jueves, 18 de octubre de 2018

Fungirleo vintage: "Corazón salvaje"

Bueno, vamos a quitarle las polillas a este blog, que luego viene Jamie Fraser y esto no puede oler a cerrado. Así que aireemos las entradas y saquemos a la luz una que tenemos escrita desde hace unos mesecillos *ejem*.

                                    

Ahora que está tan de moda contar la verdad sobre los estudios superiores, Cassie y yo tenemos que hacer una confesión: la Universidad Rey Juan Carlos nos regaló un máster... ¡en culebrones! Bueno, al menos gastamos tantas horas de nuestra juventud viendo telenovelas que nos las deberían convalidar por un máster o hasta por un doctorado (os digo yo que nos dais una mesa camilla y un café y nos convertimos en las nuevas Doña Adelaida pero cubiertas de lentejuelas y enseñando canalillo). 


Cassie y yo comentando culebrones y culebronas

Pero, curiosamente, ni ella ni yo vimos como debe ser vista Corazón Salvaje, la telenovela mejicana que Televisión Española comenzó a emitir el 3 de octubre de 1994 y que estaba destinada a convertirse en un mito, al menos por estos lares (nos referimos a la versión del difunto Eduardo Palomo, claro, no a la aberración esa que hizo Eduardo Yáñez, puagh). Por la gracia de internet y de las lectoras pesadas (sí, Ale, va por ti 😂) al final la hemos visto con el afán de descubrir qué encantos escondía el famoso Juan del Diablo, que, tropecientos años más tarde, sigue despertando pasiones. 


Escondería boa pero pechote, no

Coged el bikini, que nos vamos a Puerto Vallarta a principios del siglo XX.


¡Allá que vamos!

Playita, enaguas, ricachones, pobretones y muchos bajos calentorros a los que se les da (o no) gustito. Dicho gustito se lo da en su momento el ricachón de la zona, Francisco de Alcázar, con el consiguiente embarazo (esto es un culebrón, donde siempre hay grandes posibilidades de que se haga honor a la máxima "polvo prohibido, niño concebido"). Este señor decide que va a reconocer al bebé y así lo dispone en una carta. Pero, fíjate tú las cosas de la vida que el señor la palma antes de que el niño pueda ser reconocido. Así que la pérfida señora de Alcázar decide que su hijo será el único heredero y que al otro le den por donde amargan los pepinos.


La viuda de Alcázar planeando sus maldades

Y así pasan los años, nos movemos por unos sitios maravillosos llamados San Pedro y Campo Real, y nos plantamos con los hijos ya mayorcitos y unas hermanas que aparecen por allí y que están destinadas a mezclarse con los hermanastros casi como si estuvieran jugando al Twister. ¡Conozcamos a los cuatro protagonistas!


No tenían muchas ganas de posar

- Juan del Diablo -
La pistola y el trabuco los guardo siempre juntos

El fruto del gustito prohibido de Francisco de Alcázar y heredero legítimo, aunque los tejemanejes de las pérfidas esposas de la vida le quitan ese privilegio. Viva imagen de su padre pero melenudo, pechiaireado y sin conocer su linaje, ha crecido medio salvaje y es ahora un pirata de tres patas con unos negocios más bien turbios y una postura chulesca vuelaenaguas que las vuelve a todas locas, especialmente a las sooorras de Camporrial con más ganas de darle a la mandanga que de rezar el rosario. Pero Juan es más que un peligroso pichabrava a cuyo corazón no se llega únicamente por su boa y las sorras no tienen nada que hacer ante las mosquitas muertas de inocentes ojillos pero de bajos como hornillos.


- Mónica de Altamira -
Que no te despiste mi cara de tolili, que mira qué acompañamiento fálico traigo

Niña bien y mojigata hasta que lo cata, está comprometida con Andrés y pone ojos de mosquita muerta a la que le visita Dior ante la mera mención de su nombre, pero se lleva el chasco de su vida al verse rechazada por el repelente niño Vicente. Como Dior no le permite arrojarse por el acantilado, prefiere meterse monja pero su entorno se lo pone complicadito, deseoso de ver cómo se le ponen los ojos en blanco cuando conozca boa varonil. Fijaos si es sacrificada la chica que es capaz de ceder a los deseos de todo el mundo y darles el gusto (sobre todo a ella misma) llevándose al huerto, a la recámara y a todas las habitaciones de la casa donde le dejen, a la tercera pata del pirata, causando conmociones y envidias supremas, a la vez que se libera de los corsés físicos y mentales que la tenían presa. 


- Andrés de Alcázar -
En este blog huele a pobre

Repelente niño Vicente y heredero total de la fortuna del difunto pichafloja de su padre. Está comprometido desde pequeño con una niña bien pero se le vuelve la boa loca al detectar las vibraciones guarreriles de la hermana de esta. Desconocedor de que tiene un hermano bandido y una madre mala pécora, lleva colgado en la espalda, sin saberlo, el cartel de "Pringao mayor de San Pedro, Camporrial y todo el espacio exterior".


- Aimée de Altamira -
Bajo el sombrero llevo las bragas

Apodada en Cassie's Ranch como La sooooooooooooorraaaaaaaa de Camporrial, es una niña bien con grandes probabilidades de pillar la gonorrea a las primeras de cambio por ser el pendón mayor del reino. Su radar guarreril se vuelve loco con el pirata de tres patas pero sus ganas de tener una buena posición bailan una sardana con el repelente niño Vicente. No conocía ella el poder de las ondas mojigatiles y lo que se le acaba volviendo loca es la cabeza viendo el éxito de su hermana.


Ven, Mónica, que tu hermana te quiere decir algo

Y, como podréis suponer, pasa lo siguiente: Juan y Andrés no se conocen y, cuando lo hacen, se repelen. Aimée conoce a Juan y se atraen demasiado. Andrés conoce a Aimée y se olvida de su compromiso matrimonial. Mónica conoce la traición de su hermana y se olvida de la vida. Juan conoce a Mónica y se olvida de respirar. Y Mónica conoce a Juan al derecho y al revés y se olvida de cualquier persona que no sea él. Chimpún.


Corazón salvaje: descripción gráfica

Esto es un culebrón con mucha chicha y pocos capítulos, con lo que te levantas a echarte los polvos (cualquier tipo de ellos) y alguien está en la cárcel/ha chingado/ha aparecido nuevo/ha cometido una fechoría. A diferencia de los eternos llantos de la blanda que clama por Luis Alfredo, la historia de estos cuatro está llena de vida, pistos y acción. Hay muuuuuuuuchos más personajes, claro que sí, madres metomentodo que imponen sus deseos a los de sus hijos, malentendidos, malas pécoras, maduritos que aún tienen varios tientos (ay, don Noel, déjeme usted que me siente en su regazo por Navidad, grrrrrrrrrrr), repelentes que tienen media torta, malhechores... y morreacos, ¡morreacos por doquier! Que hay mucho beso labijunto pero, cuando Juan y Mónica se ponen al tema, se acaban haciendo una gastroscopia con la lengua.


Ahí hay pulso de lenguacas
Seguro que Juan hace el molinillo

Veinticuatro años más tarde he tenido que ver Corazón Salvaje para descubrir cuál era su secreto, que no es otro que ser una novela romántica de pasiones incontrolables llevada a la pantalla. A pesar de la ocasional pobreza de realización, sorprendentemente ha envejecido muy bien, fruto de su buena ambientación y, especialmente, del buen hacer de su estupendo elenco. Sé que hay más adaptaciones y una de ellas especialmente penosa (ay, Eduardo Yáñez, no das una, chico) pero esta es la única que despierta los suspiros y los ojillos soñadores en la mayoría de vosotras. ¡Andaaaaaaaaaaaaa, que sois todas unas soooooorras de Camporrial, queriéndole quitar el maromo a Mónica!


Este Diablo tiene dueña, bichas

[Aún así, nada desbanca a mi Café con aroma de mujer #TeníaQueDecirlo]
                                     

Este post va con dedicación especial para las White Sisters de Cassie y para Ale, que nos ha obligado a ver la serie y hacer este post 😝


DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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