Lo prometido es deuda y regresamos con un post con maromos tras el armageddon visual de Retorno a Edén. Ya sabéis que las haggards somos muy de observar punto por punto la anatomía masculina para sacar nuestra vena fungirlera. Por eso, cuando leemos una novela o vemos una serie o película con maromo candidato a engrosar el repertorio de tíos ñakdjfklñadsjgalñksdjfñalsdhgñlas, no perdemos el tiempo y lo metemos ipso facto en nuestra lista de melofós y/o adorafollables en virtud de una o varias cosas de sus cuerpos que nos ponen a ladrar. Y es que es vislumbrar en pantalla un pechote o una porno-rodilla, o que nos describan al protagonista de la última novela romántica que llevamos entre manos como un tipo cuyos brazacos revientan las costuras de la levita, y tener que recurrir al desfibrilador ovárico para poder seguir con nuestra tarea.
 |
| Haggard viendo "Jane Eyre", por ejemplo |
Hoy traemos una parte del cuerpo por el que sentimos debilidad: el cogote. Un buen cogote debe cumplir el requisito de ser comestible, esto es, que nos den ganas de hincar ahí el diente y, cual leona en plena cacería, no soltar la presa. ¿Y cómo es el cogote comestible? Los hay de dos tipos.
Este tipo es el que deja ver una nuca bien recortada y un cuello mordisqueable a tope. El piquito que se hace justo en medioñashgñasdhgasñs es un plus añadido al atractivo que ya tiene de por sí una nuca peinada a la perfección. Aquí las orejas quedan a la vista y, si son monas, el bocao se extiende hasta ellas de manera irrefrenable.
 |
| Nos gustan los cogotes clásicos y más el de Jimmy |
|
Lote completo: cogote, orejas, nariz, mano... |
 |
| Nada como un militar para ver esta maravilla |
 |
| Ese piquitoñashjgñadjksfaslsñajkdfsa |
 |
| Batmanñadjfñalskjdfaslñfk!!! |
 |
| Hugh "Cogotefollable" Jackman |
 |
| ¡¡¡Cuellaco!!! |
 |
| El Richal mostrando sus encantos para peligro de nuestros ovarios |
 |
| Don Draper "The Elegant Nape" |
 |
| Pero, pero, PEEEEEROOOOOOOOOOÑADKSJFÑALDSFJASDÑ!! |
El cogote despeinado
La maravilla de maravillas, el must de todo héroe de novela romántica, ese cogote que, aun perteneciendo a un duque o a un marqués, tiene unos pelillos rebeldes que se rizan justo ahí y son una tentación al bocao, al lengüetazo o a lo que se tercie. Relacionado con este tipo de cogote están los ya comentados pelos de recién follao, otro de nuestros imprescindibles. Ejemplos de este tipo los encontramos en varias de las novelas románticas que hemos leído las haggards, como ese Sebastian Ballister, alias Lord Belcebú, protagonista de Lord of Scoundrels; o Zachary Bronson, el tiazo de Where dreams begin. Como una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejamos ejemplos de lo que viene siendo para nosotras esta parte fundamental de la anatomía maromial. ¿Preparadas?
 |
| ¡Afilad vuestros colmillos! |
 |
| Los rizos, ¡¡¡¡¡LOS RIZOS!!!! |
 |
| Todas somos Andrómaca con este Héctor |
Sobredosis del viejo veo yo aquí ehhhhh!!!!!! xDDDDDD además de la parte que no me gusta, la cabeza!!!!!! :-PPPPPPP
ResponderEliminarMuy buena selección de cogotes queridas, sin duda un elemento indispensable para lamer, morder, agarrar o incluso arañar, lo que haga falta!!! ;)
Y ahora, a falta de poder ser la botella del Jackman, me voy a dar una buena ducha de agua fría :PPP
:-*****
Ay señor, nunca me había fijado en los cogotes pero a partir de ahora otra parte más para analizar, jajaja.
ResponderEliminarAunque a mi los piquitos no me gustan mucho, y el del Gandy mejor recortadito ◔‿◔ ♥
ღBesinosღ
AY DIOS!!! pero cuanto maromo junto!! Y mira que el cogote es algo en lo que no me suelo mirar, pero por favor!! Me pones a estos maromos, como Gandy (pongame un kilo por favor), Eric Bana, a Christian Bale!!! y es que ya no respondo
ResponderEliminarAJFHAJKHFSKJDHFSKDLJHFKLJHFALJKFHSDAKJHFADSAKFFHLA!!!!!!!!!!!! Creo que con esto ya lo he dicho todo, no? Yo esa parte del cuerpo la venero especialmente. Siempre he sido de cogotes rapaditos, que parezcan recubiertos de terciopelo, pero el de mi Gandy con sus rizos despierta mis fuegos más extremos en los bajeríos, grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr. BOCAO!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGenial, genial, Cassie. Voy a volver a ver las fotitos...
Besotes!!
Bueno, con esta entrada me pusieron vuelta y vuelta en la 'sartén del deseo': tsssssssss
ResponderEliminarSi yo siempre eh admirado esas nucas, cuellos, y últimamente, manos. Una sola mirada y mi fantasía se toma un taxi a Naughty Avenue, esquina con No Apto Para Condiciones Cardiacas.
En que estaba? A, si en que fue una excelente entrada de blog y comentar lo que me ocurrió el otro día en el trabajo.
Era un día cualquiera y yo aburrida hasta las orejas en mi puesto en la caja, cuando entra sin aviso o banda sonora, lo que uds llaman un maromo y en mi libreta se anota como Happy Meal (carne mas joven que la de corderito). El joven este era algo así como encontrarse a Matt Bomer en carne y hueso, tan maravilloso que por un momento me tuve que plantear que tal vez no fuese hombre, sino un unicornio. O.O
Creo que por esta vez, me quedo con los cogotes pelaos, esos en los que metes una colleja y suena bien fuerte.
ResponderEliminarBesos !
Esos ejemplos de cogote despeinado me han dejado para el arrastre. No sabría cuál elegir.
ResponderEliminarajajajaj, me paaaarto ¡¡¡¡¡Se os echaba de menos!!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado el post, ya que soy un gran fan de los cogotes desde mi mas tierna adolescencia, cuando en los exámenes, sentada detrás de un tal Antonio (que era el chaval más asdfghjklñasdfghjklñ de la clase) se me iba la pinza admirando su nuca bien perfiladita, ayyy
Yo me quedo con Paul Newman, que es historia antigua, pero uffff, qué calores...
Gracias a todas por los comentarios. Nos alegra ver que compartís con nosotras las pasión por los cogotes que dan ganas de morder, lamer, etc...
ResponderEliminarQuerida MadoReader: que sepa usted que yo viví lo mismo en mi adolescencia. Veía el cogote del que me gustaba y me iba a casa tan contenta, jajaja.
¡Besotes a todas!
algunos realmente apetecibles jajaja. REcuerdo una escena de El unico testigo en el que Harrison Ford sale de espalda y te quedas embobada... dios qué cuello!!!
ResponderEliminarUn besote