo segundo mejor de "Awkward"). Lo mejor de "Awkward", sin duda, es otro adorafollable, esta vez en su versión más pollo, Matty Mackibben (y si no sabéis quién es, pinchad, aunque habrá daños colaterales para vuestras retinas). Aquí la adorabilidad tiene más peso que la follabilidad pero no se concibe una sin la otra, ya que es imposible no mirarle, con esa sonrisilla y esos ojazos y querer hacer bad things with him. Él es nuestra versión pollofollable o adorapollable, reservada a los más jovenzuelos.

Menudas cosas me llamáis

¡Peores te las haríamos!
Un adorafollable puede surgir en edades algo más avanzadas. Incluso se le pueden disparar los niveles de adorafollabilidad al contraer matrimonio (con una haggard, por supuesto). Como muestra, ÉL, Hugh Jackman, al que adoramos mucho cada vez está con su mujer.


Le canta a ella y perdemos las enaguas nosotras

Aunque Hugh es de los pocos que son adorafollables sea cual sea la situación o el lugar, ya esté solo...


--- o ejerciendo de padrefollable.



¡Cómo nos conoces, ladrón!
Y ésa es otra. Un maromo adorafollable también lo puede ser por su comportamiento tierno con animalitos y/o niños. No es que nos gusten especialmente ni los unos ni los otros, pero ver a un hombretón comportarse de modo tierno hace que nos den ganas de comerle la boa. Esto nos pasa sobre todo con nuestro adoradísimo David Gandy. El Gandy es un melofó  de volverte las bragas del revés pero de adorabilidad va más justito, no nos vamos a engañar. Ahora, es estar con niños o con perretes y se convirte en un adorafollable supremo de agarrarle y no dejar ni sus patas de gallo, ñam.


Las haggards somos igual de perras, Davidskanfajhfdkjashfk
¿Nombre? Adorafollable ¿Apellidos? Melofor Nico

Tenemos también el componente adorafollable oculto, aquél que únicamente ves cuando el maromo que lo posee se despoja de su ropa personaje. En Dougal Mackenzie encontramos un alto componente de follabilidad (ya sabéis todas que el Fucking Master nos pone muy perracas cuando quiere grind our corns o saca a pasear el brazo de highlander para liarse a dar hostiejas). Pero Graham McTavish es un adorafollable total cuando se quita el kilt (grrrrrrrrrrrrrrrrr) y se apaga la cámara.


Fucking Master con sentido del humor, adorafollable hasta el espolón

Y ojo que cuando se juntan dos adorafollables con el modo bajabragas activo podemos sufrir los fuegos infernales en nuestro bajerío.

A ver por cuál empiezas

¡Ja! ¡Ante esto, una haggard lo tiene muy claro!


Yo siempre voy por delante, queridas

Esperamos que este término haya quedado muy claro. Si necesitáis una segunda parte, por eso de que siempre es mejor que nos lo repitan todo para que nos queda claro, pedidlo, mozas, seguro que algún maromo se presta a educaros...


A partir del 4 de abril ya os enseñaré yo, ya...


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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domingo, 10 de agosto de 2014

Una media sonrisa para iluminar una vida entera

[Mantra del día: ¡David Gandy del amor hermoso, ven y dame fuerzas para empezar la semana! ¡¡O, si eso, ven y ya nos apañamos algo!!]
De la infinita lista de cosas que me ponen de David Gandy, hoy me siento especialmente fan de su media sonrisaEsa sonrisa en la que no nos muestra los dientes (esos dientes que parece que los han tirado a puñados y los jodíos se han colocado en un ordenado caos que akfjhskajhfkjahghka). Levanta un ladito de la boca y no separa esos labios tan sensuales y definidos que tiene (que se los ha tenido que dar el Dios más listo de todo el Olimpo) y de ahí sale una sonrisa más o menos pronunciada (según quiera el jodío) que le hace parecer un tío majete y sanote o un diablillo anunciándote que te va a meter de todo menos miedo sí o sí. Es ver esa sonrisa y pierdo las enaguas y la cordura.
David Gandy del amor hermoso, ¡hágase la luz en mi vida mientras nos enseñas esa media sonrisa!







 


¡TROCOTRÓ!


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miércoles, 23 de julio de 2014

Pollos de ayer, pollos de hoy

Como buena haggard, me gustan los pollos ("Si pesa más que un pollo..." ya saben). A ver, no le voy a decir que no a los de mi quinta o un poco mayores como Hugh Jackman o Aidan Gillen, pero me estoy dando cuenta de que vienen nuevas generaciones de muy buen ver a las que ya les estoy echando el ojo. Porque una haggard tiene ese sexto sentido, llamémosle "haggárdnido", que le hace percibir un buen maromo desde el momento en el que asoma y tiene visos de convertirse en un gallo de toma pan y moja.

Hugh y su venaca saben: él está con una haggard.
Lo curioso es que mientras los de ahora son y serán pollos para mí hasta que palme, los de antaño siempre me parecerán mayores que yo. Me explico. Una ha crecido viendo en la tele películas plagadas de señores como Paul Newman (El Hombre Absoluto Ever), Gregory Peck, Cary Grant o Clint Eastwood, hombres que cuando yo los descubrí eran tipos maduros cuando no venerables abuelos. Al no ser de mi época, una los ve en otra dimensión. Sin embargo, estos días, dando vueltas en la cama intentando dormir, me he percatado de que ya soy mayor que ellos... Sí, mayor que Paul en La gata sobre el tejado de zinc; que Gregory en Recuerda; que Cary en La fiera de mi niña; que Clint en El bueno, el feo y el malo. ¡Si hasta soy mayor que Josh Holloway cuando empezó Lost! No les digo más. 

Paul, quiero ser tu gata para siempre.
¿Qué hice yo al darme cuenta de esto?

Consulté a la Haggard Suprema ante mi dilema
Sentirme más haggard que nunca. Tendré ochenta años y seguiré babeando con ellos. Y con los que vengan, por supuesto. Ese sentido no se pierde con el tiempo, sino que se incrementa. Por eso aquí les traigo un pollo de hoy, una brevísima recopilación de imágenes en la que he ido precisamente a la parte más juvenil del personal. Digamos que este hombre ya es adulto, pero me encanta verlo en esa etapa en la que se vislumbra lo que llegará a ser. Ojo, nada de pinta de efebo que ni se sabe si es niño, niña o niñe. A mí me gustan los hombres, con sus pelos y sus caras que anuncian una eminente masculinidad.

Queridas haggards, con ustedes DAVID GANDY: EL POLLO QUE NOS PONE A LADRAR

Gandy hoy día. Gallo con espolones.

Si yo me tropiezo con el chaval de abajo por la calle, mi sentido haggárdnido se pone al límite. Se olía a la legua lo que este chico iba a ser de mayor. En esta primera foto le faltaba formarse como hombre, eso es verdad. Pero el tamaño de los pies, las manos, las orejas y la nariz gritaban que iba para gallo de los de pelea.

Que me detengan porque voy a cometer un delito. Qué cara de virgen, madre mía.

Un poquito de tiempo y gimnasio obraron maravillas en el enclenque muchachito de apenas veinte años y nos encontramos esa cara de añsjgñahskñdfahsñg y ese cuerpo de añshgañshfasgahs, no sé si me explico.

Por Alexis Carrington y Samantha Jones, esto es un disparate
 
Lo que viene siendo follabilidad

Uy, calzoncillos blancos marcando paquete. Qué asco más rico

Ahora que es un hombre, alguna pava le critica que tenga arrugas. PERO WTF???????? Precisamente es lo mejor: treinta y cuatro gloriosos años y sus patitas de gallo. ¿Creéis que eso es un PROBLEMA? Qué mal os veo, queridas. Nunca seréis haggards.

¿Arrugas? Ya ves...

Kim me conoce y sabe que el Gandy entre pollo y gallo es el que más me pone. Pero sea como sea, él es más joven que yo, así que se convierte en un candidato ideal para el harem haggardiano de pollos de hoy. Próximamente más...


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