Outlander 6x03. A fungirlish review [Spoilers]

¡¡Ya estamos por aquí de nuevo, queridas!! Han sido unos días de mucho ajetreo en nuestras mansiones por bridgertoniananas razones pero ya nos hemos quitado los colorinchis, nos hemos puesto los ropajes color chochomono y ya estamos plantadas en el Cerro Fraser esperando nuestra ración semanal de desgracias con aderezo de maromazos. ¿Vamos al lío? ¡Vamos!

                                                                               

Flotando voy, flotando vengo engo

Co*o, ¿estamos viendo Los diez mandamientos?

No, estamos viendo a Henri-Christian en plan Pocahontas cantando "río abajo lo veréééé" mientras comprueba cómo va el caudal en esa zona. Obviamente, muy pequeño lo vemos para que él mismo haya sido capaz de ponerse en esa situación y Roger, que está carpinteando, escucha voces de niños y cual protagonista de Siete novias para siete hermanos salta una valla y se lanza a ver qué pasa. Y lo que pasa es Henri-Christian por tu casa, que va en su cuco que parece que va a hacer descenso en aguas bravas, ya que va camino de unos rápidos del río mientras un puñado de niños va siguiéndolo desde la orilla. A Roger se le erizan hasta los pelos de la boa ante lo que ve, así que se ve en la obligación de sacar a relucir sus superpoderes.

Mi superpoder es darme los hostiones mejor que nadie

¡Ay, madre, que no lo rescata!

Nunca dudéis de mi capacidad de superheroísmo ni de mi ositofollabilidad

Los niños (entre los que está Germain, el hermano del Melopollito recién nacido, tócate el xixi con la familia, Mari Pili) le explican a Roger que no es que estuvieran jugando a los Juegos Reunidos Bíblicos y hoy tocara hacer un Moisés, sino que querían ver si el niño flotaba porque eso significa, como dicen sus padres, que es de la estirpe del diablo. ¡Y flota! Hombre, claro que flota, ¡porque va en una canasta de juncos! ¡Igual que si le atas globos acaba volando como la casa de Up! Para acabar con tantas supersticiones diabólicas, Roger saca su personalidad de curita palote y decide bautizar al Melopollito. 

El agua mágica lo soluciona todo

Vamos a ver, tan mágica no es como para echársela encima a un recién nacido que te lo cambie por un maromazo percutidor, las cosas como son, pero bautizado y llamado encima Christian muy diabólico ya no debe ser. Los niños salen por patas a decirles a sus padres las buenas nuevas, mientras que un Roger encabronado llama a Germain y se lo lleva a su casa para que los Fraser conozcan lo que ha ocurrido y se gestionen las cosas bien.

Es el modo escocés de calmar las cosas

Obviamente Marsali está como un molinete, repartiendo para el todo el mundo, para los *utos críos, para su hijo, para la Gabaldon por mandarle tantas desgracias... Roger les explica que los críos, críos son y que, como sus padres les han contado que los niños como Melopollito son hijos del demonio y el agua rechaza la maldad, han querido comprobarlo. Pero claro, no hay nadie tan valiente como para tocar al bebé, ya que los de la estirpe del demonio queman (igual que mis carnes morenas cuando veo a Henry Cavill), así que por eso no lo han sacado de la cestita. ¿Y Germain por qué les ha ayudado? Pues porque pensaba que les iban a dejar en paz, menuda turra debe estar aguantando el pobre. Obviamente es algo que deben solucionar, así que Jamie le pide a su nieto que lleve a todos los muchachos involucrados a casa para recibir su castigo mientras que Melopollè afronta todo saliendo por patas. Claire va tras él y, por primera vez, vemos a un Fergus sobrio que le cuenta a alguien sus temores. Y es que no podemos olvidar que Melopollè no nació maromazo y con mano de madera, sino que tuvo una vida muy complicada en Francia (donde, por cierto, hay lugares en los que dejan a los enanos a merced de los lobos) y tiene miedo de que su hijo esté a merced de otra clase de lobos aquí. ¡Pero no te preocupes, que nunca estará desprotegido!

¡Y con tu abuelo!

Pero Melopollè sabe que hay vida más allá de los padres, los abuelos y el Cerro Fraser y no sabe si en esa vida hay hueco para su Melopollito. Y es que Fergus sabe lo que es la vida de un enano en esa época, no por él, obviamente, que no tiene enano ni el nardo, sino porque conoció a muchos en su época putiferil. Allí había gente que pagaba por las cosas más normales pero también por las más extraordinarias y un enano, sin duda, lo era, imagínate ya lo que quieras.

Vamos camino del potamiento

Melopollè conoció a uno muy bien en el puti, trabajan juntos, a veces también robaban juntos... Y un día lo encontró rebanado como una sandía en un callejón, ante lo que la madame, con una sensibilidad exquisita, demostró su dolor vendiendo su cuerpo a un médico para que lo descuartizara y lo vendiera por piezas con fines adivinatorios.

Menos mal que caí en Juego de tronos

Para Melopollè la llegada de los Fraser supuso irse de ese mundo pegando un buen portazo para no volver pero el pobre no soporta pensar que su hijo tenga esa clase de vida, a pesar de que Claire le insiste en que ni ella ni Jamie dejarían a Melopollito indefenso.

Fergus Fraser, aún no sabes de lo que soy capaz

Melopollè se siente, además, culpable de que el niño sea medio pollito porque no estuvo defendiendo a su mujer cuando les atacó el Brown amojamado y le golpearon en la tripa, con lo cual el niño se quedó canijo, ante el estupor general de Claire. Tras esta maravillosa conversación, le espera otra mejor con Christie, que le está esperando en la puerta del consultorio. Claire no tiene el xixi para farolillos y le dice a Tom que si ha sido él el que les ha llenado a los niños la cabeza de serrín con eso de que Melopollito es demoníaco.

Tom Christie indignado ante semejante afirmación

El hombre no aprueba las supersticiones y dice que hablará con los niños y sus padres pero Claire pierde el culo por decirle que ya se encargará de ello el jefazo de la zona, o sea, nuestro Jamie. A todo esto Tom no ha ido a tomar el té con Claire, sino a que le opere la mano enferma, que ya tiene la mano pajillera sana. Claire está ya que se desvive por sacar el éter pero Christie le dice que eso pa ella y pa su culo (ay, chato, como si la vieras), que se deje de panoramixeo con él, que es un machote y aguantará el dolor con la ayuda de Dior. Y ni Jamie Fraser con su experiencia personal es capaz de convencerlo.

Así de bien te lo vas a pasar, Tom

Por otro lado tenemos a Roger, que va con Germain a notificar a Aidan que él y los demás muchachos que casi mandan a Melopollito al otro barrio tienen una cita con el amo y señor del Cerro Fraser, so pena de que vaya Jamie himself a buscarles a su casa y a contarles a sus padres el pisto que hay. En esto que se escucha un grito desde la casa de Aidan.

¡Roger al rescate!

Está la mujer encantada de que Dior haya mandado al curita palote del cerro (que no es curita pero va camino de serlo porque por allí no aparece el de verdad) porque resulta que Lizziepollas les ha llevado leche y ¡está embrujada, la jodía! ¡Por Dior, señor curita, sáquele el demonio a la leche!

Oiga usted, seré feo pero tampoco es necesario que me insulte

Lizziepollas para inspectora de sanidad ya mismo. Roger rápidamente se da cuenta de que ha sido broma de algún jodío muchacho pero la señora está ya cagándose en su destino, que a ver qué pinta allí. Roger, conciliador como es, le hace ver las ventajas de la zona, como que no se le va a encrespar el pelo como en Escocia, lo que le lleva a la añoranza de su tierra. En fin, que nos vamos con Marsali, que le está dando a una rueca gigante como si no hubiera un mañana.

Cualquiera pasando por delante de la rueca de Marsali

Es obra, obviamente, de Brianna, que también le hace coches de madera a su hijo en un atrevimiento espaciotemporal que se la pela, Columela. Acaba saliendo, como no podía ser de otro modo, el tema del viaje naval de Melopollito, el castigo que Jamie va a dar a los responsables y la decisión que ha tomado Melopollè de dejar de empinar el codo, aunque el hecho de que todavía no haya asomado por casa no hace pensar que lo vaya a lograr. 

No hace falta que cambiéis de secuencia, que puedo esperar

¡No, hombre, ya que llegas te haremos caso! Y es que ha llegado el momento del Show de Claire, ese en el que despliega sus superpoderes rebanadores y te arregla o te termina. 

Que yo no estoy a favor del bebercio pero me voy a coger una buena curda para pasar esto

Bueno, como esto le interesa a la Gabaldon y a su madre, os diremos que al primer tajo el Christie grita como yo lo haría si veo que tocas mis libros de romántica sin mi permiso, que Jamie lo tiene que agarrar y leerle la Biblia y que Claire, a lo suyo. Y Malva, espiando por la ventana (y puede que disfrutando, para qué nos vamos a engañar) hasta que la pilla Murraicito, que le invita a pasear y ayudar, que es lo que hace una aprendiz como ella. Aprendiz de bruja, diría su padre, así que Malva se abstiene de asomar hocico y prefiere dejar que el muchacho la acompañe a casa. Este le pregunta que por qué su padre está tan obsesionado con el destino eterno de la chica y se ponen a hablar del pecado, que si todos somos pecadores, que ella es más pecadora de la pradera de lo que parece, que a su madre la ahorcaron por bruja...

Con la intriga nos quedamos, que Malva no dice más. Mientras tanto, en la casa grande Jamie calienta nuestros bajos un atizador para darles el susto de su vida a los chavales que casi se cargan a Melopollito, diciéndoles que ganas no le faltan de quemarles él mismo. Pero en su adorafollable magnanimidad, Jamie les da la opción de elegir entre tocar al bebé o al atizador calentito, así que ninguno tiene dudas, que no es cuestión de defraudar al dueño y señor de la zona, aunque se acerquen al niño con un cague supremo.

Yo también me he cagao

Obviamente, no se quema ninguno, así que, ya menos asustados, los niños preguntan a Jamie si es cierto que, como dice Roger, el niño pertenece a Dior.

Al Dior de esta serie

Luego les da unos SuperThings y los manda a casa tan contentos, no sin antes recordarle a Germain que Melopollito es su hermano y también su responsabilidad. Ya de noche, en la Mason Melopollè, Marsali comprueba con disgusto que su marido sigue soplando más que el cierzo, ante lo que intenta hacerle ver lo horrible que es eso, que ella ya lo pasó en casa y no quiere volver a sufrirlo de nuevo y que cómo puede ayudarle.

Necesito que esperes y me rellenes la copa

¡Y todavía se ofende cuando Marsali le dice que así no puede proteger ni a su mano de madera! La muchacha intenta aliviar la pesada carga de su marido diciéndole que ella es muy progre y muy fan de la responsabilidad compartida, por lo que también puede encargarse de dar protección a la familia, como hizo con el Brown amojamado.

El ojichuelo del trasero se me acaba de quedar así del susto

¡Vamos que si se lo cargó! Le metió un jeringazo que nos levantamos del sofá y todo para aplaudirle. Marsali está toda orgullosa de haberlos librado de una amenaza y contenta, además, de que el fantasma del muerto no le persiga (mira, ya tienes más suerte que Claire) pero Melopollè, lejos de la reacción que esperábamos de enorgullecerse de su mujer y, por qué no decirlo, ponerse un poco palote, se pilla el cabreo del siglo, gritando que no necesita que su mujer le defienda, aunque sí necesita otra copa.

Pues hínchate

Y con estas Marsali le echa de casa, que no vuelva hasta que no se comporte como el hombre de la casa que tanto grita que es. Somos muy proMarsali y sus ovarios tamaño peñón de Gibraltar, tenemos que decirlo. Mientras tanto, en la casa grande, Jamie y Claire comentan el castigo de los muchachos, mientras que nuestro pelirrojo favorito dice jocosamente que anda que si los padres creen que Melopollito es demoníaco, qué dirán de ellos, que son sus abuelos.

El fantasma cataplasma te recuerda que ya te dijo que eras el diablo

Joer, los espejos en esta casa tienen más peligro que en Candyman. Claire se caga por la pata abajo, claro, y decide abandonar la compañía maromial suprema para ir a ver a Tom Christie, que duerme abajo el sueño del operado y pilla a nuestra sassenach mirando con ojos golosones su artilugio del placer, que no es un Satisfayer sino la máscara del éter. Ella, profesional donde las haya, rápidamente le dice que ha ido a comprobar qué tal está. Mientras que Claire le inspecciona la mano, Christie le pregunta que por qué no lleva un gorrito como toda mujer casada devota que se precie.

Porque para sujetar este pelo necesito la carpa de un circo

Este hombre está ahí obsesionado con el pelo mientras que Claire está a ver si se le mueven los dedos.

Que los muevo bien, pesada, vamos a hablar de tu pelo de bruja, que me interesa más

Como Claire remira mucho lo del éter decide que a ver si comiéndose unos huevos fritos con chorizo se le pasan las ganas de drogaína, así que, como Christie también tiene regomello, va a preparar algo.

Mis huevos fritos, con puntillita, esclava humana

Lo que le faltaba a Tom para confirmar que Claire es un poco de la estirpe del diablo, escucharla hablar sola. Luego le saca de su error y le dice que hablaba con Adso, su gato. 

Menos mal que no lo llamó Salem o ya le empieza a prender fuego

Pero Tom mantiene el fanatismo a raya con ella y le dice que no cree que sea una bruja. Aprovecha también para pedirle perdón por no haberse quedado quieto cuando le operó la mano, sobre todo cuando seguro que su marido no se movió ni un milímetro al final de la primera temporada. ¡Pero muchacho, que es un highlander! Y esos no solo son conocidos por tener tres piernas sino por ser duros (en cualquier sentido) cual pedrusco. Estos les lleva a hablar de los latigazos de Jamie y blabla, ya llevamos al día la serie y lo hemos visto. Christie alucina un poco con las cosas que ha hecho para proteger a otros y Claire le dice que si hubiera visto todas las temporadas sabría que Jamie hace cualquier cosa por sus hombres, pero Tom pierde el culo por decirle que él no es uno de ellos.

Cuando Claire sube al abrigo del cuerpazo de su marido, lo primero que hace es preguntarle si a Tom le dan miedo las mujeres o solo le daba miedo de pecar.

Para pecar, el cuerpo de tu marido, ay omá

Claire ha notado que Tom se sentía incómodo cuando le tocaba y Jamie le explica que la cárcel te deja así, que a él también le pasaba. Y que a veces les llegaba la nostalgia del toque femenino, de una caricia y se apañaban entre ellos porque, oye, de noche todos los gatos son pardos. Pero obviamente a Jamie no lo tocaba ni Penry porque era su jefe y le amaban pero no tanto como para que les cortara los cataplines, ya que prisión y tocamientos a Jamie le joden los pensamientos (además, a él se le presentaba Claire en albornoz en sueños y ya era feliz). Tom tampoco era de los retozones porque era un tío brasas se encerró en sí mismo. Y para que terminemos de conocer la bio de Christie le dice que ya estaba en el trullo cuando Jamie llegó y que cuando cerraron la prisión lo mandaron a las colonias a cumplir el resto de condena. A Claire, experta en el tiempo, no le cuadra mucho Malva en toda esta historia, ya que, por la edad que debe tener, debió ser concebida cuando Christie estaba en la cárcel, así que o la mujer entró en la prisión por medio de sus brujerías para el ñiqui ñiqui o a ver esa niña de dónde sale, si nació de un árbol.

¿En serio no se te ocurren más cosas que hacer conmigo que hablar de Tom?

Nosotras yendo a contarle a Jamie lo que haríamos con él en esa cama

Al día siguiente, Malva y Murraicito están cogiendo gamusinos y pelando la hebra, hablando de lo buen cazador que es el chaval. Malva tarda poco en citar a su padre y Murraicito le comenta que debe ser muy complicado vivir bajo las altas expectativas que tiene su padre y ella le dice que si su tío aprueba todo lo que hace, yendo por la vida con esas pintarras y siendo una mezcla de cosas extrañas. Pero Murraicito nunca se ha planteado nada de su identidad y lo único que sabe es que siempre estará al lado de su tío (anda que nos íbamos a despegar nosotras de Jamie si lo tuviéramos al lado). Fíjate si es generoso Jamie con su sobrino que le ha dado unas tierras y no le cobra renta ni nada. La muchacha se le acerca golosona y le toca la...

...cara, ¡cochinotas! Le pregunta por las marcas y, básicamente, lo que indican es que Murraicito ha vivido. Y acercándose a él, nos vamos a otra secuencia porque para qué vamos a ver si se meten de todo menos miedo. Ha pasado ya una semana de la operación de Christie y Claire comprueba que va todo bien y le pregunta que si ha hecho los ejercicios.

Mi mano con el gif de arriba funcionan estupendamente

Mientras que Claire hace sus cosillas, Tom observa que hay una pila de novelas, que nuestra prota le dice que son para cuando tiene insomnio (aunque nosotras sabemos que son de atrezo porque cuando baja es para darle a la drogaína). Mientras que Claire le cura, Christie le cuenta que su mujer sí leía muchas novelas y él no lo aprobaba y las tiró todas (me haces a mí eso con mis novelas románticas y te hago un Marsali), pero que en la cárcel Jamie les contaba historias que les había contado a otros prisioneros y entonces Tom se dio cuenta de que las novelas no eran algo que incitara a perversidades sino que ofrecían consuelo a los que las escuchaban, porque mira que ellos estaban pasando penas pero nunca tantas como los protagonistas de, yo qué sé, Forastera, por ejemplo.

No hace falta que me deis las gracias todos juntos

Así que, viendo que Christie no siente repulsión por las novelas, le anima a que se lleve la última que le ha traído el del Círculo de Lectores, que ella aún no la ha leído pero tiene muy buena fama.

Veo que es una novela sobre gamas de color, me gustan los libros tecnológicos

*La novela que Claire le presta es Tom Jones pero esta es la versión haggardiana de la serie y aquí le presta una novela acorde.

A todo esto, antes de irse Christie le comenta que Brown ha pasado por su asentamiento y les ha ofrecido la protección de su cuerpo comité de seguridad y Claire le dice que espera que lo haya rechazado porque ese hombre no es de fiar., pero Christie se va sin decir ni media palabra. Por otro lado, otra Christie está en presencia de otro Fraser, ya que Jamie se ha encontrado a Malva mientras esta iba a coger setas y le hace el tercer grado, preguntándole por sus amoríos.

¿Esto es Outlander o Sálvame?

Tranquilas, que no solo tengo la boa oculta, también la intención

Jamie bromea con ella diciendo que sabe que es el diamante de la temporada del cerro y ella le dice, espantada, que no le diga eso a su padre ni de cachondeo, lo que aprovecha nuestro maromo para preguntarle si es que su padre es muy fiero, a lo que ella responde que si no lo sabe él, que lo conoce.

Malva colándosela a Jamie

Jamie se muestra encantador y la acompaña mientras le pregunta también por su hermano, por su lugar de nacimiento y por si comparten madre con la misma delicadeza que te puedes encontrar en un bocadillo de esparto. A Malva le escama un poco tanta curiosidad pero le responde que claro que comparten madre y que ella nació en Escocia, aunque no recuerda nada. Mientras que ellos se van y Jamie le va contando cosas de su bello país, el padre de la muchacha se está adentrando en la lectura que Claire le prestó.

¿El tato? Este juego de la Biblia no me suena 

Me quiero sacar los ojos

Pues al final no se los saca, que van, junto con todos los demás colonos, a casa de Jamie a pagar los impuestos. Allí todos van de lo más felices, no como tú cuando tienes que hacer la declaración de Hacienda. Pero claro, ellos van a darle su dinerito a Jamie Fraser y sarna con gusto no pica (Lizziepollas es la excepción, que ella está feliz por tener a Sosiah y Kehasiah revoloteando alrededor -algo de lo que Brianna ni se ha dado cuenta porque bastante tiene con inventar cosas para liarla parda-).

Nosotros sí que somos la imagen viva de la felicidad

Estos son unos colonos random que claramente se muestran contentísimos de ver a Melopollè empinando el codo, el cual también se muestra encantado de que Marsali charle alegremente con un compañero de trullo de Jamie. 

Volvamos con Fergus

Melopollè va cocidísimo ya y los colonos que parecía que se habían comido un ajo siguen mirándole y lanzándole dagas con los ojos, lo que ya le toca al muchacho los cataplines, sobre todo porque también han mirado mal previamente a Melopollito.

Anda a la mierda ya

¡¡Será tía perra!! Obviamente, el marido también se va calentito pero menos mal que había testigos sobre lo ocurrido. La señora clama que el bebercio es demoníaco, como dice Christie siempre, pero este la deja con el culo al aire cuando le dice que los Fraser les han abierto las puertas de su casa y hay que respetarles ante los ojos de Dior. ¡Qué sería de una fiesta sin una buena bronca! Luego viene un sermón de Roger diciendo que hay que amar al prójimo como a ti mismo y contando la historia de Moisés, que, como ya nos hemos visto Los diez mandamientos, nos la vamos a saltar y vamos a ir a ver la nota que Christie le ha dejado a Claire en el libro que le prestó.

¡Búscate otro entretenimiento, cochino!

No te preocupes, que se lo busca, ya le está dando correazos en el culo a Malva ante el estupor de Allan. Y mientras, Marsali dándole a la rueca. Y mientras, Melopollè mirando a la nada. Y mientras, Jamie con kilt.

The return of the pornorrodilla

Fandom muriendo en masa

¿¡¿Pero qué inesperada maravilla es esta?!? Jamie habrá decidido airearse el badajo aprovechando que está solo, no sea que le vean los colonos y se vuelvan tan loquers como nosotras (y por aquí lo aprobamos muchísimo y un poco más). Pero Jamie (da igual que sea el audiovisual o el literario) nunca tiene descanso y ve a lo lejos a Melopollè.

Me acaba de saltar la alarma del sentido adorafollácnido

A nuestro pelirrojo no se le escapa una y sigue a Melopollè y...

Perdóname, Santísimo Yisuscraist del Fandom Outlanderiano, pero no aguanto más esta serie

Los co*ones 33, a ver si crees que lo voy a sufrir yo solo

Y allá que va nuestro Scottish Superman primigenio, a salvarle la vida a su vástago elegido. Melopollè se resiste porque esta serie es muy larga y solo le falta una pandemia de termitas que se coma su mano y su cola pero Jamie lo soluciona con el cariño de un padre.

¡Estate quieto ya, copón!

Melopollè le dice que esto lo hace por Marsali y por los peques, porque así cobran la pensión y pueden emprender una vida mejor, tal vez incluso con un hombre que no tenga medio cuerpo de madera. Jamie, que las ha pasado canutas desde tiempos inmemoriales, no aguanta ese discurso de inutilidad que se está echando su hijo encima y le recuerda que mantuvo a la familia unida mientras que él estaba en el trullo, que le aguantó lo plasta que era cuando lloraba la pérdida de Claire, que tiene un don no solo para beberse el whisky sino para hacerlo. Y todo esto lo ha hecho un hombre inútil como él, que ha hecho sentir orgulloso a su padre y hará sentir orgullosos a sus hijos.

No sé si se podrá escribir un personaje mejor que usted

Melopollè sigue dudando de que pueda volver a ser el mismo hombre que fue pero Jamie, más especialista en resurrecciones que el Ave Fénix, le dice que por supuesto que volverá a ser él. Y con un enternecedor abrazo y un plano que parece el final de Centauros del desierto Jamie y Claire llevan a Melopollè a casa, donde Marsali y Melopollito le reciben llenos de amor. Y con esta felicidad vuelve el matrimonio Fraser a la casa grande. Y si hay felicidad, ¿qué viene justo después?

Y es que el mayor MacDonald llega contentísimo a llevarle a Jamie las armas para el jefe Wifi, que justo llegan en el mejor momento, ya que se acaba de producir el motín del té de Boston, donde han tirado al mar la carga de té de tres buques británicos. Y, mira, tú le dices a un británico que su comida sabe peor que una bayeta sucia y no se molestan tanto como si se quedan sin té que beber. 

Si hubieran tomado Cola Cao no estaríamos ahora así

Nosotras ante lo que viene

¡Agarrense los cinturones que vienen curvas! Porque no tenía bastante Jamie Fraser con Christie y su madre en bicicleta que encima le cae una cosita así menor como una guerra. ¡Y ojo que tiene que empezar en un bando y terminar en otro! El día en el que algo sea sencillo para Jamie Fraser se nos termina la serie. Pues nada, a recuperar fuerzas y seguir sufriendo, que se nos presentan unos capítulos de lo más divertido. ¡Y por aquí lo contaremos en un futuro indeterminado pero lo contaremos seguro! ¡Nos vemos en breve!

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