Outlander 6x01. A fungirlish review [Spoilers]

¡Está Outlander de vuelta y nosotras, también!

Pero, por desgracia, no podremos estar como las temporadas anteriores.

Pues sí, queridas, esto es lo que hay. Como estáis comprobando, este año no podremos sacar las reviews al ritmo de emisión porque, sin saberlo, el osito contrahecho de la cabalgata de Cádiz nos hizo un spoiler de lo que iba a ser el comienzo de año y así nos luce el pelo.

Kim, este comienzo de año no te lo levanta ni un cargamento de Elnett

Pero, si vosotras queréis reviews, tendréis reviews y aquí estamos, sacando tiempo de donde se puede para ver qué infortunios nos cuentan los Fraser este año, porque las desgracias que nos están cayendo desde hace dos años son capaces de cruzar océanos de tiempo y espacio y caerles encima también a los protagonistas de Outlander.

No hace falta que me deis las gracias todas a la vez

Así que, con cierto retraso pero con la misma ilusión de pasar un buen rato con vosotras que siempre, ¡allá que vamos con la sexta de Outlander!

                                                                    

Bueno, pues las ganas de pasar un buen rato se nos quitan rápido con ese resumen que nos hace la voz de Claire al principio, ya que nos cuenta brevemente lo gozosa que fue la temporada anterior (mientras nos dice que hay que ver las cosas del tiempo si estás en esta serie, que bla bla bla). Mira, tiempo para hacer reviews es lo que no tenemos nosotras, así que, si queremos saber qué ocurrió la temporada pasada (que la empezamos libres como el viento y la terminamos pandémicamente encerradas y amasando pan), tenemos doce sufridísimas reviews para recordarla. Nuestro resumen sería que hay malos por todos lados, que ni un Fraser sin su violación y que Jamie ay omá qué rico.

A nosotras sí que nos mataste pero los ovarios 🔥

Así que, tras esta introducción, vamos a ver qué toca este año, qué cosas desconocidas les van a pasar, qué nuevos escenarios vamos a ver...

¿Me he cambiado de temporada y no me he dado cuenta?

Oye, oye, ¡que esto ya lo conocemos! ¿¡¿Qué pasa, que tantas referencias al tiempo again venían porque nos iban a mandar en viaje con la Neutrex a tiempos peores?!? ¿La Covid-19 os ha dejado tolilis?

Un poco porque me han vuelto a colocar peluca digna de Leoch

Mira, yo ya estas cosas no las aguanto más, ¡dejad los pelos de Jamie en paz! En fin, sigamos con el retrospecter e ignoremos que estaba el hombre en esos momentos con los pelos malamente tra-tra. Pues está Jamie preso de mi amor y cargando pedruscos (lástima que él no tenga el don de tocar piedra, hacer chas y aparecer a nuestro lado) como todo preso en esos lares cuando llega un señor que lo primero que nos dice es que es protestante y que lleva unos conejos protestantes (que no tienen ni sentido guarreril ni ná, el aburrido) que se los ha puesto el Diorcito protestante en bandeja. Como con la religión hemos topado, los presos católicos se cagan en tó lo que se menea y le dicen a Jamie que pare al señor de los conejos (podría ser eso la secuela de El señor de los anillos, ¿eh?) porque al buenorro MacDubh se le respeta de allí a Pekín. Pero Jamie no quiere líos, empiezan los presos que si ñiñiñi ñañaña, uno se pone a decir que es el Bonnie Prince de los coj**es, un tal James se pone a hacerle reverencias, el señor de los conejos les grita que ajo y agua, que el rey de Escocia es protestante y...

A hostia fina acaban

Tras la tempestad llega la calma y la cena del señor de los conejos (que se apellida Christie) con el gobernador de la cárcel, que será que son amiguis de Fornite o algo, porque, mientras los dos están sentados en la mesa con la vajilla de La Cartuja llena de viandas, Jamie está encadenado y de pie al otro lado de la habitación. Lo que pasa es que como el James ese se puso a hacer reverencias, el gobernador ha llamado al James que recuerda (porque quien conoce a nuestro Jamie no le olvida 🤤). Christie le saca de su error y el gobernador nos ilumina a todas cuando dice que realmente no llamó al famoso Jamie el Rojo por eso sino para recordarles a ambos que el que manda allí es él y que no está para aguantar mierdas de presos locos y enfermos. Va el hombre de majo pero le advierte a Jamie que sabe que su llegada a la cárcel ha alterado a los presos (normal, a mí también me altera Jamie hasta el cajón de las bragas) y que esté tranquilito para que se calmen. Pero claro, la revuelta de hoy debe castigarse, así que les manda un día de trabajos forzosos a todos, menos a Christie y a Jamie. Y así larga a Jamie mientras que él y Christie se despiden de un peculiar modo...

...y Jamie les pilla.

Secretitos en reunión son de mala educación, queridos

Ya en el lujerío de celda, Jamie nota que le tocan la pierna pero, sabedor de que ese no es tacto haggardiano, casi suelta una yoya al incauto que resoba pierna fraseriana. Pero no temas por tu integridad, guapísimo pelirrojo, que es el otro James, que por lo visto se está quedando el hombre del lado del rompetechismo, cieguito perdido, y busca a tientas por el suelo el mechón de pelo que su amada le regaló y de la que tiene miedo de olvidar su rostro. Y le dice a Jamie que si bla bli blu, que si se acuerda de su esposa, que si Christie les dice que en lugar de acordarse de las mozas se acuerde de Yisuscraist, que si todo lo que han pasado mereció la pena...

Ya te contestamos nosotras

Pero Jamie le alienta, le dice que lo que han vivido ellos no lo vivirá nadie (¡ni falta que hace, chato!) y que, si su moza le quiere, siempre estará con él. Vamos a ver, Jamie, que tu moza siempre estará contgo porque en el momento menos pensado toca un pedrusco y te sale de la puerta de tu habitación, pero parece que a James le reconfortan sus palabras igual que a nosotras pensar que si estamos todo el día con Henry Cavill en la cabeza, al final vendrá a casa a... leernos la enciclopedia. En fin, que al día siguiente ahí los tienes a todos levantando pedruscos como regalito por la gresca anterior. Bueno, a Christie no, que se está rascando sus protestates cataplines mientras le echa en cara a Jamie que no se tome el día de descanso como les dijo el gobernador mientras que Jamie le ignora. Pero los demás escoceses sí le hacen caso, le empiezan a cantar una canción jacobita sobre Prestonpans, al Christie le invade el furor yisuscraisterino protestante y...

A hostia fina que vuelven a acabar

Con la diferencia de que James el medio cieguito está por allí despistado y le arrean un pedruscazo fatal en la cabeza.

Cometí el error que contarle mi vida al prota y eso siempre te manda a la tumba

Con mucha consternación se acercan los jacobitas al cuerpo de James, sobre el que uno de ellos deja un trocito de tartán para que no se olvide de su Escocia en la otra vida. ¡Y qué más queremos, Mari, peor es tener un trocito de tela de tartán que cargarte a una persona! Como está prohibido, los soldados ingleses quieren saber quién fue el responsable, algo que Christie está a punto de desvelar cuando...

El día que sepa callarme estaré más guapo

Los ahí presentes lo flipan mucho y, mientras que su amor (y, en algunos casos, su tirria) hacia él aumenta, a Jamie se lo llevan para acariciar su espalda con un látigo, por si había olvidado cómo es eso. ¿Queremos verlo? ¡NO! Pues Jamie tampoco, así que se dedica a imaginar que Claire está allí, toda celestial en albornoz que huele a Mimosín, para pasar mejor el trago.

Mira, Christie, jamás tendrás ni el respeto de los hombres ni este pechote

Obviamente ya está Jamie hasta la punta de la peluca de docilidad y de *ollas en vinagre, así que al día siguiente, cuando van a buscarles a ir a trabajar, informa a los soldados y a Christie de que el cieguito ha muerto y ahí no trabaja ni Dior, lo que le lleva al despacho del gobernador a que le eche la peta. Jamie le comenta que los hombres están malamente tra-tra, que necesitan medicinas, comida y paz, y que algunos han comenzado a seguir a Christie porque este les dijo que volviendo su fe hacia su Dior se iría su dolor, cosa que ya sabemos que ni de coña. Pero Jamie sabe que, al final, lo que todos, gobernador incluido, quieren es pasar el tiempo allí rapidito y estar lo mejor posible. Y entonces enseña la patita.

¡Ya quisiéramos que fuera de modo literal! Lo que hace es decir algo que demuestra que Jamie sabe cositas...

¡Que os he pillado!

Jamie le dice que quiere ser masón de tu corazón ante el culotorcimiento que tiene en ese momento el gobernador, que no entiende que quiera eso, que le puede mandar de patitas a la excomulgación. Pero a Jamie solo le importa ese momento y sus hombres allí, que sabe que le escucharán, lo que abre la puerta al gobernador a que dejen de darle por Cullen. Y así Jamie les dice a sus compañeros de prisión que se acabaron las peleas, que todos son masones y que, al que no le guste, que le toquen los coj**es. 

Los presos de Ardsmuir llegando a las oficinas de la masonería a hacerse masones

Es que no te aguanto, Jamie Fraser

Nos da igual porque, tras veinte minutos de retrospecter (¡sin intro!), nos olvidamos de las penurias de la cárcel y nos vamos al presente del Cerro Fraser a vivir alegrías.

¡Cucú!

Que Dior nos pille confesadas con la que nos espera. 

Tras la intro (que ya pensábamos que no venía y que tiene una sintonía un poco mñe), vemos que la vida en el Cerro Fraser va viento en popa, con Lizziepollas y sus gemeliers Sosiah y Kehasiah trabajando, Murraicito cazando y Claire echándose la siesta del carnero, que ser la protagonista de esta serie es demasiado cansado. Una siesta del carnero de lo más profunda y con truquito, que Jamie la pilla y cree que ha estirado la pata porque no reaccionaba. 

Otros ven kdramas en su tiempo libro, yo pruebo el éter

Claire le explica a Jamie las maravillas de la anestesia pero bastante es que ese hombre haya sido capaz de aceptar que vienes de otro tiempo y que hay cosas incomprensibles, eso de que entienda que te puedes echar un sueñecito mientras te cortan un miembro y ni te enteres no es para un rudo y bello escocés. Lo que sí es para este escocés es olvidarse de los Brown y de su comité de seguridad, de la guerra que tienen encima y vivir feliz con su churri. Vamos, ser protagonista de otra serie.

Que pensará este hombre que no tengo suficientes cosas que hacer

¡Y que sea representante de la Corona ante los cheroquis (¿a estos les teníamos mote?) para que se lleven bien con los indios vecinos y luchen por el rey! Ya, y que te hagan unas gachas si eso. Menos mal que Jamie no se va a meter en esos fregados, que bastante tiene con ser el bello líder de la zona y velar por la salud de su mujer, a la que acompaña hasta a hacer 💩 desde que Diana Gabaldon decidió darle su propia violación. Mientras que ellos se van, vamos a tomarnos un té con Roger y Bree ahora que todavía hay té que tomar (esto de saber qué va a pasar en el futuro tiene ya a nuestro cada vez más osito Roger de lo más tarumba). Pero poco estamos con ellos porque somos unos culos inquietos y volvemos con Jamie y Claire, que paran por la mansión Melopollè a recoger niños y Claire a visitar a Marsali, que está embarazada y sin marido, que prácticamente vive en el alambique.

Embarazada y con más cardenales que El Vaticano

Claire y nosotras oliendo chamusquina

Las excusas de Marsali nos suenan a invent total pero poco se puede hacer ante el que no quiere hablar, salvo cambiar de secuencia, irnos a casa de Jamie y...

¡Cucú!

Puede que eso diga pronto Roger, que le invita a pasar y le presenta a su mujer. Christie llega con el panfleto de invitación a los presos de Ardsmuir para ser colonos fraserinos y les informa que ha venido con sus hijos y más escoceses a ver si Jamie les hace un huequecito. Los Mackenzie le miran con mejores ojos sabiendo que fue colega de prisión de Jamie y le informan de que seguro que conoce a bastantes colonos que estuvieron también allí.

Seguro que mi suegro agradece mi hospitalidad

Tú siempre ganando puntos con Jamie, Roger. Mientras que Christie se dispone a irse con el buche lleno (esto es como en España, que te descuidas y la abuela ya te está friendo una docena de huevos para que no pases hambre en el camino de vuelta), le cuenta a Roger que tras Ardsmuir fue profesor pero que su empleador palmó. Roger aprovecha para decirle que él también es profesor y ahora enseña como buenamente puede a los niños hasta que se construya la escuela, algo que a Christie se la pela, ya que lo único que le interesa es que haya una iglesia. ¡Y es que un hombre debe hacerle una casa a Dior antes de hacerse una a sí mismo!

Oiga, que a Dior no le pican los bichos en el culo si duerme al raso pero a mí, sí

Y así se enteran Bree y Roger de que Christie no es católico.

A ver si he sido demasiado ligero invitando a este hombre...

Ya te digo yo que sí

Jamie lo flipa fuertemente viendo a Christie ahí, humildemente ante él, pero todavía flipa un poco más cuando Roger le dice que Christie quiere establecerse allí.

Si pudiera cruzar por las piedras, me lanzaba sobre una ya mismo

Las cosas por allí se han puesto más tensas que las cuerdas de una raqueta pero todos ponen buena cara y a otra secuencia, mariposa, en la que Claire le explica a Brianna que está destilando éter como anestésico igual que yo te cuento que tengo la masa madre reposando. Brianna se alegra de que su madre siga siendo la de siempre tras su traumático final de temporada anterior pero Claire pone una cara similar a la de la última foto que hemos visto de Jamie, lo que nos deja a todas algo mosqueadas. Mientras tanto, Brianna le confiesa a su madre que tiene miedo de aplicar los diseños que ha hecho por si la gente le acaba teniendo miedo pero Claire lleva ya tantos años pasándose por el forro de los ovarios la época en la que vive, sus costumbres y conocimientos que anima a su hija a que haga lo mismo (sospechamos que incluso sin el ánimo de su madre, Brianna lo iba a hacer igual). En fin, que Claire y Jamie se van con Christie al asentamiento temporal que había hecho el señor de los conejos y su gente a la espera de poder asentarse en el cerro. Los hijos de Christie, Allan y Malva, se muestran encantados de conocer a Jamie, del que han oído hablar mucho, lo que hace que Jamie se quede con el culo torcido porque a saber qué les ha contado. Ya por la noche Claire le transmite a Jamie su inquietud por tener allí a Christie pero a ver qué iba a hacer nuestro escocés, ¡no iba a emitir una invitación a todos los hombres de Ardmuir salvo a uno! Por lo visto la mujer de Tom murió mientras él estaba en prisión y así se quedó el hombre, mientras que Jamie se imaginaba a Claire con albornoz, que parecía el ángel de Mimosín, y eso le ayudó con todo.

Soy el ángel guarreril que te pone el palote a mil

Y proceden a darle al traqueteo bajeril

Y no nos extendemos más en el fornicio porque este año no estamos para perder el tiempo en describir secso si queremos que en algún momento leáis esta review 😆. Al día siguiente está Claire ahí en su estudio que parece el del padre de Bella cuando siente una presencia que rápidamente achaca a que es Brianna y le dice que qué tal el fósforo que le dio el adorafollable lord John.

Pensábamos que te llamabas Malva pero si te parece mejor ese nombre...

Nada, es que Malva es un minibote de sapiencia y ha relacionado el fósforo con Lucifer, tal y como le enseñó su padre, que sabe del diablo más que nosotras de David Gandy (pues cuando vea los inventos de Claire el que va a parecer Lucifer va a ser tu padre, ya te lo advertimos). Pero vamos, que sabe mucho de palabras pero poco de química porque su padre es más de letras puras y esas cosas no las enseña. Total, que ha ido a por una hogaza de pan para la misa, os lo decimos para dar portazo a la secuencia e irnos con Jamie, que está con el mayor MacDonald diciéndole que no quiere ser agente indio al servicio de la Corona, entre otras cosas porque es un hombre normal que no quiere líos (que te cambies de serie para eso, Jamie, que siempre te lo decimos). El mayor le dice que tal vez el nuevo gobernador no le aplace los pagos de los impuestos como el anterior pero si no le teme Jamie a lo que le escribió (y escribirá) la Gabaldon, menos miedo le va a tener a Hacienda. Al que sí le tiene un poco más de miedito es a Tom Christie, que está oficiando misa en ese momento y diciendo que van a construir una escuela y una iglesia para que todos vean lo majos que son. 

Y mi pirulo es alpiste

Vamos, que lleva este menos de un día allí y ya se está pasando por el forro a las normas fraserianas.

Nosotras cuando Jamie demuestra su autoridad

Mientras que Jamie les explica que primero va el cobijerío y luego el recerío, Marsali le cuenta a Brianna que está por allí porque se sentía sola, algo que escucha una viuda recién llegada, lo que le hace creer que Marsali también perdió a su marido. Desde luego para lo que le ve... 

[Interludio de gente serrando árboles mientras que aparece Melopollè en escena]

Je suis como una cubè

He caído en un antro de depravación

Jamie le abronca por ir cocido y por tener abandonada su casa, pero sospechamos que no le llega ni a entrar por el oído derecho de la cantidad de whisky que lleva dentro. Mientras tanto, Murraicito ha ido con Allan Christie a cazar gamusinos, donde Murraicito le enseña a Allan su gran puntería y Allan le enseña a Murraicito su cuerno.

¡¿¡Es esto una metáfora guarreril?!?

Por una vez, no, es que Allan le está enseñando su cuerno lleno de pólvora, hecho y tallado con sus manitas. Suponemos que su padre no tiene conocimiento de las habilidades con el rifle de su hijo, ya que Allan le comenta a Murraicito que su padre es más de defenderse con la fé y la palabra que con armas de cualquier clase. En esa conversación estamos cuando llega Brown con su comité de seguridad y le dice a Murraicito que ya se podría empezar a vestir de modo civilizado, no sea que alguien le confunda con un indio de verdad de esos que prenden fuego a cabañas y lo mande al otro barrio (todo esto dicho después de pegarle a Allan el susto padre tras anunciar su presencia con disparos). Murraicito le recuerda que allí los cataplines de su tío son los reyes pero Brown le recuerda que ellos defienden la ley, algo que su tío no va a desaprobar. 

Murraicito defendiéndose, Allan escondiéndose (el cuerno)

Uno de los que va con Brown sospechando

De vuelta al cerro, tenemos a Christie herido en una mano, porque él es más de dar golpes con la afilada lengua y no con el hacha, así que Malva le ha llevado a que Claire lo atienda. La chica parece fascinada con todas las cosas de Claire pero su padre básicamente la manda a la cocina.

Y aquí tenemos a Christie cuando se ve la herida

Chica, qué surrealismo de secuencia. Resulta que este hombre tiene la mano que parece Nosferatu y lo raro es que pueda agarrar algo, así que a Claire le falta tiempo para decirle que eso se lo arregla ella en un plis plas, pero Christie bastante tiene con que le cosa la herida. 

Y hasta ahí nuestro sesudo comentario. Jamie le explica a Claire que le vio las cicatrices en Ardsmuir y debió pensar que algo malo habría hecho. En cualquier caso es un hijo de fruta igual, que consideraba a los que hablaban en gaélico unos bárbaros. ¡Pues tú también estabas en la cárcel, chaval! ¡Y no entrarías por plantar margaritas! ¡Hombre ya! Al día siguiente, llega el momento del papeo y el mayor MacDonald está allí el primero, para empinar un poquejo el codo y de paso recordarle a Jamie que se piense mejor lo de ser agente indio. Porque, jatetú lo que es la vida, bello pelirrojo, tú dices que Brown te quemó el alambique pero él le ha dicho al gobernador que los responsables fueron los indios y además se lo está camelando con su comité de seguridad...

¡Que Brown te va a comer la tostada!

La conversación se ve interrumpida por la llegada de la alegría de la huerta, Christie y sus hijos. Los chavales se muestran fascinados con el casoplón, igual que su padre.

No llevas ni un capítulo aquí y no veo la hora de que te vayas

El mayor MacDonald se queda un poco picueto pero se le pasa en cuanto le ofrecen más bebercio. Al que no hace falta que le den más de beber es a Melopollè, que va tan cargado que tiene que venir dos veces. Obviamente, Marsali prefiere no pasar la vergüenza de su vida llevando así a su marido al banquete y quiere que coma en la cocina, pero Fergus prefiere llenar el buche con más alcohol. Y ahí se da una situación de esas de pedir que te trague la tierra porque Lizziepollas le dice a Sosiah que le vendrían bien dos manos para colocar todo, se dan cuenta de que Fergus solo tiene una mano y Melopollè le dice que sabe que siempre es mejor con dos, como Lizziepollas bien sabe.

Dos leches son las que se han repartido por allí

Mientras tanto, en el salón está el hijo de la viuda de hace varias secuencias que se quiere de ir de allí. Allan lo ve y decide entretenerle enseñándole el cuerno pero el niño, en lenguaje de niño, le dice por dónde se puede meter el susodicho elemento. Y es que el pobre tiene muy reciente la muerte de su padre y, sinceramente, le has sacado un cuerno de pólvora, no una Playstation 5... Roger, sin embargo, sí es capaz de camelarse al niño, con ese acento escocés y ese deseo que el transmite al chaval de que ahora tiene que ser el cabeza de familia y ayudarle a construir la cabaña en la que van a vivir. Bueno, no es una Play pero la perspectiva de toquear una sierra es más llamativa para un niño que un cuerno de pólvora, las cosas como son.

¿Alguien ha dicho cuerno? Porque de eso justo venimos a hablar

La guerra que va a dar una cosa tan fea, coñe. Pues resulta que Brown y su comité de seguridad vienen a arrestar a Allan por el dichoso cuerno, que uno de sus secuaces se lo vio cuando estaba cazando con Murraicito, porque, oh, chorprecha, el cuerno no es de Allan sino de un Brown. Obviamente, a Christie se le pone la coleta echando fuego de la furia y le exige a su hijo la verdad, recordándole cómo le arden a un ladrón los pelos del culo en el infierno. Obviamente, Allan no puede decir que no lo robó y su padre le dice a Brown que él mismo castigará a su hijo allí mismo, dándole los diez latigazos que Brown pide.

Jamie y sus dos problemones esta temporada

Nuestro protagonista decide calmar todo un poco, recordándole a Brown que ya tiene el cuerno y que no ha ido la cosa mayores, así que, como están en sus tierras, ya se aleccionará al muchacho como él diga. Pero, ay, Jamie, que Brown no tiene intención de irse sin dejarte un regalito, dejando caer que tal vez Allan sea un rebelde al que Jamie da cobijo y por eso no quiere castigarle.

Que le zurre Jamie la badana y así salimos de dudas

Hoy lo estamos gastando

Sin saberlo, el hijoeputa de Brown le ha dado a Jamie donde más le duele, porque delante del mayor MacDonald, además, no puede dejar sin castigo ese robo. Al menos Jamie se impone a la hora de escoger cómo castigar a Allan y, el lugar de darle con el látigo, le suelta con el cinturón diez veces. El odio entre Jamie y Brown, que pensábamos que no podía ser más grande, ha aumentado un poco más, así que Jamie toma la decisión de convertirse en agente indio porque, como le caiga el puesto a Brown, que Dior nos pille confesados. Y, sin bajarse de la mala leche que se le ha puesto, va a dejarle clara a Christie alguna cosita.

Avance de estos dos durante toda la temporada

Por la noche, Marsali y Melopollè discuten por el constante estado de borrachè de nuestro joven maromo y la decepción que está siendo todo para ambos, aunque por diferentes motivos. Y en la mansión fraseriana, Claire, que salió por patas cuando llegó Brown, está sufriendo pesadillas por las atrocidades que le infligieron el difunto Brown amojamado y sus secuaces. Así que abandona su cama, con semejante estampa...

Sassenach, solo con dieta de Scottish pechote te puedes recuperar

...por un catre donde, increíblemente, le espera un sueño menos gustirriniano pero más reparador.

A mí me gusta la drogaína, dame más drogaína

¡Y hasta aquí el primer capítulo de la nueva temporada! Que se prevé de lo más interesante con la llegada de los Christie al Cerro Fraser, por cierto... ¿Qué nuevas aventuras y desgracias les esperan a nuestros protagonistas? Seguro que bastantes, viendo cómo de movido ha estado este capítulo. ¡Y aquí estaremos las haggards para comentaros todo! Este año, por desgracia, con bastante retraso pero tan glamurosas y llenas de mala leche como siempre. ¡Nos vemos prontito con la siguiente review! ¡Muchas gracias por vuestra paciencia!

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