lunes, 11 de septiembre de 2023

Outlander 7x03. A fungirlish review [Spoilers]


¡Buenas, buenas! ¡Aquí estamos con otra nueva review de Outlander! Tenednos envidia porque vosotras ya estáis que os subís por las paredes con una nueva droughtlander y a nosotras nos va a durar esta primera parte de la temporada hasta que empiece la segunda, ja je ji jo ju 😆. No es que no tengamos tiempo para reviewear, ¡es que queremos saborear lentamente a Jamie Fraser! Lo que queréis todas y solo está al alcance haggardiano, vamos 🤣. En fin, que antes de que empecéis a tirarnos piedras, vamos a irnos a ver si nuestro Jamie Fraser salió volando tras la explosión del capítulo anterior y cayó directito en mi cama. ¡Dale al play, churri!


                                                                         


Sonando alegres tonadas nos vamos con un repartidor por frondosos parajes a repartir cajas personalizadas.


Amazon antes cuidaba más sus envíos

Tras la intro, volvemos al futuro de Jamie, el pasado nuestro y el presente de Roger, que será sobre los años 80 del siglo XX por el coche cuadriculado que sale en las imágenes, pero no nos hagáis caso, que nosotras solo entendemos de limusinas. Ahí aparece Fiona (la que le queria catar el churro a Roger, remember) con la caja, que dice que estuvo doscientos años guardada en un banco (en el Banco Matusalem, vamos).


Indiana Jones ante el ídolo de oro

Con las habilidades que le ha dado vivir en un siglo viejuno, Roger abre la caja, en la cual hay una caca de oveja bala de mosquetón y muchísimas cartas venidas de 1776, ¡de las bellas manos de Jamie! (Y de Claire, ya lo sé). ¿Estarán escritas antes del incendio? ¿Habrán sobrevivido para contarlo? 


Hasta luego, intriga

Así podemos ver lo que ocurrió después de que a Wendigo le diera un chungo por el éter y se le cayera la cerilla al suelo. A Jamie y Claire el fuego solo les churruscó los pelos del culo pero, obviamente, la casa ardía como las hogueras de San Juan. Los colonos fraserinos se movilizaron con cubos de agua y escupitajos pero el fuego lo devora todo, hasta las esperanzas de Jamie de salvar la casa, y este prefiere dejarlo estar y ver arder eso como el Windsor. Pero, por ver algo positivo, confirmamos que la esquela del periódico que Brianna vio es fake news total. ¡Alegría, alegría, Brianna quemó la casa!


Obviamente no fue Brianna la que prendió todo pero fue su cerilla la que hizo que la historia, tal y como era en un principio, no se cumpliera. No queremos nosotras recordarles las normas del capítulo de la tostadora mágica de Los Simpson pero bastante han toqueteado madre e hija la historia como para hacer advertencias ahora.

Además, el plano culero nos tiene distraídas
Nosotras, detectando lo importante de la serie


Vamos, que la mansión Fraser se iba a quemar sí o sí pero, con la intervención indirecta de Brianna, el incendio fue en otro momento y sus padres se salvaron. Volviendo a la tierra churruscada, están nuestros Fraser viendo qué se ha salvado de la quema (el diario/libro/loqueseamedaigual médico de Claire, el look escocesito de Jamie 😍, los lingotes de oro...). Nuestra pareja está bien jodida pero ambos son personas que luchan incluso cuando todo parece perdido así que solo pueden seguir adelante y seguir. En esto que Murraicito pilla a su tío solo y le enseña otra cosa que se ha salvado de la quema.


A Williepollas no lo quiere ni el fuego

Jamie le explica que volvió a verlo y que ahora es soldadito valiente.


He salido tan listo como mi madre
Y menos violento, que ella ya me habría calzado una hostia


Se pensaba Jamie que Murraicito era tolai y no, es joven pero sabio, que los espíritus del viento le hablan y le cuentan más cosas que los de Sálvame. Vamos, que mirando y escuchando se ha dado cuenta de que este chaval tiene sangre y mala hostia Fraser, aunque mantendrá el secreto. Por otro lado, Lizziepollas y Sosiah le llevan a Claire sábanas y ropa y se ofrecen a ayudarles a recolocarse en la cabaña de Roger y Bree, que menos mal que se han ido o sería eso el camarote de los Marx. Pero, además de cosas, traen malas noticias, ya que no encuentran a Adso, el gatito de Claire, por ningún sitio. Lo que sí encontramos es al señor Bug entre los churrusques de la casa, buscando, sin duda, el lingote de Jamie.


Y anda que no tiene grande Jamie su lingote...
Este lingote, cochinas


Ese lingote que tiene marcada la flor de lis... ¿Qué tiene que decir, señor Bug? ¿Eh? ¿¿Eh?? ¿¿¿EH??? 


Lo que Bug le querría decir a Jamie

A Jamie no hace falta que le explique de dónde sale ese oro porque sabe de sobra que era el del Mark Me, lo que quiere saber es por qué lo tiene él. ¡Ladrones en estos lares, no! Pero el señor Bug dice que ellos no son unos ladrones, fue todo cosa de la tía Joqui y de su marido Héctor. La cosa fue que tres eran, tres, los que se repartieron el oro. El Fucking Master se llevó un tercio y nuestras bragas, Hector Cameron, otro. Y el otro era para Macolm Grant, que envió al señor Bug en su nombre a recoger su parte. Como ese oro al final no sirvió para ayudar al Mark Me, Grant lo invirtió en beneficio del clan. El Fucking Master no sabemos en qué lo gastó (en pilinguis y bebercio, seguro), pero Hector Cameron huyó con su parte. El señor Bug está seguro de que con ese oro se financió Riverdance Run pero se dedicó a buscar el resto. ¡Y resulta que Hector Cameron era, literalmente, el más rico del cementerio! Se enterró con el oro, el jodío. Total, que cada vez que iban a River Run, se llevaba todo como si fuera la arena de Cadena perpetua. Jamie le dice que eso le convierte en un ladrón y, como el señor Bug se niega a decirle dónde ha escondido el oro, le dice que se meta el juramento de lealtad que le hizo por el ojete, que recoja sus cosas y que se larguen él y su mujer de allí


Y ahora lanzo una pornomirada porque hace dos minutos que no os pongo perracas

Murraicito ha sido testigo de todo, por si las moscas. El caso es que los Bug ya no están dispuestos a ser criados de nadie y dicen que se han ganado esto (supongo que se referirán a la libertad de ser ricachuelos con el oro, no a la mirada guarrerilmente severa que acabamos de recibir). Ya de noche, Jamie y Murraicito se agazapan tras un seto *inserte usted aquí un chiste guarrer* para ver cómo el señor Bug va a las ruinas de la casa grande... ¡a sacar el oro! El jodío se lo había puesto a Jamie bajo el culo, qué humor. Mientras Murraicito va a esconderse para atrapar al señor Bug si intenta escapar, Jamie le exclama al viejo ladrón que salga de donde está, petición que es contestada con un disparo por parte del viejarranco, disparo que es, a su vez, contestado con un flechazo de Murraicito que lo deja seco

Seca, que soy la señora Bug
Murraicito rait nau


Nada, que por el abrigo y el sombrero Murraicito ha creído que era el señor y no, era la señora. Vamos, que la ha cagado. ¡Pero han encontrado el oro! ¡El muerto al hoyo y el vivo al bollo, chavales!


¡Japuta, que me he cargado a una persona!

Anda, anda, ni que fuera la primera, Murraicito. Vamos a dejar de hablarle a la serie y dejar que sean ellos los que hablen, que el pobre Ian tiene mucho que decirle a Claire, todo del palo de que la señora Bug era muy maja y le hacía tortilla de patatas. Claire le dice que respire y que se deje de tontunas, que anda que no se ha cargado ella a gente. Tras eso, Claire respira también y luego se va a amortajar a la señor Bug, porque para qué va a perder el tiempo en hacer salmorejo. ¡Y el señor Bug que no aparece! 


Tranquilas, que con este aspecto tan poco desequilibrado llego al entierro

Todos están que se les sale el corazón por la boca pero nosotras estamos que no estamos en nuestro cuerpo por un detallito de nada.


El retorno del kilt
Así me hallo, oye


¡Pero pero peroooooooooooooooo! Que muy bonitas las palabras que Jamie dice en el entierro y Claire cantando (bueno...) y muy emotivo el dolor del señor Bug, pero el kilt, aaaaaaaaaaaaay, el kilt, Santísimo Yisuscraist de las Bragas Flojas, qué atentado contra nuestros ovarios. Trsitemente, en el entorno seriéfilo no les interesan nuestras pasiones, únicamente los líos que tienen ellos, por eso nos vamos a ver a Murraicito, que le está pidiendo mil perdones al reciente viudo por su desafortunado flechazo y le ofrece su daga para que salde una vida con otra. Pero eso sería muy sencillo para la Gabaldon el señor Bug... No, el señor Bug le dice a Murraicito que cuando tenga algo que merezca la pena (como una churri o una Play5), volverá para quitárselo.



Para tranquilizar un poco los ánimos, nos vamos a un documental de National Geographic en el que Jamie le indica a Claire dónde quiere hacer su nueva casa, mientras que esta le pregunta por su casa definitiva, es decir, dónde quiere que le entierren cuando estire la pata.


Me robará una fan y me tendrá congelado hasta que me pueda revivir

A Claire no le pregunta nada sobre dónde quiere que la entierren porque Jamie no puede ni pensar en su muerte, aaaaaaaaaaaaaaaaaay, que me lo como. A todo esto, nuestro maromo quiere volver a Escocia porque le prometió a su hermana que regresaría con Murraicito y eso es algo que debe hacer antes de que empiece la guerra. Ya verás tú cuando la Jenny vea cómo está su hijo, ¡le va a cambiar la cara! 🙄 Bueno, y se la va a cambiar a él del hostión que le va a pegar.

(Jamie también quiere ir porque no quiere enfrentarse a Williepollas en terreno guerrístico pero ya sabemos cómo se las gasta Dianita...)


Pobre yo, que soy una Hermanita de la Caridad

Tras esto, obviamente Jamie se pone a rezar y a pedir ser suficiente porque madre mía lo que les espera, pero no os ponemos foto porque ha tenido la mala leche de rezar vestido. A la mañana siguiente, Jamie le cuenta que ha soñado de nuevo con el tiempo de Claire. ¡Y no te lo vas a creer, Mary, si te digo que ha soñado con Briana y Roger llegando con los peques a ver a Fiona! Y también ha visto a Jemmy coger el teléfono.

¡Me va a quitar el trabajo leyendo culos!

Tras apenarse un poco porque la cobertura de Vodafone llegue lejos pero no tanto como a doscientos años atrás, nos vamos a ver cómo funden el oro francés y lo convierten en bolitas que disfrazan de cacas de oveja balas de mosquetón (uuuuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhh, Roger y Breeeeee, ¡que tenéis oro!) mientras hablan sobre el hogar y más cosas a las que no hacemos caso.

Es que estamos viendo Forjado a fuego

Tras este espectáculo pornopechotesco, Jamie y Claire van a esconder el oro al lugar especial que descubrieron Jamie y Jem, la Cueva del Español.

Cuñaaaaaaaaaaaaaaaao

Le dijeron "A dia cuchimi" al esqueleto y ya no les molestó. El paso de tiempo nos lo enseñan con Claire escribiendo a Bree para contarle los preparativos del viaje a Escocia y con Jamie pidiéndole que recen por su viaje, cuando este ocurrió doscientos años antes de que lean la carta (cosas outlanderianas, no pensarlas, por favor). 

Si hay que pensar en algo, mejor pensar en lo que llevo bajo el kilt

También les dice Jamie que ha dejado una cosita para ellos en un lugar supersecreto que solo él, Jem y un español muerto conocen. Y, como Roger y Bree dejan en pañales a Sherlock Holmes, caen en que puede ser el oro en un plis. Pero vamos, que no van a ir a por él a no ser que estén en un peligro que te cagas.

Jijijijiji

En otro tiempo y lugar, Jamie le entrega a Claire una daga que ha encargado para ella porque ya sabemos que los viajes en Outlander los carga el diablo y más si está Claire por medio. Como buen escocés supersticioso que es, le cambia la daga por dinerito (para que el arma la reconozca como su dueña) y la bautizan haciéndose cortecitos porque para qué vamos a estrenarla cortando lomo ibérico. Y volviendo a la época motorizada, nos vamos a ver cómo Bree le enseña a Roger Lallybroch, tan impresionante como siempre pero con más mierda que el palo de un gallinero. ¡Pero si está abandonado y cerrado a cal y canto! Ay, si lo ve Jenny así, saca la escoba y deja contrahecho hasta al apuntador.

Venga, otro salto temporal para ver cómo Lizziepollas está preñada.

Todo lo que tienen de feos lo tienen de sementales, así de contenta estoy

Lizzie está triste porque se están quedando más solos que la una pero no te preocupes, hermosa, que aún quedan capítulos y antes palmas tú que Jamie y Claire. Pero no nos da tiempo a ponernos tristes con ella (que tampoco lo íbamos a hacer, la verdad sea dicha) porque nos vamos a las escaleras de Lallybroch a ver si aparece Jamie

Pues te va a pasar como a mí, que o vas tú o hasta luego, Lucas

Bree está feliz de estar en ese tiempo (ricas tazas de inodoro, ¿eh?) y más feliz de que Mandy ya esté recuperada (como Claire no ha podido apañarla, nos la curan rapidito 😆) pero reconoce que echa mucho de menos a Jamie y Claire, igual que Roger. En esto que van a irse cuando llega una señora, que ellos creen la dueña de Lallybroch y que realmente les informa de que la casa está en venta.

Pues una Fraser va a volver a vivir en ella

Y, en otro salto en el tiempo (más no, por Dior, que tengo ya la peluca loca), la comitiva escocesa se encuentra con Adso, que está viviendo la vida loca en un bosque y lleno de roña. Claire le da arrumacos y le ordena que se vaya a casa y, fíjate tú, eso es lo que le hace quebrarse y ponerse a llorar cual magdalena. 

Mira, Jamie, el palote con el que marcaste territorio
Sí, en la época en la que llevaba un gato muerto en la cabeza

Claire está llorando por los rincones y le pregunta a Jamie que si van a volver alguna vez allí.

Claro, anda que no me quedan mierdas por pasar aquí

Y entonces Claire le dice que él siempre va a ser suficiente y se nos cae un poco la goma de las enaguas viendo cómo Jamie la mira con adoración. ¡Y esto es to esto es to esto es todo, amigos!

Hemos tardado en hacer esta review más que el parto de la burra pero, por fin, la hemos hecho y terminado, así que vamos a ponernos ya a luchar contra los elementos para poder venir prontito con la del siguiente capítulo. ¡No desesperéis y seguid por aquí! ¡Nos vemos en breve!

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DAME AMOR Y COMPÁRTEME, QUERIDA
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