Outlander 2x09. A fungirlish review [Spoilers]

Queridas haggards, otra semana más estamos aquí tras un capítulo algo soporífero pero absolutamente necesario. No os creáis que en Starz son tan sádicos como el mismísimo Joputa, ya que han compensado el peñazo de la semana pasada con grandes noticias: ¡Renovación de Outlander por dos temporadas más! Ay, qué felicidad, estábamos que se nos corría el rímel de la emoción al enterarnos. Menos gracia nos hizo saber que tendremos que esperar una semana para ver el gran desenlace de esta temporada, pero al menos el último capítulo va a durar hora y media. En fin, que una de cal y otra de arena. ¡Empezamos con la review de este semana!

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En el capítulo anterior vimos cómo ya se preparaba todo para comenzar la rebelión jacobita. Resulta que algunos de los que se apuntaron al lío al principio han empezado a arrepentirse de meterse en esa aventura, así que han tenido que prometerles algo a cambio de participar en el asunto. 

Llegan al punto de encuentro y allí está Murtagh, al que ya echábamos de menos desde que tuvo que hacer aquel paripé del asalto al cargamento de nuestro recordado Melofuà (snif, snif...)

¡Ese despatarre made in Scotland!

Murtagh comenta a Jamie y a Claire que lo que traen consigo tampoco es que sean los 300 espartanos precisamente. El Viejo Zorro, Lord Lovat, ha preferido quedarse con lo más granado de sus hombres en casita, y eso que se mantiene neutral en el conflicto. Desde luego que el abuelo de Jamie se está ganando otro título a pulso.

Por allí también anda el pequeño Fergus, tan feliz de reencontrarse con los Frasers después de que Murtagh lo haya tenido trabajando como un esclavo. O eso dice él.

Lo de los calcetines sí que es tortura viendo la mugre que se gastan

Vienen entonces unas bonitas imágenes acompañadas por una canción en ese idioma tan legible que es el gaélico, así como en plan publirreportaje para que sepamos que pasar trabajos allí acampados tiene también su toque bucólico-pastoril. 

Amanece un nuevo día y no paran los reencuentros. ¡Nuestros ewoks preferidos están de vuelta! Ay, haggards, es que nos sentimos en casa a pesar de estar en mitad de vaya usté a saber dónde. Por supuesto, no han perdido las buenas costumbres: Angus sigue queriendo catar a Claire y Rupert está con esa facha de tranquilidad propia de él, como si no hubiera una peligrosa rebelión por delante.

Sí, queridas, todas sabemos lo que estáis pensando. Muy bien que volvamos a ver a Murtagh, Rupert y Angus. ¿Pero no nos falta alguien? ¿No echáis de menos a un señor calvo, con barba y mala leche a tope? Y es entonces cuando oímos un vozarrón que nos baja las enaguas. ¡Sí, es él, el único e incomparable Fucking Master of the Outlander World!

Nosotras estamos tan contentas, pero a Claire no le hace ni fruta gracia la aparición de Dougal por allí. 

Así está la cabeza de Dougal ahora mismo

A Jamie le extraña la presencia de su tío por esos lares. ¿Acaso Collum ha cambiado de opinión y ha decidido unirse a los jacobitas? ¿Tanto rollo la semana pasada para esto? 

Así se lo explicó a su hermano

Lo más gracioso es que el que se ha apuntado es Dougal en compañía de los dos ewoks solamente. Ni más ni menos. Que ellos no serán los 300 de Leónidas tampoco, pero valen por muchos hombres cada uno, como ya dejaron claro en el rescate de Jamie en Wentworth.

Perdona, pero nosotras también hicimos algo, chato

El Fucking Master no cabe en su kilt de gozo al ver que Jamie por fin se ha decidido por la causa por la que él estuvo recaudando perras a base de romperle la camisa en plan boda gitana y mostrar su espalda. Nuestro pelirrojo, un poco pensativo, decide que vale, que el apoyo de su tío será bienvenido.

Y nosotras se la damos a su boa

Ahora lo que toca es darle formación a los que se han alistado para la rebelión. La mayoría son gente normal y corriente que jamás ha tenido un arma en la mano. 

¿Usando la técnica del Capitán América o la de Lobezno, tito Dougal?

Será Murtagh el que se ponga a desempeñar la tarea en plan sargento de La chaqueta metálica, con mucha mala leche y ceño fruncido. Y es que estos hombres no tienen ni puñetera idea de disciplina y lo único que quieren es que les den un arma. A nuestro barbudo eso le cabrea sobremanera, mientras que Jamie ve con preocupación la escena. 

 Con preocupación y porno rodilla

Claire está por allí pululando y la escena de Murtagh soltando berridos la lleva hacia el pasado, que es el futuro y... Dejémoslo ahí, que ya sabemos que esto es un follón espacio-temporal. En definitiva: que le viene a la cabeza todo lo que vivió el la Segunda Guerra Mundial. Ahora va y sufre el trastorno por estrés postraumático, fíjate tú. A ver si se le va a ir a olla y se va a liar a pegar tiros por ahí.

Pasan los días y los hombres siguen entrenándose, cada uno con un maestro. El Fucking Master pone toda su mala follá la carne en el asador y no veáis como se enzarza a puñaladas con un muñeco que hace las veces de inglés. 

Por la noche Dougal se siente optimista. Si una buena pelea pone a un highlander a cien, imaginad un levantamiento jacobita: produce su propio levantamiento bajo el kilt. Pero Jamie y Murtagh no lo ven tan claro, los hombres no están preparados. Dougal tiene otros planes: estar cerca del Mark me cuanto antes, no vaya a ser que otros se cuelen. 

Jamie insiste en que no va a precipitarse mandando a gente sin preparar. 

What the hell...?

Claire sigue con sus paseos por el campamento y, viendo a los hombres comer la bazofia que allí hay, tiene de nuevo otro episodio de...

... que, la verdad, nos importa un poco un pijo, así que no nos vamos a enredar en capturas de los dos americanos feos que conoció en el pasado, que es el futuro, habiendo planos de Jamie como éste:

Mejor, ¿a que sí?

La pobre empieza a sentir los efectos de sus vivencias en la guerra cada vez más al estar otro conflicto tan cerca, cosa que a Jamie, el adorafollable, no se le escapa. En cierto modo él se siente culpable por haberla metido en el berenjenal que supone la revuelta contra la corona inglesa, pero como un caballero escocés que es, jura protegerlañasdkjgñaslkjfñajksñgajks.

Al día siguiente siguen los entrenamientos, que siguen siendo un poco desastre a pesar de los gritos que da Murtagh.

Jamie toma el mando y les echa un rapapolvos del quince. Que está muy bien eso de pavonearse porque son escoceses y no unos ingleses mariquitas que llevan pelucas empolvadas. Pero la machura highlandera no vale de nada si te apuntan con un arma de fuego, así que menos lobos, Caperucita. Que lo de tener muchos huevos (como los del Fucking Master, tamaño XXL) nunca viene mal, pero nada como la disciplina y ahí está él para imponerla. 

Este plano no aporta nada, pero es que la frase y su cara nos ha dejado locas (y sin enaguas)

Ahí está Jamie, con su bonita voz soltando una gran arenga para concienciar a los hombres de que el orden es lo más importante, cuando se oye un griterío y aparece el Fucking Master de esta guisa:

¡Hala, a pechote descubierto al ataque! ¡Ni casaca ni pollas en vinagre! A Jamie no le gusta demasiado que todos salgan huyendo ante la llegada de cinco mataos soltando voces. Pero, según Dougal, ésa es la auténtica táctica de los escoceses y no las chorradas que Jamie está haciendo y diciendo. Pero no es tan fácil como el Fucking Master cree.

¡Un calvo seguro que no se lo esperan!

Jamie, con cara de pocos amigos, le dice a su tío que venga p'acá, que le tiene que decir algo. Dougal se pone en plan abuelo Cebolleta con lo de que si él ya había hecho la mili cuando Jamie aún se meaba encima. Pero Jamie saca al HOMBRE que lleva debajo del kilt dentro y se lo explica. Y vamos si se lo explica. 

Y éstas son mis fucking Scottish balls

Y ahí no queda la cosa, no os creáis. Jamie ha tomado carrerilla y aún le queda por soltarle a Dougal una más gorda. 

Con ese chorreo por parte de Jamie se va el tito Dougal con la boa el rabo entre las patas a hablar con Claire, no sabemos pa qué, porque ella pasa de él como de la mierda mientras el otro no para de largar sobre que hay que ver cómo es Jamie de cabezón, que es incapaz de reconocer que necesita ayuda y que a ver si Claire puede hacerlo entrar en razón.

Después de todos los desencuentros entre Dougal y ella, todavía tiene el tío la cara de pedirle un favor. ¡Y encima le recuerda lo de que se casarían si a Jamie le pasaba algo! 

Claire empieza a estar ya un poco hasta los ovarios de Dougal, así que también se lo explica. Este capítulo es una meada encima de otra sobre el Fucking Master, que ya empieza hasta a darnos pena.

A pesar del sermón que recibe por parte de Claire, Dougal mantiene el tipo y le contesta que sí, que será un narcisista, pero que por delante de él siempre estará su querida Escocia.

Se reanudan los entrenamientos y ya incluso empiezan a usar las armas de fuego. Claire está con la cabeza en otro sitio, así lo ven Jamie y Murtagh. 

Desde que tiene pelos otra vez en el honeypot, está en otro mundo

Y tanto que lo está, ya que sólo con ver el pie mugriento de Angus vuelve a tener otro...

Como veis, Proust necesitó una suculenta magdalena para escribir En busca del tiempo perdido y Claire un pestoso pinrel para viajar mentalmente en el tiempo. Así de bonito es el mundo de la mente. La pobre sale cabreada del lugar viendo que se ríen de sus consejos sobre evitar el pie de trinchera. Los tiros y el estruendo de las armas de fuego no ayudan mucho y vemos peligrar la cordura de Claire por momentos. 

Y eso que no va proclamando que viene del futuro

Por la noche llega el Fucking Master tan ricamente con uno supuestos voluntarios. Con su sonrisa de bandarra ha pasado sin problemas el control de la guardia nocturna, lo que no gusta nada a Jamie. Ni eso ni la pinta de los que han llegado con su tío, que no parece que estén en el campamento por voluntad propia. De nuevo Jamie pone a Dougal en su sitio y demuestra quién está al mando de todo eso.

Para rematar la faena, le encarga al Fucking Master y a sus hombres encargarse de la vigilancia para que no se cuele nadie como él mismo ha hecho. ¿No quería caldo? ¡Pues tomas dos tazas! Además, se pone duro (añsdjkfñashgñaksjdfsñlaj) y también decide castigar a los dos lerdos que hacían la vigilancia esa noche. Y a nosotras nos brinda un depatarre que nos deja con el cuello dolorido intentando ver la Scottish boa.

A la mañana siguiente, efectivamente, hay desayuno con espectáculo: una buena ración de latigazos para los dos inútiles del turno de noche. Enseguida se ponen manos a la obra otra vez, que consiste en pegar tiros. Claire ya no aguanta más (algo que a Jamie no le pasa desapercibido) y vuelve a tener un...

¿Adónde irá Claire con esas prisas? ¿Se estará meando encima?

Vemos a Claire en el pasado, que es el futuro (vale, ya paro de decirlo, pero es que lo necesito para centrarme en este pisto), en un jeep con los dos americanos que vimos en el otro flashloquesea y cuyos rostros os hemos ahorrado. De pronto sufren un ataque y mueren todos menos ella. 

Esta experiencia dejó a Claire muy traumatizada, pero ya sabemos cómo funciona el subconsciente enterrando experiencias desagradables y sacándolas cuando menos nos las esperamos. 

La pobre está hasta el moño de guerras ya. No sale de una cuando ya está en otra, por lo que Jamie le dice que no hace falta que también esté en ésta, que no es cosa suya. Pero ella no quiere sentirse inútil y los guionistas nos deleitan con precioso guiño a las lectoras:

¿Creéis que habéis llegado al límite de awwwwww y cuteness? ¡Pues agarrad bien vuestras enaguas, que esto no ha acabado!

Llega la noche. Jamie sale a hacer sus necesidades (sí, queridas, es humano y también las tiene, así que ¡enséñanos la boa meona, guapo!) cuando es atacado por las espalda por un encanijado que enseguida es reducido. ¿Será un espía?

Pues no será un espía, pero que explique qué hace por allí merodeando y con una nota para un oficial inglés. Blanco y en botella, señora. A Jamie se la trae al fresco que sea un niñato de dieciséis años, le va a sacar la información sí o sí. Agarra su daga, la calienta como nos calienta a nosotras con su mirada de malote y allá que se lanza a dejarle su sello en la cara al zagal.

A todo esto, cómo no, aparece Claire y ve el pisto que se está cocinando allí. Se le ocurre una genial idea para que el chico suelte la lengua sin necesidad de que le quemen el careto. Mira, por una vez no ha entrado en escena para liarla más parda de lo que ya está, alabada sea la Gabaldon.

Jamie ve por dónde van los tiros y le sigue la corriente: la agarra y amenaza con violarla y dejarla luego para sus hombres si el chico no cede. Se mete tanto en el papel que cualquier diría que le va a meter también su boa allí mismo a Claire.

Que me desgracias los Scottish winis

Lo primero que todos queremos saber: ¿quién eres, nenico?

¡Que es Lord John William Grey himself, haggards! ¡No podemos creernos que ya esté aquí este chico, con el juego que va a dar en un futuro! ¡Así nos gusta, Starz, dándonos alegrías!

El chaval no se ha dado cuenta de que todo lo ocurrido es un montaje y suelta por su boca lo que sabe. Jamie, muy badass en esta escena, le perdona la vida, a lo que el joven contesta que vale, que se la debe, pero ojo con encontrárselo tras pagar su deuda, porque se lo va a cargar. ¡Vaya con el niñato!

Tras esta bonita escena, Jamie se reúne con los suyos para ver qué narices ha vuelto ocurrir, que se cuelan en el campamento más fácilmente que en el metro. Los hombres de Dougal eran los que estaban de guardia, de modo que el Fucking Master asume la responsabilidad. Ya está a punto de lucir de nuevo su pechote cuando Jamie sorprende a todos asumiendo él la culpa. 

Showing some guilty pechote

Mucho mejor verlo a él, que ya tocaba, ¿o no? Y como tiene un callo en la espalda, recibe los latigazos de castigo como si tal cosa. 

Sí, sí, estamos aprendiendo Historia cosa malañadksjfñashgñaksdjfs

Con la información dada, se marcan un Chuache y se acicalan para ir a hacerles una visita a los ingleses en su campamento...

Tiznao y comío de mierda, lo que les va a pasar es que se van a poner palotes

Justo como estamos nosotras

¿Pero qué delirio bellezil es éste? ¿¿Habéis visto cómo le sienta la cara encamuflada a Jamie Fraser?? ¡Este chico es capaz de ponernos mirando a Cuenca hasta haciendo de Baltasar en la cabalgata de los Reyes Magos! Y justo como si fueran ellos van a ir a dejarles unos regalitos a los ingleses en su campamento.

Tú, a ver si sopla el solano, tito Dougal

A ver, espera que te acierto en la calva

Tenía que pasar. Como no se han meado suficiente en Dougal, le cae un poco más y Jamie no le deja participar en la juerga flamenca que se van a montar a costa de los ingleses. Dougal se queja de que se va a quedar atrás más solo que el gordopilo al que nadie escoge para jugar en su equipo de fútbol.

Who rules the world??? Jamie Fraser!!

Jamie da boss en versión comío de mierda deluxe y no queda braga sana

A Dougal no le hace ni fucking gracia tener que quedarse de chucho guardián del campamento pero sabe reconocer a un jefe cuando se le mea encima aparece delante así que les desea buena suerte y nuestros muchachotes se van a hacer cosas malas, ue consisten básicamente en quitarles las clavijas a los carros de los cañones con la llave Allen y quemar las ruedas, dándole matarile a algún inglés porque, ey, el mejor red coat es el muerto.

Muajajajajaja

Los ojos no están abiertos pero las piernas 24/7

¡Madre mía este Jamie, qué alegría trae en el cuerpo! Es el éxito cabalgando por sus venas igual que el fragor calorril por las nuestras cada vez que le vemos.

No te preocupes que ya te sacamos brillo nosotras

¡Es la hora del Scottish breakfast!

Pues no hay desayuno, que Claire aún no tiene ganas de dos huevos con un buen bacon

Commando Raid, Commando Raid, siempre alerta estáaaaaaaaaa

Eso es, tío. Ya te estoy esperando para la siguiente

Le cuenta entonces a Claire su incursión en el campamento de red coats y, además, le da las gracias por su enorme ayuda para sacarle la información a William Grey, ya que han podido inutilizar dieciséis cañones y eso salvará muchas vidas de bravos highlanders que luego serán protagonistas de treinta libros de Monica McCarty, para nuestro grandísimo placer.

Thank you, sassenach. Truly

We are always ready for the trocotró!

Pasos a seguir por Jamie en el día de hoy

Bye guarrerismos somnolientos

¿Pero pero PERO? ¿No hay tiempo ni para un rapidín? Pues no, que por mucho que Jamie tenga el campamento levantado *guiño* *guiño*, el que sí se va a levantar pronto va a ser el inglés y no de modo guarreril, así que tienen que salir por patas después de la incursión nocturna (estamos seguras de que con estas expectativas guarreriles no cumplidas le salen a una canas en el xixi). 

Vuestro xixi no está para canas cuando me presento así liderando a mis highlanders

[Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr]

Pues allá que marchan nuestros bravos escoceses, con Jamie a la cabeza, el sol brillante como acompañante y una música muy sentimental y de hacernos todas escocesas ahora mismo. Cuando llegan al campamento, Jamie da muestras de su generosidad como líder y permite a Dougal que vaya a anunciar su presencia al Mark Me, ante lo que a nuestro fucking master le da vueltas la boina de la ilusión (cómo se nota que aún no lo conoce...).

¡¡¡La que se nos viene encimaaaaaaaaaa!!!

CONCLUSIONES FINALES

-¡Viva la Scottish way of life!! Queridas, con kilt y roña lo mñe se lleva mejor. Lo peor son siempre los capítulos de espera y éste lo ha sido pero nos ha gustado muchísimo más que el anterior, con el ansiado reencuentro con nuestros queridos ewoks (¡que levante la mano la que los echaba de menos tanto como nosotras!). Y también con otro reencuentro...

-¡Viva el Fucking Master! ¡¡Viva!! Ay, qué bueno que viniste, querido Dougal, es un placer tener a nuestro follatemible favorito de nuevo por aquí porque sabemos que nunca vamos a tener una secuencia suya aburrida. Es el contrapunto perfecto para los Frasers y su aparición ha hecho brillar a Jamie en su papel de líder más que nunca. Querido Graham, cómo te queremos.

-¡Maravilla suprema ver a Jamie como líder total de su grupo! Hemos pulido el suelo de tanto hacer la croqueta con él, poniendo la boa sobre la mesa y diciendo a todo el mundo que la tiene más larga que nadie (todo esto es aplicable en sentido literal y metafórico). Es una de las grandes alegrías de la temporada, ver cómo Jamie, por fin, se convierte en el jefe que todo el mundo espera.

-¡Por fin aparece un Grey que nos encanta! Sabemos que si no habéis leído los libros estáis con una ceja levantada, así que lo único que os decimos es que no olvidéis su apellido y que nos dejéis un poco de espacio para fangirlear con las que sí lo han hecho, ya que éste era uno de los momentos más esperados y por aquí creemos que lo han hecho perfecto.

-Vamos a ver, ¿Sam Heughan ha sobornado a los cámaras de Outlander? ¡Porque no tiene ni un plano malo! Da igual cómo salga, aunque vaya vestido de lagarterana nos deja de piedra por fuera y de lava por dentro. Hoy ya cuando ha salido con la cara guarreada de camuflaje... ¿No habéis visto una extraña luz por la ventana? Eran las explosiones ováricas de todas las fans (y los fans, que solemos hablar en femenino pero que se sientan incluídos los miles de maromos con grandísimo gusto a los que Sam Heughan and Co. les ponen la boa cantando la Marsellesa).

Todas estas conclusiones se pueden resumir en dos:

¿Tenéis ganas de ver a los highlanders en acción pateando culos ingleses? ¿Tenéis ganas de ver al Mark Me? ¿Tenéis ganas de más Outlander? Pues si habéis contestado sí a dos de las tres preguntas (ganas de ver al Mark Me, madre mía, ni que estuviéramos locas...) la semana que viene os esperamos con los nervios de punta y el acero también. El final se va acercando, queridas... 

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